80 años después: Reinaugurada la eterna llama votiva en conmemoración al terremoto de 1944
En un evento que reunió a autoridades provinciales y la presencia destacada del ex gobernador Jorge Escobar y Alfredo Avelín Nollens, hijo del exmandatario Alfredo Avelín, se reinauguró la Eterna Llama Votiva en conmemoración al trágico terremoto de 1944. El fuego, apagado por dos años, volvió a arder en un símbolo de resiliencia y unidad.
«Esta no solo fue la peor catástrofe de San Juan, sino también de toda Argentina», expresó el gobernador Orrego, subrayando la magnitud del desastre que dejó el 80% de la estructura edilicia de San Juan en escombros. Destacó el temple de los sanjuaninos para levantarse en situaciones difíciles.
En su discurso, Orrego enfatizó la importancia de la unidad frente a adversidades, ya sean desastres naturales o desafíos económicos. La presencia de Nicolás Manrique, hijo del ex gobernador Avelín y responsable de inaugurar la Llama Votiva en 2002, añadió un toque histórico al evento.
La construcción de la Eterna Llama Votiva, propuesta por el exdirector del Servicio Penitenciario Nicolás Manrique, inició en 2002 con un equipo de internos expertos en albañilería. La obra, inicialmente concebida como una gruta, evolucionó gracias al respaldo de Avelín, resultando en un monumento inaugurado formalmente el 16 de mayo de 2002.
En un gesto simbólico, el escultor Luis Jofré, también perteneciente al Servicio, creó el Cristo, el sagrario y la puerta de ingreso a la capilla. Los internos que contribuyeron con sus habilidades fueron Ceferino Amaya, José Romero, Alfredo Morales, Pedro Rodríguez, Hipólito Gutiérrez, Raúl Páez, Montaño Herrera, Segundo Peña, Eduardo Carrizo y Héctor Ponce.
El gobernador Orrego anticipó una reunión con el presidente Javier Milei, abordando la importancia de la obra pública en la construcción de escuelas y hospitales. Señaló que replicar el modelo chileno de obras privadas es desafiante en lugares con menor tráfico de bienes y servicios.