Colombia: renuevan Congreso y hay puja por la primaria presidencial
Alrededor de 39 millones de colombianos irán este domingo a las urnas para elegir un nuevo Congreso y definir a los candidatos presidenciales de tres alianzas, entre las que sobresale el izquierdista Pacto Histórico en el que muchos dan por descontado un triunfo del senador Gustavo Petro. El exalcalde de Bogotá lidera hasta el momento todas las encuestas y se convierte en la mayor esperanza del progresismo para salir de la crisis del saliente gobierno de Iván Duque y hacerse cargo de los pedidos surgidos de las masivas protestas del año pasado. Además del Pacto Histórico, en el que Petro tiene como principal rival a la líder afrodescendiente Francia Márquez, en las consultas presidenciales participará la derecha con el Equipo por Colombia y la centroizquierda agrupada en la Coalición de la Esperanza. Por primera vez en unos comicios se incluirán 16 bancas para la paz, reservadas en la Cámara de Representantes a organizaciones y víctimas directas del conflicto armado.
Los seis meses de protestas callejeras iniciadas por una regresiva reforma tributaria defendida por el presidente Iván Duque, serán sopesados de alguna manera en los comicios. «Hay mucho descontento acumulado de ese proceso, y de movilizaciones nacionales fuertes en 2019 y 2021 las cuales el gobierno no supo tramitar ni canalizar. El país está todavía lejos de terminar de salir de una crisis pandémica que dejó muy golpeada a la economía, con el desempleo joven y de mujeres por las nubes», advierte Sandra Botero, profesora de Ciencia Política en la Universidad del Rosario en Bogotá.
Ilustran ese escenario las 21 millones de personas en situación de pobreza y un desempleo que supera el diez por ciento. «A diferencia de las últimas contiendas electorales, donde el tema del proceso de la paz y el conflicto armado eran fundamentales, en estos momentos la agenda pública no pasa por ahí. El tema fundamental es la corrupción, el desgobierno de Iván Duque y el mal manejo del proceso de paz», sostiene Néstor Julián Restrepo, director de la maestría en Comunicación Política de la Universidad Eafit.
Petro a la cabeza y dudas a la derecha y centroizquierda
En total son 15 los aspirantes a la presidencia de Colombia, y prácticamente hay una sola certeza: la designación del senador y exguerrillero Gustavo Petro, quien saca ventaja en todas las encuestas. En su partido, el Pacto Histórico, Petro competirá con otros candidatos menos conocidos a nivel nacional como la líder social Francia Márquez, el exgobernador de Nariño, Camilo Romero, la representante indígena Arelis Uriana y el líder cristiano Alfredo Saade.
«Petro va a ganar la consulta de la coalición Pacto Histórico, y seguramente con un porcentaje importante de votos. Eso lo va a posicionar como ‘el candidato a vencer’ para las presidenciales. Para las otras coaliciones es difícil predecir: hasta el momento son muchos candidatos tanto en el centro como en la derecha tratando con dificultad de sobresalir», advierte Botero en ese sentido.
Bajo la bandera de una política más moderada compite la coalición Centro Esperanza, liderada por Sergio Fajardo, exgobernador de Antioquia; Juan Manuel Galán, hijo de un icónico candidato presidencial asesinado en 1989 por su oposición al narcotráfico; el exsenador Jorge Enrique Robledo; el académico Alejandro Gaviria y el exgobernador Carlos Amaya.
En tercer lugar por orden de preferencia, de acuerdo a los sondeos, figura la coalición de la derecha, Equipo por Colombia. A la cabeza del movimiento, Federico Gutiérrez Zuluaga, Enrique Peñalosa y Álex Char apuestan por una continuidad económica y social del gobierno actual, con la tradicional defensa de la policía y las fuerzas armadas. Hay tres candidatos más que no se medirán en las consultas interpartidistas e irán directamente a la primera vuelta: Óscar Iván Zuluaga, del oficialista Centro Democrático; Íngrid Betancourt, quien hace su reaparición política luego de ser secuestrada por la guerrilla de las FARC; y Rodolfo Hernández, exalcalde de Bucaramanga que tuvo un rápido crecimiento en las encuestas.
Restrepo menciona a este último como un «outsider de la política colombiana» y apunta que es importante seguirlo porque «podría llegar a una segunda vuelta con Petro y tendríamos una lógica muy diferente a lo que todo el mundo espera». En tanto, el director de la organización Somos Ciudadanos, Felipe Pineda Ruiz agrega que el desgaste de la figura del expresidente Álvaro Uribe y sus múltiples procesos penales han socavado su credibilidad y disminuyen las posiblidades de la derecha. «En la anterior elección al Congreso Uribe fue el senador más votado con 800 mil sufragios. Esta vez su partido, Centro Democrático, sentirá el remezón de no contar con ese respaldo electoral. La otra mitad de la caída de la derecha colombiana es atribuible al mal desempeño de Duque como presidente», plantea el investigador social.
Las legislativas, ¿opacadas por las primarias presidenciales?
Para algunos analistas es probable que haya cambios importantes en la nueva composición del Congreso. «Creo que al Pacto Histórico le va a ir muy bien. Habrá nuevos partidos entrando como el Nuevo Liberalismo, y veremos cómo se reconfiguran los tradicionales. De esa composición depende qué tanta gobernabilidad tendrá el próximo gobierno y con quién debe negociar para materializar su agenda», explica Botero.
Pero al votarse el mismo día, ¿las consultas presidenciales podrían opacar la importancia de las elecciones legislativas? «Sin duda las consultas son un ejercicio democrático interesante, pero le han quitado visibilidad a las elecciones del Congreso: elecciones paralelas, con tarjetones electorales cuyo diseño cambió, están generando mucha confusión en el electorado», entiende Botero aunque Pineda Ruiz, piensa lo contrario: «El hecho de que las consultas sean el mismo día que las elecciones legislativas reduce el abstencionismo, que para los comicios al Congreso colombiano históricamente se sitúa por encima del 50 por ciento. Y esa reducción desfavorece a las candidaturas tradicionales de la derecha basadas en la compra de votos, el clientelismo y el dinero».
Lo que queda claro para Pineda Ruiz es que la lista más votada, sea la que sea, no tendrá la mayoría absoluta, lo que significa que el nuevo presidente de Colombia tendrá que armar una coalición con múltiples partidos. Por su parte, Restrepo señala que las legislativas en Colombia se habían convertido en unas elecciones «muy operativas, muy de base clientelar por así decirlo, donde el patronazgo y la corrupción es muy alta, mientras lo que han hecho las consultas presidenciales es dinamizar la campaña electoral, darle un auge ideológico que no teníamos en Colombia».
16 bancas reservadas para la paz
Como gran novedad de estos comicios, se incluyen 16 bancas para la paz en la Cámara de Representantes que corresponden a las víctimas del conflicto armado. Las curules de paz forman parte del pacto que condujo al desarme de las FARC, la otrora guerrilla más poderosa del continente. Si bien con el acuerdo menguó por un tiempo la guerra interna, la violencia está renaciendo con fuerza. Varios de los 167 municipios donde serán elegidos los diputados de las víctimas están bajo el fuego cruzado de los grupos armados que se financian del narco, lo que hace temer por la seguridad y transparencia de estas votaciones.
Para Pineda Ruiz esta inclusión de 16 bancas constituye «un gran paso y abre la posibilidad de que zonas marginadas y afectadas históricamente por la violencia tengan representación en el Congreso». El único problema, entiende el investigador, es que «muchos de los candidatos son aliados de los paramilitares, por lo que no todas las bancas las ganarán representantes de víctimas y desplazados».
El mismo desánimo expresa Restrepo: «Al final estas 16 bancas van a volver a ser parte de esa mala usanza tradicional de la política colombiana al servicio de unos caciques regionales, no para lo cual fueron creadas, que era para darle visibilidad a las víctimas que tuvieran voz y voto en el Congreso de la República».
Fuente: Pagina12