En su día, el testimonio de vacunadores que día a día combaten el COVID-19
Desde 2019, cada 26 de agosto se conmemora en Argentina el Día Nacional del Vacuandor y la Vacunadora, en homenaje al nacimiento del doctor Albert Sabin, creador de la vacuna oral contra la poliomielitis, la cual junto a la creada por el doctor Jonas Salk frenaron la pandemia que asoló al mundo en 1956.
Esté día se instauró en el país a través de la Ley 27.491 para reconocer la tarea, el esfuerzo y el compromiso del personal sanitario que busca inmunizar para prevenir enfermedades.
Es por eso que los que ejecutan día tras día esta profesión en la provincia, cuentan con emoción su experiencia en este camino como vacunadores.
Luna Verónica, que trabaja en el Centro de Vacunación del Polideportivo de la Escuela San Martin, cuenta: “Mi función es llegar y ver a los pacientes, evaluar que estén tranquilos; si están nerviosos los trato de calmar, les doy la charla, en caso de seguir nerviosos, intento tranquilizarlos brindándoles seguridad, y que se sientan tranquilos. Posteriormente evaluó que las vacunas estén en condiciones, comienzo a cargar, trato de ser precisa con eso y luego comienzo a vacunar, siempre tratándolos con empatía porque vienen nerviosos, con miedo al inyectable. Con respecto a la reacción de la gente, vienen muy enojados o con la mejor de las energías pero la mayoría se van de mi burbuja agradeciéndonos y eso me genera más ganas de ponerle el pecho y la cara a esto día tras día».
«Anteriormente trabajaba en una clínica haciendo espirómetrias y también trabajaba de enfermera. La pandemia ha cambiado toda la rutina en mi vida pero pese a esos cambios, hago lo que me gusta con pasión y ganas. La verdad que me he dado cuenta que me encanta esto, me encanta estar con el paciente, realmente me apasiona lo que hago».
Yessica Irazoque, también trabaja en el Centro de Vacunación del Polideportivo de la Escuela San Martín: «Empecé con todo el tema de los hisopados, después me pasaron a la parte de guardia del Centro de Salud Báez Laspiur, hasta que finalmente me capacité en lo que es vacunas; una vez capacitada, cuando se abrió el polideportivo me llamaron para estar acá».
«Una vez que me incorpore acá, la rutina se volvió parte de esto. La misma comienza a partir de las ocho de la mañana y a veces las burbujas son de diez u ocho personas, dependiendo de la vacuna».
«Esto es ponerle todos los días una buena onda porque hay de todo tipo de gente, por eso siempre hay que poner mucho de uno, hablar con la gente con respecto a las medidas de prevención pese a la colocación de la vacuna, todos los cuidados que deben tener en caso de reacciones generales y demás. Se les da toda una charla para que el paciente se vaya conforme a su casa».
«Hay que tener en cuenta que si bien la vacuna cumple una función para mantener el tema de inmunidad en el sistema, no es mágica, todos nos podemos enfermar y por eso hay que seguirse cuidando, eso tratamos de hacerle ver a la gente cuando viene. El tema de la prevención es fundamental».
He visto todo tipo de reacción pero lo que tenemos acá es que preparamos muy bien a la gente, entonces se van conformes y tranquilos. La mayoría se van contentos a su casa
Fátima Páez, trabaja en el centro de Vacunación del AutoVac del Híper Libertad, ella cuenta que «trabajó en otro lugar y ahí también hacia lo que era atención primaria, además prestábamos servicio acá. El día a día es un poco intenso, mucha gente pero bien, estoy contenta, me gusta lo que hago».
«Con respecto a la gente, he visto de todo. Hay gente muy agradecida, otros un poco más preocupados, con muchas dudas, es lo normal. Tratamos contenerlos y tranquilizarlos para que se vayan conformes».
Orlando García, también cumple funciones en el Autovac del Hiper Libertad, es enfermero de neonatología y lo han rotado al AutoVac. El cuenta que previo a poder estar trabajando allí, tuvo que capacitarnos para este nuevo trabajo: «Esto para mí es muy nuevo, está muy lindo».
“Como experiencia es buenísima porque ha modificado toda mi rutina, una vez que termine este trabajo volveremos a nuestros respectivos lugares».
«Es todo muy nuevo, yo no estaba acostumbrado a este trabajo, tiene su cuidado y hay que tener su conocimiento. Además, se siente bien porque podés ayudar a las personas a prevenir y cuidarse”.
«Con respecto a la gente, los he visto muy agradecidos y contentos por poder vacunarse, hasta ahora no hemos tenido ningún problema. Como experiencia me ha gustado muchísimo», cerró.