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En 7 provincias ya hay más trabajadores de la economía popular que privados

El Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular llegó a los 2 millones 800 mil inscriptos. Creado para conocer qué características tiene el trabajo informal en la Argentina –quiénes integran el sector, cómo generan sus ingresos, en qué actividades–, en su último informe, que acaba de ser presentado, resaltan cuatro datos: En siete provincias del NOA y el NEA los trabajadores inscriptos en el Renatep superan a los del sector privado. El trabajo informal está feminizado. La mayoría de los trabajadores de la economía popular son jóvenes. El 75 por ciento de los inscriptos no tiene un plan social, como supone el prejuicio instalado por los medios hegemónicos.  

Principal forma productiva: las siete provincias en las que el Renatep tiene más inscriptos que los registrados en el empleo privado (SIPA)  son Catamarca, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta y Santiago del Estero.  «Esto nos muestra que en esas provincias la forma productiva dominante es la que está relacionada con la economía popular. Las condiciones productivas y laborales en esas provincias son las que existen en la economía popular, que lamentablemente son aquellas en las que la vulnerabilidad social y productiva son muy marcadas, lo que repercute en los ingresos y las condiciones de vida de la población. Por eso es tan importante formalizar y desarrollar la economía popular, para que las desigualdades sociales y territoriales que tiene la Argentina vayan disminuyendo», explicó Pablo Chena, Director Nacional de Economía Social y Desarrollo Local

Trabajadoras: la feminización en la economía popular es bien nítida. El 57,4% de les trabajadores del Renatep son mujeres. Este dato puede ser mejor dimensionado si se recuerda que, mientras que en la economía informal son mayoría, en el mercado laboral privado -es con un empleo en blanco en una empresa- las mujeres son minoría y sólo ocupan el 32,9%.

“En sus trayectorias laborales, las mujeres siguen siendo más precarizadas, informales y peor remuneradas”, explica el informe. Vale tener presente que como consecuencia, en la Argentina la pobreza está feminizada, es decir que hay más mujeres pobres que varones pobres. 

Jóvenes: La población de la economía popular es marcadamente joven. La edad promedio del trabajador de la economía popular es de 33 años. Se ve así cómo la franja que más dificultades tiene para encontrar empleo busca generarse ingresos a través de la economía popular.

«El Renatep tiene el objetivo de visibilizar una realidad que ya existe, que es esta: los jóvenes se concentren en el trabajo de la economía popular, donde tienen menos derechos -cuando los tienen,- que en el empleo registrado. Eso es algo a entender porque está vinculado al futuro», señaló Sonia Lombardo, directora del Registro Nacional de Efectores Sociales y funcionaria a cargo del Renatep.

«El Registro tiene que ser un insumo para pensar políticas que impulsen el desarrollo productivo y económico de sus trabajadores, para que mejoren sus condiciones y accedan a derechos laborales. Porque en su mayoría no tienen ni siquiera un monotributo social, no acceden a una obra social, no tienen aportes jubilatorios ni ART».  

Planes sociales:  Sólo el 25 por ciento de los trabajadores de la economía popular tienen un plan Potenciar Trabajo. Dicho al revés: el 75 por ciento no tienen planes sociales. Este número era previsible para quienes están bien informados sobre el tema, sobre el que los medios hegemónicos mienten desde el principio de los tiempos, en su cruzada por demonizar cualquier avance de la organización social.  Otro dato resulta más sorprendente, y es que apenas el 22 por ciento de les trabajadores de la economía popular perciben la Asignación Universal por Hijo, y por lo tanto la Tarjeta Alimentar.  

Trabajos sostenido por el Estado: Desde el informe anterior, de mayo de 2021, hubo un crecimiento de los trabajadores de infraestructura social, que es el rubro en el que entran los albañiles del Plan de urbanización de barrios populares y las de las cuadrillas de mejoramiento barrial. Estos son trabajos pequeña obra pública que sostiene el estado, que se financian con una parte del impuesto a la compra de dólares y del aporte a las grandes fortunas. El número de estos trabajadores pasó de 192 mil a 234 mil desde mayo a agosto. A modo de aproximación, puede verse ahí la generación de 40 mil puestos de trabajo, aunque conviene tomarlo como dato condicional porque la inscripción en el Renatep no es obligatoria, ni significa que los nuevos inscriptos no estuvieran trabajando desde antes.  Pero es una tendencia a seguir con atención. 

FUENTE: Página 12