Kristel Candelario sentenciada a cadena perpetua por abandonar y dejar morir a su bebé para irse de vacaciones
La sentencia emitida el lunes por un juez en Cleveland marcó el desenlace de un caso oscuro y desgarrador que conmocionó a la comunidad. Kristel Candelario, una madre de 29 años, fue declarada culpable de homicidio agravado y poner en peligro a un niño por dejar a su hija Jailyn abandonada en casa mientras se encontraba de vacaciones en Puerto Rico.
Los fiscales describieron cómo los gritos desesperados de Jailyn resonaron sin respuesta en las calles de Cleveland durante las noches solitarias en las que su madre estaba a cientos de kilómetros de distancia, disfrutando de sus vacaciones. La pequeña fue encontrada muerta y deshidratada en su hogar el 16 de junio del año pasado, después de que Candelario regresara de su viaje.
La patóloga forense Elizabeth Mooney compartió en el tribunal la angustia y el sufrimiento que Jailyn debió soportar durante sus últimos días, mientras su madre disfrutaba de su tiempo libre en la playa y en Detroit. Mooney describió el abandono y el hambre extremo que sufrió la niña como un tipo de sufrimiento incomprensible para la mayoría de las personas.
Durante la audiencia de sentencia, los funcionarios, incluida la sargento de policía Teresa Gómez, lucharon por contener las lágrimas al recordar el estado desgarrador en el que encontraron a Jailyn. El fiscal adjunto del condado de Cuyahoga, Anna Faraglia, reprodujo un video que mostraba a Candelario cargando su maleta para irse de vacaciones y luego regresando a casa, minutos antes de llamar al 911 al descubrir a su hija moribunda.
Los padres de Candelario intentaron solicitar clemencia al tribunal, argumentando problemas de salud mental de su hija. Sin embargo, el juez Brendan Sheehan rechazó tales argumentos, calificando el acto de Candelario como «el máximo acto de traición» hacia su hija. Sheehan condenó a Candelario a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, enfatizando que la pequeña Jailyn merecía justicia y que su memoria nunca será olvidada.
El detective principal T.J. Powell cerró la sentencia con un poema en memoria de Jailyn, destacando la tragedia de su muerte y la necesidad de que ninguna otra niña sufra un destino similar.
La comunidad local y las autoridades esperan que esta sentencia envíe un mensaje contundente sobre la importancia de proteger y cuidar a los niños, y que casos como este nunca se repitan.