El peronismo confía en otro triunfo
Cerró la campaña electoral en La Pampa y nada hace presumir que el domingo vaya a haber grandes sorpresas. A pesar de la casi total ausencia de encuestas publicadas por los medios de comunicación locales, el Frente Justicialista Pampeano da por descontada una victoria amplia, en sintonía con los resultados que se vienen dando en las provincias donde ya se votó durante 2019, donde los oficialismos han retenido sin problemas los gobiernos locales. En Cambiemos el clima no es muy diferente. Con una campaña en la que trataron de despegarse todo lo que pudieron del gobierno nacional, el frente que agrupa a radicales y al PRO no parece tener grandes esperanzas de dar un inesperado batacazo en una provincia que lleva 36 años siendo gobernada por el peronismo. La incógnita es quién ocupará el tercer lugar y con qué volumen de votos.
El candidato del Frejupa, Sergio Ziliotto, se mostró confiado que la alianza que logró reunir a todos los sectores del PJ, incluido el Frente Renovador de Massa, más los partidos aliados identificados con el kirchnerismo, como Nuevo Encuentro, el Partido Comunista y el Frente Patria Grande, se impondrá el domingo y lo hizo con un discurso en el que se preocupó por pegar a su contendiente, el radical Daniel Kroneberger, con el gobierno de Mauricio Macri. Ziliotto estuvo arropado incluso el miércoles, durante el cierre de campaña en General Pico, la segunda ciudad provincial, por el gobernador Carlos Verna, que reapareció en público luego una larga ausencia producto de la enfermedad que le impidió ir por la reelección. “Íbamos a enfrentarnos a Cambiemos y ahora nos encontramos con Avancemos”, ironizó el actual mandatario, que fue el artífice central del armado de la lista de unidad que presentó como un ejemplo de lo que debería hacer el peronismo a nivel nacional.
Ziliotto además resaltó que La Pampa “es uno de los distritos del país con mejor calidad de vida”, defendió la paritaria provincial que hace que los empleados públicos, incluidos los docentes, actualicen sus salarios de acuerdo al IPC con cláusula gatillo, tiene una de las mejores coberturas de salud pública de Argentina y es superavitaria en sus cuentas públicas, por lo que la logrado escapar al endeudamiento público que padecen otras provincias hermanas. “Ese es el proyecto de provincia que tenemos que defender” recalcó.
En Cambiemos el tono del cierre de campaña fue bien diferente. “Acá no está juego una disputa nacional” afirmó Kroneberger y señaló que “ante una elección polarizada a Ziliotto le hace ruido hablar del modelo de provincia”. De hecho, el principal eje de campaña de Cambiemos estuvo centrado en la necesidad de la alternancia en una provincia que está siendo gobernada desde el retorno de la democracia por el PJ. Pero como no se puede tapar el sol con un dedo, la situación nacional se terminó colando y fue notoria la ausencia de figuras del gobierno nacional durante la campaña, se supone que por pedido expreso del radicalismo que dejó muy en claro que Macri no paga en La Pampa después de haberle ganado por paliza la interna al PRO en las PASO realizadas en febrero.
La campaña llegó a su fin sin que se conocieran encuestas en los medios locales, algo tan atípico como el hecho de que sea la primera vez que la provincia elige gobernador con fecha desdoblada con respecto a las elecciones presidenciales. El único sondeo que circuló fue el que realizó Hugo Haime, quien se refirió escuetamente a un triunfo contundente del Frente Justicialista, quien estaría también en condiciones de arrebatarle a Cambiemos el gobierno de la capital, Santa Rosa, de la mano del dirigente de la Cámpora, Luciano Di Napoli. En la misma encuesta Cristina Kirchner aparece con más del 50 por ciento de intención de voto a nivel provincial, un dato inusual en una provincia que tiene en la producción agrícola ganadera su principal fuente de divisas.
La única incógnita que parece quedar por develar es no sólo la magnitud del triunfo del Frejupa, sino quién será el que termine tercero en la contienda. La disputa es por derecha y se desarrolla entre el ex justicialista Juan Carlos Tierno, famoso por haber sido el único intendente de Santa Rosa destituido por una pueblada luego de apenas tres meses de gestión en marzo de 2008 y el pastor Daniel Robledo, que aspira a colocar un puñado de diputados evangelistas anti derechos en la Cámara de Diputados local y dejar sentado un precedente a nivel nacional sobre la potencialidad electoral de los “pañuelos celestes”, como lo hizo recientemente en las elecciones santafecinas Amalia Granata. Según la encuesta de Hugo Haime, el discurso “mano dura” de Tierno, quien ya fue tercera fuerza en 2011, obteniendo 5 de los 30 diputados en disputa, es el que tiene más posibilidades de llegar tercero, aunque la lista de los antiderechos puede llegar a obtener una importante cantidad de votos en las grandes ciudades, que es donde más está instalada la iglesia evangélica.