Por la crisis se consume menos carnes y lácteos
Un informe privado realizado por el Centro de Economía Política de Argentina y el Instituto Proyección Ciudadano, dio a conocer una importante merma en el consumo alimentario de los argentinos.
El incremento de precios no da tregua y obliga a los consumidores a seleccionar detalladamente los productos. La baja del consumo llegó a dos principales productos de la alimentación de los argentinos, la carne y la leche. Desde el Instituto de la Producción de la Carne Vacuna Argentina dieron a conocer que el consumo per cápita marcó la caída más pronunciada desde 1958.
Los datos son consecuencia de los altos precios en productos esenciales debido a la crisis económica que atraviesa el país y que repercute de forma directa en el poder adquisitivo de los argentinos y, por consecuencia, en el consumo.
Según los informes aportados, respecto al consumo en el hogar hubo un notable crecimiento en la cantidad de ciudadanos que debieron recortar el volumen de compra en rubros como carne y lácteos. Esto, confirma la creciente tendencia a eliminar alimentos esenciales por aquellos más económicos, aunque también con aumentos, como el arroz y los fideos.
La crisis económica lleva cada vez a más argentinos a recortar en el consumo, primeramente había sido en salidas recreativas, escuelas privadas, uso taxis y remises, combustible. Los nuevos datos, revelan la comparación interanual con el informe realizado en enero de 2018 que arrojó que los encuestados recortaron su consumo en casi todos los rubros; uno de los aspectos más resonantes tiene que ver con la compra de carnes y lácteos.
Sobre la primera, el 62% dijo haber disminuido su consumo mientras que el 31% dijo seguir dentro del mismo rango, en enero del año pasado, cuando la cifra de ciudadanos que recortaron en dicho rubro se ubicaba en el 48%.
Estas cifras se encuadran en un contexto en el cual desde el Instituto de la Producción de la Carne Vacuna Argentina dieron a conocer que el consumo per cápita se ubicó en 50kg, la caída más pronunciada desde 1958.
En el caso de los lácteos, el 49% dijo haber comprado menos cantidad; una suba de 14 puntos porcentuales con respecto al 35% relevado en 2018. El 58% de los encuestados del nivel socioeconómico de bajos ingresos admitió la baja en el consumo mientras que también lo hizo el 43% de quienes ostentan ingresos medios y el 41% de ingresos elevados.
En cuanto a fideos y arroz, la muestra señala que hubo un leve incremento en el recorte de consumo. Pese a registrar suba de precios, el consumo no registró grandes saltos debido a que se muestran como una alternativa a la compra de carnes.