En el Día Mundial de la Encefalitis Autoinmune, conocé la historia de superación de Ernestina frente a esta enfermedad
Hoy, 22 de febrero, se conmemora el día mundial de esta enfermedad que consiste en la inflamación del tejido cerebral que, si además se inflaman las meninges, se denomina meningoencefalitis. Aunque se trata de una enfermedad poco frecuente en nuestro entorno, se trata de una dolencia grave, con un alto índice de mortalidad y que puede dejar secuelas en los supervivientes. Ernestina Guevara Rivera tiene 12 años y es una sobreviviente que junto a sus padres y su hermana pudó afrontar la encefalitis logrando pasar de no tener movilidad en su cuerpo a lograr caminar nuevamente y hacer sus actividades como antes de la enfermedad.
Sus padres comentaron como fue todo el proceso que desencadenó la Encefalitis Autoinmune (EA), “empezó a manifestar trastornos de la conducta y el sueño muy marcados, nerviosismo. Todo empezó con un simple desmayo algo común, donde ya había comenzado a tener algunos trastornos del lenguaje.”
“La encefalitis autoinmune comienza presentándose asi como síntomas psicológicos o psiquiátricos, también tener manifestaciones físicas como movimientos involuntarios, debilidad en algún miembro superior o inferior, como distonia o atonía, en el caso de Martina nos costo bastante llegar a la conclusión de que enfermedad tenia. La encefalitis fue diagnosticada en Buenos Aires, Ernestina de a poco perdió la capacidad de moverse, tragar, la de hablar y quedo como en un estado de catatonia no podía moverse. La encefalitis autoinmune tiene múltiples causas en los casos mas comunes provocadas por los quistes o tumor en ovarios o por otros casos mas raros como desbalances en el sistema simpático parasimpático del cuerpo que hace que esto se provoque. En el caso de Ernestina fue la materia blanca que envuelve, y vendria a ser el cerebelo lo que controla el movimiento, que se vió afectado, entonces ella perdió la capacidad de moverse hasta la actualidad que ahora si puede realizar actividades.” Relató su papá Maximiliano.
Después de un largo tratamiento comenzó a recuperar la movilidad y los síntomas que habían quedado por la inflamación del cerebro y las cicatrices que quedan por asi decir en su cerebro,por eso, Ernestina tiene una distonia y atonía del lado izquierdo medicada y tratada actualmente. Es todo un proceso como volver a nacer. Ella empezó a comer y a hablar y caminar, muy de a poco.
En la actualidad ella lleva una vida normal y tiene varias actividades. Es una enfermedad que detectada a tiempo tiene cura y tratamiento.
La historia de Ernestina revela la fortaleza que tuvo a través de sus padres y que junto a ella y los profesionales de la salud que la trataron lograron salir adelante y emprender otro camino: el de superación frente a la encefalitis autoinmune.