El Hospital Marcial Quiroga reduce en un 50% los casos de internación por bronquiolitis
San Juan vivió momentos de alerta sanitaria debido a la alta incidencia de bronquiolitis en niños y niñas. Sin embargo, el Hospital Marcial Quiroga se destacó por su respuesta efectiva y exitosa al reducir en un 50% los casos de internación por esta enfermedad respiratoria. Detrás de este logro, se encontró una destacable coordinación entre los diversos sectores del hospital y la colaboración de médicos pertenecientes a la zona sanitaria IV.
Laura Orellano, jefa de Kinesiología del Hospital, explicó que, ante la inminencia de una emergencia sanitaria, fue necesario tomar medidas drásticas para reestructurar la atención del servicio de kinesiología y rehabilitación. Se implementaron cambios en el funcionamiento de las guardias pediátricas y el servicio de internación, con el objetivo de cubrir las áreas más afectadas.
El equipo de profesionales del hospital diseñó un plan de acción basado en la redistribución de la atención y la incorporación de más personal para hacer frente a la demanda creciente. Gracias al orden institucional y el compromiso de los médicos y kinesiólogos, se pudo contener la alerta por bronquiolitis de manera exitosa.
En colaboración con el doctor Walter Antuña y otros médicos de la zona sanitaria IV, se logró reforzar la atención durante el período crítico. Con esto, se cubrió adecuadamente el servicio de pediatría y la guardia pediátrica, permitiendo una atención inmediata y eficaz a los pacientes con bronquiolitis. La incorporación de un kinesiólogo permanente en la guardia también jugó un papel crucial para garantizar una atención continua y de calidad.
Una de las estrategias clave implementadas fue el uso de las Cánulas Nasales de Alto Flujo de Oxigenoterapia (CAFO) en el servicio de pediatría, lo que demostró ser una herramienta eficaz para el tratamiento de la bronquiolitis.
Claudia Páez, coordinadora de la guardia pediátrica, destacó la importancia del trabajo en conjunto entre médicos y kinesiólogos para evitar la internación y mejorar la recuperación de los pacientes. Gracias a la atención temprana y un seguimiento personalizado, el riesgo de complicaciones se redujo significativamente, logrando una disminución del 50% en los casos de internación por bronquiolitis.