El gran Libertador: El IPV prepara un sorteo de casas para marzo y buscan definir quiénes podrán participar
Son tan sólo 20 departamentos, pero generarán una gran expectativa y demanda debido a que están ubicados en un lugar privilegiado de Rivadavia. Se trata de un cupo de viviendas del Barrio Gran Libertador, de avenida Libertador y Meglioli, que se sorteará a través del Instituto Provincial de la Vivienda ( IPV). La inscripción de los interesados, que previamente deben estar en el padrón general del organismo, está prevista para fines de febrero, mientras que el sorteo se llevará a cabo en marzo, según estimó el director de la repartición, Marcelo Yornet. Lo que falta definir es quiénes podrán anotarse, ya que las ideas que se barajan giran en torno a que sean personas que residan en Rivadavia y Capital o que también lo hagan en Rawson, Chimbas y Santa Lucía, es decir, el Gran San Juan. Eso sí, en cualquiera de los casos, no tienen que ser titulares de una casa, por lo que pueden estar viviendo con familiares o bajo un alquiler.
El complejo habitacional comenzó a construirse en 1994 a través de la Cooperativa de Vivienda y Consumo San Juan Ltda, pero la empresa encargada de la obra quebró y las obras se paralizaron totalmente en 1996. Desde entonces, el lugar, ubicado en una zona de un alto valor inmobiliario de Rivadavia, quedó con una imagen desoladora, con departamentos construidos a medias y un predio cubierto de residuos y escombros. A su vez, los adjudicatarios y sus herederos encararon durante años la lucha para retomar la edificación (ver recuadro). La gestión uñaquista apretó el acelerador para destrabar la obra en 2017 y dos años después licitó la continuidad y la construcción a nuevo de los departamentos.
El complejo habitacional comenzó a construirse en 1994 a través de la Cooperativa de Vivienda y Consumo San Juan Ltda, pero la empresa encargada de la obra quebró y las obras se paralizaron totalmente en 1996. Desde entonces, el lugar, ubicado en una zona de un alto valor inmobiliario de Rivadavia, quedó con una imagen desoladora, con departamentos construidos a medias y un predio cubierto de residuos y escombros. A su vez, los adjudicatarios y sus herederos encararon durante años la lucha para retomar la edificación (ver recuadro). La gestión uñaquista apretó el acelerador para destrabar la obra en 2017 y dos años después licitó la continuidad y la construcción a nuevo de los departamentos.
Desde ahí armarán el padrón definitivo de anotados, los que irán a sorteo en marzo. Yornet recordó que para acceder a la vivienda se debe cumplir con los requisitos básicos del IPV, como que el titular no tenga una casa propia y, si sale como adjudicatario, no tiene que darle un destino comercial, sino que es para que viva ahí.