Por una solución popular, nacional y democrática
Tres años de gobierno de la llamada ‘Alianza Cambiemos’ (integrada por el Pro, de Maricio Macri; la Ucr, de Alfredo Cornejo y de la Coalición Cívica, de ‘lilita’ Carrio), han hundido al país en una profunda crisis económica, financiera, social y política. Con una tremenda inflación que se descarga particularmente sobre los sector populares.
1. Es una crisis económica descomunal porque la actividad productiva decrecerá este año en más de -2,4% y se espera que para todo 2019 caiga por debajo de -0,5% (Datos del presupuesto 2019 señalados por el Ministro de Economía de la Nación, Nicolás Dujovne)
2. Financieramente el Estado Argentino no puede hacer frente a los pagos internacionales sin el auxilio del Fondo Monetario Internacional. La presidenta de éste, Cristine Lagarde, monitorea y regentea nuestra economía por encima de las instituciones soberanas del país.
3. Es una grave crisis social, que es muy grave por su impacto sobre los más desposeídos, porque ha incrementado la pobreza a niveles superiores a 2015, en septiembre se calcula que será superior al 33% y con posibilidades de seguir creciendo, dado que lo más más grave de la recesión económica se producirá en el último trimestre de 2018. Se palpa cotidianamente que han crecido la indigencia, el hambre y la desnutrición a niveles desconocidos. Se han incrementado los despidos en el Estado y en la actividad privada, por el achique y cierre de numerosas áreas estatales y de empresas de todo tamaño.
Los que más sufren esta política de despidos son los trabajadores estatales. Desde enero a agosto de 2018 los despidos netos han sido más 30.000, de los cuales casi 15.000 son de esta área. Desde 2015 ha cerrados más de 9.500 empresas, especialmente PyMEs, con más de 130.000 trabajadores en la calle.
Se han reducido al mínimo el poder adquisitivo de los jubilados y pensionados (más del 70% de los beneficiarios sistema -6.000.000- que cobran la asignación mínima: $8630), producto de la inflación y el robo que se hiso con la reforma jubilatoria de diciembre de 2017.
La incontrolada inflación carcome los salarios y jubilaciones de los trabajan y frena la actividad productiva de las PyMEs y empresas nacionales que trabajan para el mercado interno producto de la presión importadora sin control; las que exportan, que son las menos, se salvan por la devaluación de peso argentino. Los únicos beneficiados son un pequeño grupo de grandes exportadores de la producción cerealera y minera argentina que manejan a discreción los dólares de las liquidaciones por las ventas y están protegidos por los funcionarios de este gobierno.
Las provincias sufren la angustiante reducción de la coparticipación federal de impuestos y la sequía de fondos para obras públicas necesarias para incentivar la producción.
4. La angustiante situación del pueblo ha devenido en crisis política ante la debacle económica del gobierno. frente este fracaso consumado, una artera y mal intencionada campaña pergeñada por los asesores políticos de Macri y publicitada por los grandes medios de comunicaciones afines al gobierno, intentan dividir al pueblo en falsas opciones: corrupción-anticorrupción, con la aviesa finalidad de producir una falsa grieta que les permita capear el temporal y engañar electoralmente al pueblo en 2019.
Toda esta grave situación es producto de la instrumentación de una política que pone el acento en el ajuste para el pueblo con el objetivo de ‘frenar la inflación’, pero el pueblo intuye por el contrario que para contener la misma debería seguir una política diametralmente opuesta que es acentuar la actividad productiva y el crecimiento armónico de país.
Argumentan falsamente que es necesario resolver el Déficit Fiscal primario con achique del Estado y la economía real, pero se hacen los distraídos con el Déficit por pago de los intereses por deuda contraídas que debemos pagar a los fondos buitres y capitales especuladores, que han hecho crecer la deuda Externa del país en 130 mil millones de dólares desde 2015 a la fecha. Dólares que en vez de ir a la producción se han fugado a través de la ‘bicicleta financiera’.
Para un país el equilibrio fiscal es una condición necesaria económicamente pero no suficiente. Una nueva política económica en manos del pueblo debe poner el acento en la producción con crecimiento de la actividad productiva para resolver los desequilibrios macroeconómicos. En este marco la acción decidida a través del gasto público puede ser determinante para el crecimiento y desarrollo.
Tres son las patas en las que se sustenta el proyecto político del gobierno de la ‘Alianza Cambiemos’
1. Ajuste económico para el pueblo
2. Colosal endeudamiento externo con capitales especulativos hasta llegar al límite de no poder pagar
3. Mantener una estructura económica primarizada (producción y venta de materias primas con poca industrialización) en manos de un grupo de exportadores extranjeros que lucran con el trabajo de millones de argentinos, fugando hacia el exterior las divisas que hoy son necesarias para contener la devaluación.
El resultado catastrófico de estas políticas nos ha llevado a pedir auxilio a las instituciones del capital imperialista, como son el Fondo Monetario Internacional y su presidenta Cristine Lagarde, arrodillarnos ante el presidente de EE.UU. Donald Trump y ponernos contento con los guiños que nos hace el imperialismo chino con sus swap de divisas.
Pero existe una solución popular, nacional y democrática
Podemos salir de este atolladero al que nos ha llevado el ‘macrismo’. Para ello el pueblo no debe abandonar las calles enfrentando las políticas del gobierno, frenarlas para evitar sus consecuencias. Profundizar la lucha social y política para conseguir un gran unidad opositora popular.
Una gran unidad política en la que el pueblo debe avanzar, aglutinando a todos los sectores políticos opositores al macrismo en un gran frente popular, nacional y democrático, que conquiste el gobierno nacional e imponga un proyecto con un nuevo desarrollo productivo que haga realidad Pan, Trabajo, Producción, Terrra, Techo, Educación, Salud y Bienestar y mejor calidad de vida para todos los argentinos.
Cómo hacer realidad estos anhelos
Para hacer realidad estas propuesta el PTP-PCR postula que la crisis la deben pagar con un impuesto extraordinario quienes se han beneficiado con las distintas políticas oligárquicas durante los últimos ’70 años, que se son los grandes exportadores de cereales y mineros y las empresas imperialistas del automotor.
Avanzar en la nacionalización de la Banca extranjera, del comercio exterior y el control de las divisas fortaleciendo el peso argentino con producción.
Es necesario fortalecer el mercado interno mediante la inversión privada y estatal, fortaleciendo a las PyMEs con créditos con bajas tasas de interés, para ello debemos incentivar el consumo popular, sobre la base de incrementar el empleo productivo cambiando la matriz productiva, fortaleciendo la industria nacional.
Es necesario la integración nacional, regional y provincial con políticas que pongan la atención unidad territorial del país, sobre una justa distribución de fondos coparticipables
Todo esto se puede hacer con el ahorro interno, que hoy se fuga a través de la especulación de los capitales golondrinas, y obligando al retorno de los capitales argentinos existentes en el exterior y los ‘paraísos fiscales’. De esta manera no sería necesario recurrir al Fondo Monetario internacional, ni al endeudamiento externo con la secuela del pago de abultados intereses.
POR UN NUEVO DESARROLLO PRODUCTIVO
POR UN NUEVO GOBIERNO DE AMPLIA UNIDAD POPULAR