El 12 de septiembre, fortalecer el espacio de lucha y debate
A tan solo días de las elecciones PASO, todos los frentes electorales ya se han desplegado con fuerza en esta primera etapa de la campaña electoral. El objetivo lo tienen puesto en sostener su núcleo duro de votantes y, tratando de captar la atención de los desencantados e indecisos en el marco de una elección atípica debido a la pandemia.
El gobierno nacional ha puesto a sus ministros y funcionarios en la calle, para dar la batalla fundamental en un distrito clave como lo es la provincia de Bs As desde el punto de vista electoral, debido a la cantidad de habitantes.
También han puesto a la cabeza de la campaña el presidente Alberto Fernández, junto con Cristina Kirchner, Máximo Kirchner y Sergio Massa, realizando actos e inauguraciones de obras junto con los candidatos y trasmitiendo ideas a la gente de porque deben seguir acompañando al Frente de Todos. El hecho de que las principales figuras del F de T se metan de lleno en esta campaña, tiene que ver con lo que venimos analizando en distintas editoriales de Protagonismo Popular, que es la apatía y el rechazo de una porción importante de la población que no quiere participar de esta elección, es decir que no quiere ir a votar.
Esto tiene que ver con el descontento producto de una situación sanitaria, social y económica delicada y, por el otro porque no considera que las PASO sean definitorias. Es verdad que las elecciones del 14 de noviembre son las “reales” o, las “que valen” por decirlo de alguna manera, eso desalienta las ganas de ir a votar. Pero también es cierto que los resultados de las mismas marcarán una tendencia, que influirán las elecciones de noviembre que son las que deciden la composición del futuro Congreso Nacional, ahí reside la importancia de participar en esta instancia.
En esta campaña las polémicas planteadas por las principales fuerzas electorales, que son el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, giró más que nada en torno a las chicanas, a las acusaciones, a hacer declaraciones altisonantes para instalar figuras, pero no se han discutido proyectos y soluciones de fondo para los problemas de los argentinos. Ha sido una campaña cruzada por los “carpetazos” tanto de un lado como de otro, pero pobre en contenido sobre qué proyecto de modelo y de desarrollo de país proponen los distintos frentes y, de qué manera se van a concretar.
Hasta ahora los pronósticos de los resultados que hacen todas las encuestadoras son una incógnita, la mayoría prevén una elección pareja, con un triunfo ajustado del F de T. Para ello se toma como muestra principalmente la provincia de Bs As que, que se toma como parámetro para hacer una proyección nacional de los resultados.
En lo que sí hay acuerdo en las encuestadoras, es en que el porcentaje de participación va a disminuir respecto a las elecciones anteriores, y si se toma como muestra lo sucedido en las elecciones de Misiones, Jujuy, Salta y Corrientes, donde hubo una importante cantidad de voto en blanco y abstención.
Interrogantes
Los distintos escenarios que emanarán de los resultados de las PASO, abren una serie de interrogantes sobre la situación económica, y sobre una serie de medidas que el gobierno puede tomar, dependiendo de cuan ajustados sean esos resultados.
Para seguir adelante con su programa el gobierno el gobierno nacional debe ganar las elecciones, pero quienes integran el F de T con una mirada crítica como el PTP-PCR, peleamos por un triunfo para impedir el retorno de Macri. Lo que no implica que estemos de acuerdo con la estrategia económica del proyecto nacional, pero sí con muchas de las medidas que está tomando el gobierno. De hecho, tenemos un programa para salir de esta crisis que se expresa y sintetiza en nuestras diez medidas, que propagandeamos buscando sumar adhesiones para imponerlas cambiando la correlación de fuerzas dentro del Frente.
Escenarios que se abren
Si, a pesar de la mejora de la actividad económica relativa que se percibe respecto del año pasado, al gobierno no le alcanza para ganar con comodidad las PASO, el foco seguramente lo pondrá en determinar qué medidas económicas podrían tomarse para mejorar las chances hacia noviembre:
Si pierde el FdeT o triunfa de manera muy ajustada, lo más probable es que el gobierno tome medidas económicas destinadas a inyectar pesos en el mercado interno para estimular el consumo, generando una cierta sensación de reactivación producto de esa masa de dinero que puede ser volcado a los bolsillos de los trabajadores, los jubilados, los planes sociales etc., con el objetivo de corregir el resultado electoral. Hay consultoras que dicen que habría unos 100.000 millones de pesos que el Banco Central estaría en condiciones de poner en el mercado interno para que se vuelquen al consumo. Desde ya que estas serían medidas cortoplacistas, que generaran inflación, ampliaran el déficit fiscal, etc. Medidas que posiblemente aporten al objetivo electoral, pero generarían resultados contraproducentes para el país en el largo plazo.
Ahora bien, con un triunfo abultado del FdeT en las PASO, es probable que el ministro de economía Guzmán se sienta con mayor espalda para avanzar con su programa de reducción del déficit, para cumplir con el programa del FMI y un posible arreglo en el corto plazo.
Es probable que con este triunfo el gobierno se concentre en resolver ese “cabo suelto”, que desde que asumió ha sido su prioridad principal. Que consistirían en una serie de medidas que faciliten el acuerdo con el Fondo, para de esta manera volver a poner a nuestro país en la vidriera de las inversiones del mundo; “posibilitando” el desembarco de “inversiones” que reactiven la economía y generen empleo. Como lo hemos dicho también desde que asumió el gobierno, esto sería un nuevo error, que más que liberarnos de un peso, que es la negociación de la deuda, nos ata y nos limita a cumplir con los “estándares” que el FMI le imponen a cada país acreedor para poder pagar sus deudas. Lo que es sencillamente recorte en el gasto público, en las jubilaciones, en salud, educación, gasto social, planes sociales, etc. Lo que implicaría grandes perjuicios para el pueblo.
Trabajo y planes sociales
Cabe mencionar que hay una gran discusión sobre el futuro de los programas sociales y los 13 millones de trabajadores que están desocupados, precarizados, fuera de convenios colectivos, etc.
Por declaraciones del mismo gobierno, tanto del presidente Alberto Fernández, como del Ministro de Desarrollo Social de la Nación Juanchi Zabaleta, plantean convertir los planes sociales en trabajo. Por supuesto que todos estamos de acuerdo con que hay que dejar atrás el asistencialismo y remplazarlo por trabajo genuino, el tema, es cómo.
Según algunas estadísticas los trabajadores que se encuentran por fuera de los convenios colectivos de trabajo, es decir no registrados es mayor al 50%. Es más, un informe del Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular (RENATEP) da testimonio de que en 7 provincias de nuestro país el número de trabajadores informales, el cual es más alto que el de los trabajadores de la actividad privada. Este informe da un panorama claro de la delicada situación laboral que viven millones de argentinos.
Ahora bien, cuando el gobierno nacional habla de convertir los planes sociales en trabajo da como ejemplo a los trabajadores rurales, que a partir de este año podrán incorporarse a la temporada de cosecha y ser registrados por el empleador y continuar percibiendo beneficios sociales, como pueden ser el Potenciar Trabajo, la AUH o la tarjeta alimentar. Si esto se traslada a la industria lo que nos da como resultado es una formula ya probada, que es el programa empalme, es decir que el estado subsidiaría parte del salario de los trabajadores, cuya intención es la de reducir el costo laboral. Nos preguntamos: ¿esto no es más subsidio a las empresas? Hecho que se profundizaría luego del arreglo con el fondo, porque ese ejército de reserva, de trabajadores desocupados, se incrementará, quedando disponibles como mano de obra barata ante una posible reactivación producto de la llegada de inversiones extranjeras.
Hay que dejar claro que esto no es una solución de fondo y pesa sobre el salario del resto de los trabajadores, por lo tanto, es correcto que el movimiento obrero en todas sus variantes dé debate sobre este tipo de propuestas, y también políticamente proponer una alternativa a este plan.
Cambiar la ecuación
Como venimos insistiendo desde nuestro partido es necesario dar vuelta la ecuación y pensar que el Estado puede generar fábricas, producir tanto para el mercado interno como externo, agregar valor a las materias primas a través de la industrialización y generar trabajo estable y de calidad que perdure en el tiempo.
Es por eso que desde el PTP-PCR debemos pelear por un triunfo del FdeT pero protagonizando y fortaleciendo nuestro partido ante este escenario complejo, para imponer otro programa y cambiar la correlación de fuerzas dentro del frente. Es importante que los movimientos sociales se fortalezcan para instalar un candidato, como lo es Daniel Menéndez de SOMOS, pero se necesitan aún más diputados del campo popular para avanzar en otra dirección.
El desarrollo de nuestro partido en la provincia y la fuerza con la que ha salido a encarar la campaña por el FdeT, nos entusiasma, nos alienta e incluso sorprende a las fuerzas aliadas. En la mayoría de los departamentos los comités del partido recorren las barriadas entregando las diez medidas para salir de la crisis y los votos del FdeT, participamos activamente de la fiscalización de los votos y cada local se va transformando en un comité de apoyo al FdeT.
Todo esto con el objetivo puesto en que lo central que se define en esta elección es avanzar con el FdeT que es un ámbito donde tenemos mejores condiciones para discutir nuestro programa y nuestras reivindicaciones, o volver al pasado con la derecha liberal de Macri que nos propone ajuste, represión, endeudamiento y entrega de nuestro país.
FUENTE: PROTAGONISMO POPULAR