La alcaldesa argentina de Cataluña que apoya la independencia
No estamos haciendo más que obedecer la voluntad del pueblo que nos votó, y en un continente europeo supuestamente democrático, solo pedimos que nos den la posibilidad de elegir nuestro destino.
Nacida en Argentina en 1971, Astrid Desset es desde 2015 la alcaldesa de Anglés, una ciudad de 5500 habitantes a 90 kilómetros de Barcelona. Es además una de los 712 mandatarios catalanes, sobre un total de 947, que firmó el apoyo para que finalmente se desarrolle el referéndum del 1 de octubre donde la región votará si quiere independizarse o no de España.“Fue en el último año del secundario cuando por primera vez pensé, acá pasa algo de lo que hasta ahora nadie me había hablado. A medida que uno se sumerge en su historia uno llega realmente a ver que la tradición y la cultura catalana no tienen nada que ver con el resto de España”, relata Desset en diálogo telefónico con Clarín.
Nieta de francesas, emigró a España junto a su madre en 1987 y recaló en Figueras, una ciudad española situada al norte de la provincia de Gerona. Luego de terminar el bachiller se relocalizó en Anglés, que fue donde conoció a su marido, perteneciente a una familia puramente catalana. Si bien Desset era una persona activa en la vida comunitaria, hasta que en 2015 el Partido Demócrata le ofreció postularse al cargo de alcaldesa, nunca había estado involucrada en política. A medida que se aproxima la fecha del referéndum, la presión desde Madrid para impedir la votación se ha incrementado y la tensión solo promete seguir en alza. “El Estado español ya anunció que los alcaldes que apoyamos la votación vamos a ser citados a declarar y que podemos ser acusados de prevaricato, desacato a la autoridad y malversación de fondos públicos si usamos dinero enviado por Madrid para la votación, algo que desde ya les aseguramos que no vamos a hacer”, detalla Desset.
En la calle también se vive una atmósfera similar: la policía local, la autonómica y la Guardia Civil tienen órdenes de la fiscalía del Estado de requisar y pedirle los datos a los ciudadanos que coloquen banderas o repartan volantes anunciando el referéndum.Además de la cuestión identitaria y cultural, el otro motivo central que sostiene el deseo del referéndum es el aspecto económico. “No sentimos que el Estado español nos trate de manera seria y justa. La región contribuye con una gran cantidad de fondos a las arcas nacionales, y no recibimos una retribución adecuada”, afirma Desset. Y si bien la alcaldesa es contundente respecto al porqué de sus razones para apoyar el movimiento independentista, sostiene que la represión de Madrid es escandalosa ya que infringe el derecho básico de autodeterminación que todo pueblo tiene. “No estamos haciendo más que obedecer la voluntad del pueblo que nos votó, y en un continente europeo supuestamente democrático, solo pedimos que nos den la posibilidad de elegir nuestro destino”, explica respecto a la trascendental moción que se desarrollaría en poco más de 2 semanas.
La sombra de Brexit y las posibles consecuencias negativas de una secesión sobrevuela la cuestión de la votación catalana. En adición a la presión de Madrid y la amenaza de la Liga de España de que el Barcelona podría quedar desafiliado de la competencia nacional, se suman los potenciales conflictos económicos que se generarían para las multinacionales que operan en la región. “Todos los empresarios y compañías con las que he hablado hasta ahora me han asegurado que ellos no tendrían problemas en tratar con nosotros como un Estado autónomo. Esto es algo de lo cual se habla desde hace muchos años, y todos los que viven el día a día de la región lo saben y están al tanto de lo que podría pasar, y lo aceptan”, remarca Desset.
Para quienes apoyan el movimiento independentista, el hecho de formar un Estado autónomo es casi tan importante como el tipo de Estado que vayan a formar. Y si bien no puede dar detalles de cómo sería esa organización, la proclama de Desset es clara: “Queremos construir un Estado con diferentes bases sociales y legislativas, el puntapié inicial para una sociedad más equitativa”.