Lo que está en juego es una política soberana
El embate de un prolongado mal
La situación sanitaria derivada del Covid-19 parecía controlada en la provincia y el país, pero de la noche a la mañana se amplificaron los casos de infección, generando una nueva ola de contagio en masa que crea incertidumbre. Por “suerte” este último domingo se quebró la racha alcista de contagiados en San Juan, con una disminución considerable de casos. Esto ha generado cierto alivio, desde ya todos cruzamos los dedos deseando que ceda la intensidad de la onda.
Se pueden aproximar algunas reflexiones acerca de las causas de la crisis de contagios:
Una está vinculada a la apertura de las restricciones y en relación al comportamiento de la población frente a las mismas. Un comportamiento que tiene que ver con la necesidad de expansión y libertad de movimiento individual de las personas, luego de dos años de necesarias restricciones que crearon estados de ansiedad profundos en la población.
Con la llegada de las fiestas y la estación estival esto se ha profundizado. Así vemos centros turísticos abarrotados de viajeros, en muchos casos sin tomar las medidas elementales de cuidado como el uso de barbijos. Una reacción no controlada luego de dos años de “encierro”. Lo que es incentivado por medidas económicas tomadas por el gobierno nacional para favorecer al sector turístico y de gastronomía, muy apoyados por los empresarios del mismo.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es la expansión de la economía nacional que está recuperando los niveles de actividad anteriores al inicio de la pandemia. Que ha generado mayor circulación de trabajadores por la creciente actividad industrial y comercial que se manifiesta en mayor cantidad de gente en la calles con los subsiguientes cuidados más desparejos.
Por suerte este nuevo oleaje del Covid-19, con sus variantes que parecen no ceder en cuanto a su regeneración, nos encuentra con una población altamente vacunada, lo que nos da cierta protección, “pero no para tirar manteca al techo”-
Esta situación favorable tiene que ver con el esfuerzo que realizó el gobierno nacional para garantizar la obtención de distintos tipos de vacunas que actualmente se producen en el mundo. Esto último a pesar de las distintas críticas provenientes de sectores liberales de Juntos por el Cambio, intentando generar incertidumbre en la población y el consiguiente descrédito político del gobierno. “La Argentina ha aplicado casi 78 millones de vacunas contra el coronavirus, la segunda mayor cifra de Sudamérica después de Brasil. El 84% de la población tiene al menos una dosis, el 72,9% tiene dos y un 14% ya ha recibido una tercera de refuerzo. Los movimientos antivacunas son minoritarios en el país…” (Ver: https://elpais.com/sociedad/2022-01-07/como-llego-sudamerica-a-liderar-la-carrera-mundial-de-vacunacion.html)
La pandemia del Covid-19 y sus efectos, con las distintas variantes en que fue mutando la cepa inicial, se prolongarán en el tiempo, con imposibilidad absoluta de erradicación permanente. Por lo que se pone en evidencia la necesidad de generar vacunas nacionales que nos liberarían de la presión de las grandes empresas farmacéuticas vinculadas a las potencias imperialistas. El país cuenta con los recursos científicos, tecnológicos, profesionales y materiales para concretarla, hace falta la decisión política del gobierno nacional para realizarla. En este sentido “Un grupo de investigadores y referentes del área de ciencia, tecnología y salud, se encuentra impulsando un pedido de firmas para que se promueva la investigación y desarrollo de una vacuna de patente argentina. Uno de los impulsores, el bioquímico e investigador, Horacio Micucci, dijo que «se necesita el apoyo total del Estado y fondos para que pueda realizarse» y consideró que es un tema de «soberanía nacional«. (Ver: http://www.periferiaciencia.com.ar/noticia.php?n=3325)
Es necesario, además, generar mayor conciencia en la población de lo prolongado, casi permanente, del combate contra este flagelo que nos agobia. Se deben tomar medidas ejemplares en los sectores de la producción y el trabajo; generando conciencia en los ámbitos educativos, por su vínculo directo con los padres, niños y jóvenes, inculcando la necesidad de los cuidados. Para eso se necesita la decisión política de los gobiernos nacionales y provinciales que aporten con presupuesto necesario y suficiente para la Salud integral. Tanto la atención pública como privada deben garantizar los medios para dar un eficiente combate a esta enfermedad.
La negociación por la deuda con el FMI
Iniciamos el mes de enero con muchas actividades vinculadas al tema de la deuda externa. Son intensas las reuniones vinculadas al préstamo de 57.000 millones de dólares que el Fondo Monetario, con el acuerdo del gobierno estadounidense de Donald Trump, otorgó a la Argentina para salvar de la debacle económica y electoral al gobierno de Cambiemos entre los años 2018-19.
Préstamo, que el mismo Mauricio Macri presidente en ese momento, confesó hace poco, en un programa periodístico, muy suelto de cuerpo, que el mismo no se había solicitado para resolver un problema productivo de emergencia, sino que, muy por el contrario, se utilizó para garantizar la fuga de las inversiones especulativas de fondos de capitales internacionales, comúnmente denominados buitres.
Como dijo el gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá, con ese préstamo no se construyó ni una alcantarilla, ni una vereda para el país. Es por lo tanto una deuda política odiosa y debe ser resuelta en consecuencia, mediante la investigación, el no pago mientras se negocia, y llevar a la justicia a los responsables internacionales y nacionales de tamaña estafa. (Ver: https://www.youtube.com/watch?v=yvCzoynvKSo)
La reunión del presidente Alberto Fernández y su Ministro de Economía Martín Guzmán, con los gobernadores, el día 5 de enero de 2022, dejó nítidamente en claro que las negociaciones con el fondo están estancadas, en un punto muerto.
Las diferencias económicas con el FMI están referidas, según el ministro de economía Martín Guzmán, entre “…esencialmente un programa de ajuste de gasto real (la pretensión del Fondo) versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía” (Visión del gobierno nacional). A ningún argentino medianamente inteligente se le podría ocurrir decir que en el país no ha habido un tremendo ajuste estos dos últimos años, y no dejaría de ver que la reactivación económica se inclina hacia sectores productivos principalmente del mercado externo. Más exportación para garantizar saldos de dólares y complacer a los acreedores.
Pero las diferencias entre las partes parecen no estar vinculadas sólo a los aspectos económicos, como así pretendió afirmar en reunión Martín Guzmán, sino que tienen que ver también con diferencias políticas, entre los países mandantes hegemónicos en el fondo- EE.UU., Alemania, Japón, etc.- y la posición geopolítica del gobierno argentino.
En este sentido hay que tener en cuenta que el Frente de Todos está formado por elementos de muy diversas características políticas, el mismo es un variopinto de visiones políticas en disputa permanente. En este sentido EE. UU., principal accionista en el Fondo, con cerca del 20% de las acciones, no ve bien la posición del gobierno argentino con relación a Cuba, Venezuela, Bolivia, Perú, el novel Gabriel Boric en Chile, con el posible desenlace de la situación en Brasil en el corto tiempo, etc., a cuyos gobiernos aquella potencia mira con desconfianza con relación a su estrategia global.
La entronización de Alberto Fernández como presidente de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños), con el apoyo de aquellos países sospechados, además de posible concurrencia de Alberto Fernández a los juegos olímpicos de primavera en Pekín, -China, son platos pesados de muy difícil digestión para el imperialismo Yanqui.
Como, además, dentro del Frente de Todos EE. UU ubica a sectores políticos con posiciones y enfoques importantes en las decisiones del gobierno nacional, como el kirchnerismo, que tiene alineamientos muy definidos con potencia rivales a su estrategia mundial, como China y Rusia, hacen de la negociación por la deuda, un tema muy complicado y de difícil solución rápida.
En unos días el Ministro de Relaciones Exteriores argentino viajará a Estados Unidos a reunirse con Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano. Este viaje se realiza en el marco de las negociaciones con el FMI. Como decíamos más arriba que negociará el canciller allí: ¿una firme posición que incluya la investigación de la deuda? o ¿pondrá en juego la soberanía argentina renunciando a una posición geopolítica independiente?, ¿se pondrán en juego nuestros mares, nuestros ríos, nuestros recursos económicos? Todo puede ser en el afán del gobierno argentino de conseguir el apoyo de EE. UU. para un arreglo con el FMI. Esto nos pondrá de rodillas frente al mismo por más de una década. Así lo afirmó el presidente argentino en la reunión de gobernadores: «El problema con el FMI va a trascender mi mandato, y el que venga. Por lo menos, estará presente en los próximos 10 años«. Aun así, remarcó: «Yo creo que vamos a llegar a una reestructuración positiva para Argentina, pero este es un punto de partida«.
Una salida popular es posible
La negociación de la deuda externa, tanto privada- con los fondos buitres-, como la institucional- con el Fondo Monetario-, de la forma que la ha encarado el gobierno nacional va por un camino equivocado. La deuda debió ser investigarla por el Congreso Nacional, determinar que parte es legítima, cual es odiosa- constituyendo por lo tanto una estafa para el país-, determinar cuáles fueron los responsables nacionales e internacionales de la misma y que paguen con cárcel y sus bienes. Nuestro partido, el PTP-PCR opinamos claramente sobre este tema, en todas las manifestaciones a las que tuvimos posibilidad de expresarnos: en las luchas en las calles, con sus Diputados Nacionales, Juan C. Alderete y Verónica Caliva.
Entendemos, como también lo expresan amplios sectores del Frente de Todos, que el camino para enfrentar esta estafa es denunciar y no cansarse de denunciar la estafa del FMI y Cambiemos, y señalar el camino equivocado del gobierno nacional frente al tema.
En relación a este camino hablan de una consulta popular al pueblo argentino para que se exprese democráticamente sobre el tema, otros ya han puesto en circulación una denuncia ante el tribunal de la Haya para que trate el tema. Todas estas acciones son válidas, generando una amplia concientización de que este problema de la deuda nos incumbe a todos por que en lo inmediato afecta a nuestras vidas, pero para el futuro es una grave hipoteca para nuestra descendencia.
Debate y escisión en el PJ-San Juan
Luego de las elecciones del 14 de noviembre, las diferencias en el seno del Partido Justicialista de San Juan se han hecho en extremo evidentes. Estas divergencias entre el Giojismo y el Uñaquismo son innegables desde hace varios años. En la campaña electoral de 2021, para elegir diputados nacionales trabajaron separados y, con objetivos políticos no coincidentes. Esto perjudicó la unidad del Frente de Todos que, de esta manera trabajó a media máquina.
El triunfo muy ajustado del Frente de Todos en la provincia, conducido por Sergio Uñac, fue una voz de alerta para todos por el crecimiento de Juntos por el Cambio en la provincia. “El Frente de Todos ganó perdiendo”. Este hecho en vez de apaciguar las diferencias internas las profundizo. En ningún momento la dirección del Frente convocó a las fuerzas del mismo a participar de un debate autocritico por lo sucedido, por el contrario, se comenzó a difundir a través de medios de comunicación “amigos”, la posibilidad de cambiar el Sistema electoral en la provincia, barajando la posibilidad de reintroducir en el mismo una versión remozada de la “ley de Lemas”, algo que divide en vez de unir.
De repente, durante la última sesión del año de la legislatura provincial, en el marco del tratamiento del presupuesto provincial, el 16 diciembre de 2021, cuando todos nos preparábamos para celebrar las fiestas de fin de año, sin decir «¡agua va!», sobre tablas, el ejecutivo provincial reformó el Código Electoral Provincial. La dirección de Frente amagó por el este y ataco por el oeste, desconcertando a todos.
Este hecho tomó por sorpresa a todos los diputados- digamos casi todos- tanto del oficialismo como de la oposición. El pueblo se “bautizo” con la medida, con los hechos consumados, horas después de acaecidos a través de los medios de difusión, varios de los cuales también fueron sorprendidos por la reforma de la Ley N° 1268-N, CÓDIGO ELECTORAL PROVINCIAL, vigente hasta el 16 de diciembre por sanción de la ley reformadora: 2348-N
Este hecho legislativo de carácter bochornoso promovió la partición del bloque de diputados del Partido Justicialista y la repulsa pública de todos los diputados de la oposición que también fueron tomados por sorpresa por manejo espurio de un sector político del oficialismo uñaquista.
Los diputados Juan Carlos Gioja, Graciela Seva y Leonardo Gioja, afines a la agrupación interna justicialista: “Lealtad peronista” que dirige José Luis Gioja, promovió una acción judicial para que la justicia dejará sin efecto la reforma del Código Electoral Provincia (CEP)
El PCR-PTP, en un comunicado criticó la forma y la fecha en que se trató el tema. Debemos aclarar que en su momento fuimos críticos de las PASO, pero la reforma del código electoral provincial merece un debate y un tiempo adecuado para modificar la misma por uno mejor. Esta reforma se realizó «Entre Gallos y Medianoche», de manera que nadie pudiera opinar con cierta meditación y sensatez. Parecía más un ardid político para beneficiar a un sector en particular, más que tratar de unir a las fuerzas populares para afrontar con fuerza el trecho que queda para recorrer hasta 2023.
Entendemos que es posible avanzar en el camino de la unidad popular, pero para ello se necesita entereza y grandeza política para intentar ampliar el debate en el seno del pueblo y reducir las apetencias particulares. Así lo demostró el PTP-PCR en el transcurso de la campaña electoral de 2021, en la que trabajó codo a codo con todos los sectores del Frente para dar vuelta o por lo menos disminuir la diferencia con el resultado de septiembre, en las que fuimos derrotados ampliamente.