Lo siento, no hay encuestas disponibles en este momento.

Todos los detalles del viaje de Alberto Fernández a China

El Gobierno tratará de activar una parte del swap de monedas si se complica el acuerdo con el FMI. Hay una larga lista de inversiones en infraestructura.

Aunque las restricciones pandémicas le quitarán la pompa de otras giras presidenciales, el viaje de Alberto Fernández a China será clave para el futuro de Argentina. En 2004, cuando Néstor Kirchner visitó China con una inusual y visionaria comitiva de 350 personas entre ministros, gobernadores y empresarios, hubo un salto de calidad en la relación bilateral, que Cristina Fernández de Kirchner llevó a Asociación Estratégica Integral.

Muchos presidentes ya habían ido, incluso el dictador Videla. A Alfonsín lo recibió Deng Xiaoping. Fueron Menem y De la Rúa. Pero el kirchnerismo tuvo en China un socio que buscó a la Argentina con interés nacional estratégico. El presidente Fernández era entonces jefe de Gabinete y ahora quiere retomar la senda, que con Macri, pese a sus muchas citas con Xi Jinping y a los mercados que logró abrir su embajador Diego Guelar, fue zigzagueante por taras ideológicas en la Casa Rosada, sobre todo en inversiones estratégicas, que se intentaron voltear.

Fernández va a Beijing en una visita demorada por la pandemia, para asistir a los Juegos Olímpicos de Invierno, boicoteados por Estados Unidos y aliados, y para celebrar 50 años de lazos bilaterales con la República Popular China. Va además como presidente temporal de la CELAC, interlocutora de China en la región. Y un punto alto de la gira será la firma del ingreso formal a la Iniciativa La Franja y la Ruta, un megaproyecto de conectividad global con diversas ramificaciones, según confirmó a Cash el embajador Sabino Vaca Narvaja.

Tras una escala en Moscú para encontrarse con Vladimir Putin, con quien hablaría de inversiones y cooperación sanitaria (el rol de la vacuna Sputnik fue vital en detener la pandemia en Argentina, como el de la china Sinopharm), Fernández volará sobre la Gran Muralla China para arribar al aeropuerto pekinés y alojarse en formato burbuja sanitaria con su corta delegación en el hotel Yanqi, lo cual no es una concesión a Joe Biden: el hotel se llama así porque lo bordea el lago homónimo. Por el contexto sanitario, solo la capital será su destino, para otra vez quedarán Shanghai, corazón económico chino, u otra ciudad.

Las inversiones chinas en Argentina

Hace dos años que se preparan proyectos para relanzar los lazos con China. En diciembre pasado, el canciller, Santiago Cafiero, recibió al embajador chino Zou Xiaoli y le entregó una nota, adelantada por la revista “DangDai”, donde figuran 16 obras que Argentina quiere priorizar. Hay cuatro para rehabilitar trenes del Belgrano Cargas, San Martín, Roca y una modernización integral; una de vivienda; dos viales (como las conexiones físicas vía los puentes Chaco–Corrientes y Santa Fe–Paraná); una de acueductos y plantas de tratamiento; una de gasoductos y siete de energía.

Este último sector es clave. Incluye la central nuclear IV con la tecnología Hualong y sería la mayor inversión china en el país, con transferencia de tecnología, por más de 8 mil millones de dólares, lo que duplica la que hasta ahora era la más importante, las represas Kirchner y Cepernic en Santa Cruz. 

Sobre estas últimas, hace pocos días Vaca Narvaja logró con Gezhouba, la estatal china a cargo, asociada a Electroingeniería, una adenda financiera que actualizó contratos y destrabó las obras. Fue una muestra de confianza de China, pues Argentina aún no firmó la renegociación con el Fondo Monetario Internacional, lo que hace que potenciales inversores estén a la expectativa de cómo quedará la capacidad de pago argentina y su nuevo perfil para tomar deuda (intereses, prima de riesgo, costo de los seguros y reaseguros). Acuerdos así dan pie también a especulaciones sobre mayores acercamientos financieros a China, o a Rusia, si con el FMI se empantana.

También se firmará la ampliación del parque solar Cauchari de Jujuy, el mayor en su tipo en Latinoamérica. Lo ejecuta Power China. Y otra novedad es que la Secretaría de Energía de la Nación y el grupo CET avanzarán en el contrato para mejorar la red eléctrica del Área Metropolitana de Buenos Aires, que involucra en esta primera etapa 1100 millones de dólares. Se trata de una nueva Estación Transformadora y más de 500 km de tendido eléctrico de alta y extra alta tensión, la mayor de este tipo en el AMBA en 30 años. China Electric Power Equipment and Technology (CET) es parte del grupo estatal chino China State Grid Corp. of China (SGCC), un gigante presente ya en 40 países de Asia, África, Sudamérica, Europa y Medio Oriente.

Para cerrar el capítulo energético, las carpetas que lleva Fernández para negociar con Xi son otras obras de trasmisión y distribución eléctrica, la hidroeléctrica “Potrero del Clavillo – El Naranjal” (Tucumán—Catamarca), el parque eólico/solar “Cerro Arauco”, en La Rioja, y obras de energías renovables.

El swap de monedas. además del FMI

Según pudo saber Cash, los bancos centrales de Argentina y China preparan, en el marco de la gira, una activación del swap de monedas vigente por el cual, prácticamente sin pagar intereses, China podría ayudar a mejorar el nivel de reservas disponibles del BCRA, al margen del principio de acuerdo anunciado el pasado viernes con el FMI.

“Es mejor eso que ensanchar el swap y generar dependencia”, dicen en el Gobierno. Desde los gobiernos kirchneristas y aun el macrista para acá, Argentina y China han tenido convenios de intercambio de monedas. Hoy equivalen a 18 mil millones, casi la mitad de todas las reservas argentinas. Si se ejecutan, o sea si los yuanes se cambian a dólares y se utilizan, devienen en un crédito por el cual el Banco Popular de China cobra intereses, se cree que en torno a 7 por ciento. El acuerdo ahora sería que China daría un permiso especial de cesión de un porcentaje de esos yuanes prácticamente sin intereses, para ayudar a la Argentina en esta coyuntura.

Minería y telecomunicaciones

Se realizará un Foro Virtual Empresario con anuncios sobre minería (en especial litio), transferencia de tecnología desde Argentina a China a través del INVAP con la venta de reactores para radioisótopos medicinales, autos eléctricos (Chery anunciaría una fábrica, acaso en Santa Fe), educación, cultura, defensa, promoción del fútbol, turismo y agronegocios. 

El embajador Vaca Narvaja quiere que la visita sirva para empujar el nuevo consulado que planea tener en el centro geográfico de China, la pujante ciudad de Chengdu. La agenda será acotada: solo dos días para que Fernández y sus pocos acompañantes vean a Xi en un banquete, asistan a los JJOO y visiten a la delegación deportiva argentina, al canciller Wang Yi y a otros funcionarios, echen un vistazo a la Ciudad Prohibida y la Gran Muralla si da el tiempo y el presidente reciba un honoris causa en la prestigiosa Universidad de Tsinghua.

Respecto de la tecnología de telecomunicaciones 5G, no habrá grandes anuncios. El negocio no es entre Estados sino entre cableoperadores. Este año debería licitarse el espectro argentino y Huawei, la firma perseguida por Estados Unidos, va a competir. Ya pisa fuerte en Brasil, Chile y Uruguay con 5G, para citar mercados cercanos con gobiernos nada “antiestadounidenses”.

“Las visitas presidenciales son propicias para cristalizar el trabajo realizado y delinear las principales actividades de los próximos años. Habrá anuncios económicos y marcarán la agenda inmediata futura”, dijo Luciano Tanto Clément, cónsul de Shanghai.

Los empresarios del sector son optimistas. Para Ernesto Fernández Taboada, director del Consejo Argentino Chino, “será un viaje positivo, afianza amistad, negocios e inversiones. Hace muy poco viajó el canciller Cafiero a Estados Unidos. O sea, refleja un nuevo mundo multipolar. En rigor, Occidente no invierte aquí hace tiempo, como sí hacen Rusia, China o aun India. ¿Por qué no visitarlos? Hay quienes se oponen a China. América Latina está teniendo buenos lazos con China por una relación complementaria muy interesante. Ahora bien, no cabe esperar masivas inversiones, está pendiente el arreglo con el FMI, del que China es un socio fuerte. No acordar con el FMI es no acordar con China. Sus empresas esperan eso para invertir. Y ahí sería muy importante el rol de bancos chinos como el EximBank o el de Desarrollo, fondean hasta el 85 por ciento de cada obra”.

A su vez, el bodeguero Antonio González, del Capítulo China de la Cámara del Asia y asiduo visitante a las ferias chinas donde Argentina promociona sus vinos, dijo que “Fernández será un invitado especial del gobierno chino a los JJOO, y eso va a implicar seguramente un relanzamiento de la cooperación comercial chino argentina dentro de un marco de reciprocidad y beneficio mutuo”.

*Director periodístico de DangDai y profesor de las especializaciones sobre China en la UNLP y la UNDef.

FUENTE PAGINA12