Dólar soja: qué impacto tendrá en el mercado cambiario, las reservas y la emisión monetaria
Después de semanas de malos resultados del Banco Central en el mercado cambiario, con fuerte demanda de divisas por parte de importadores y casi nula oferta de exportadores que forzaron a la entidad de vender dólares para abastecer al resto del mercado, el Gobierno se decidió a reeditar el esquema de “dólar soja” que aceleró el ingreso de USD 8.000 millones en liquidaciones de exportaciones en septiembre último.
La medida, que regirá desde el lunes y hasta fin de año, aspirar a atraer liquidaciones de exportaciones por unos USD 3.000 millones según los objetivos que confiesa el ministro de Economía, Sergio Massa, sólo durante diciembre.
La inyección será un alivio para Miguel Pesce, presidente del Banco Central, que en estos días administra la escasez de dólares de libre disponibilidad y también para los objetivos de déficit fiscal que persigue el Palacio de Hacienda para cumplir con el acuerdo del FMI.
En el Gobierno destacan que la nueva edición del tipo de cambio diferencial va a tener un impacto positivo en términos fiscales, dado el aumento en recaudación por retenciones a las exportaciones que generó en septiembre. Eso ayuda a alcanzar el objetivo de un déficit máximo de 2,5 puntos del PBI pactado en el acuerdo con el Fondo.
También, la expectativa de ingreso de USD 3.000 millones al mercado puede ayudar a cumplir el objetivo de acumulación de reservas contenido en el acuerdo con el Fondo. En Economía creen que los activos externos del BCRA van a terminar el año 15% por encima del objetivo de sumar USD 5.000 millones.
Además, confían los técnicos cerca de Massa, la mayor recaudación tributaria también aliviará las necesidades de financiamiento en pesos que la Secretaría de Finanzas tiene para satisfacer en sus licitaciones periódicas de deuda en moneda local.
Pero, según analistas, la ayuda que genera el esquema no está exenta de costos. Por ejemplo, adelanta ventas al exterior que de todas formas iban a ocurrir, con lo cual “desviste santos” en el futuro.
También, al pagar más de $200 por dólar, el Banco Central se ve obligado a realizar una mayor emisión monetaria por cada dólar que compra, algo que se vuelca a un mercado cambiario en el que pesos no faltan.
Y por último, si bien aumenta la recaudación por la vía de retenciones sobre las exportaciones, lo hace a costa de pagar más por cada divisa, lo que a la larga termina siendo una forma indirecta de financiar al Tesoro con emisión.
Fuente: Infobae