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Djovne reconició que «se cometieron errores»

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció que el Gobierno buscará llevar a 0 el déficit primario para 2019, reduciéndolo un 1,3 por ciento respecto del programa acordado con el FMI hace dos meses. Para alcanzar ese objetivo, Dujovne adelantó que se realizarán recortes presupuestarios en inversión pública, remuneraciones y gastos corrientes y en subsidios a las tarifas de energía y transportes, mientras que los ingresos se generarán a partir un impuesto transitorio de «derechos a las exportaciones», sin revertir la quita de retenciones. Dujovne no pudo esconder el oscuro panorama económico que atraviesa el Gobierno y reconoció que «la recesión de este año va a ser más pronunciada que la que preveíamos», mientras que se negó a estimar hasta cuándo y cuánto continuará la suba del dólar.

«Hemos cometido errores», reconoció Dujovne y describió «la situación difícil» para los «argentinos y argentinas que la están pasando mal, que les cuesta llegar a fin de mes, que les cuesta pagar las tarifas y los precios suben». Sin embargo, y a pesar de los «errores» reconocidos, Dujovne volvió a apuntar a la sequía en el campo, la depreciación de las monedas de los países emergentes, la suba de tasas en Estados Unidos y a los «cuadernos de la corrupción kirchnerista», como los culpables de la crisis económica y financiera.

Horas antes de viajar a Washington para renegociar el acuerdo con el FMI con el objetivo de lograr el adelanto de desembolsos que estaban contemplados para 2020 y 2021 —más allá del mandato presidencial de Macri— para cubrir los huecos financieros de 2019, el titular del Palacio de Hacienda señaló que el déficit cero será el objetivo para las cuentas públicas el año próximo y aclaró que el déficit cero será en las cuentas primarias, o sea, sin contar el pago de intereses de deuda acumulada en los 30 meses de gestión de Cambiemos.

Al momento de anunciar las medidas fiscales que se tomarán para alcanzar reducir el déficit primario a cero por ciento en 2019 —un ajuste de 6 mil millones de dólares extras—, Dujovne adelantó recortes por 0,7 por ciento del PBI en inversiones públicas, en 0,5 por ciento en subsidios a transporte y energía, y en 0,2 por ciento en remuneraciones y gastos corrientes.

El impacto de esas medidas de ajuste se traducirán en menos obra pública, aumento en las tarifas de servicios de luz, gas y agua, y una reducción de la masa salarial de los empleos. Mientras que en el caso de los subsidios al transporte, el ministro resaltó que pasará a ser responsabilidad de los gobiernos provinciales y municipales.

Las medidas para aumentar los ingresos a las arcas estatales no significarán finalmente la suspensión de la baja a las retenciones a la soja y la restitución de las retenciones al trigo y el maíz, como se especuló el fin de semana, y a pesar de las disculpas ensayadas al sector agropecuario por el presidente Mauricio Macri en su discurso previo.

La primera medida señalada por el ministro de Hacienda será el aumento en ingresos por rentas de la propiedad e ingresos de capital y luego explicó la aplicación del pago de «derechos a las exportaciones» para todos los sectores a partir de enero de 2019 y de manera inmediata sobre las exportaciones de materias primas del agro. Según detalló el ministro, el pago del «derecho de exportaciones» será de carácter transitorio hasta 2020 e implicará 4 pesos por cada dólar exportado en materias primas, y de 3 pesos por dólar para el resto de los sectores.

Aunque suman el pago de «derechos de exportaciones» de manera inmediata, el sector agroexportador mantendrá la quita de retenciones, que ya estaban en cero por el trigo y el maíz, y se adelantará el cronograma de baja para la soja, llevándolo de una sola vez al 18 por ciento de forma inmediata.

Respecto de las medidas de asistencia para las sectores más vulnerables, que Macri adelantó en su discurso desde la Casa Rosada con el pago un bono en septiembre y diciembre en las AUH, el ministro solo admitió que se utilizará la cláusula del gasto social firmada con el FMI de un 0,3 por ciento del PBI, sin más precisiones ni promesas de renegociación en ese punto.

El ministro prometió que la renegociación con el FMI le permitirá al Estado no solicitar nuevas préstamos, más allá de la renovación de los bonos ya emitidos, para cubrir los huecos fiscales y destacó que la buena voluntad mostrada por los organismos internacionales refleja: «La voluntad de que la Argentina no fracasé para evitar volver a la recetas populistas».

El tono de acusación sobre las gestión kirchnerista se repitieron en el discurso de Macri y en el del titular del Palacio de Hacienda, quien también recurrió a argumentos contrafácticos como la comparación con Venezuela, pero frente a las preguntas de los periodistas tuvo que defenderse: «No somos un grupo de sádicos que quieren hacer experimentos». Frente a cómo continuará la devaluación del peso frente a la corrida del dólar, el ministro se excusó: «No podemos dar una estimación de cuánto va a estar el dólar».

En cuanto a las expectativas para la economía 2018, el ministro admitió: «Vamos a estar revisando las cifras en los próximos días, asumiendo que la recesión de este año va a ser más pronunciada que la que preveíamos».

Fuente Página 12