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Guzmán apuesta a la nueva línea de créditos del FMI para estirar plazos

El ministro de Economía Martín Guzmán regresó de la cumbre del G20 en Venecia habiéndose anotado un poroto importante en su “lobby” por eliminar los sobrecargos para los países que piden prestado al Fondo Monetario Internacional (FMI) por encima de su cuota y con la confirmación de que el organismo de crédito multilateral discutirá un reparto más equitativo de los 650.000 millones de dólares de Derechos Especiales de Giro (DEG) que llegarán a las arcas de los gobiernos que lo conforman a partir de agosto.

El funcionario apuesta a matar dos pájaros de un tiro. Es que el flamante Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad anunciado por Kristalina Georgieva se conformaría con los DEG de las naciones que no necesitan utilizar de esos recursos y así podrían cederlos a los más pobres y los emergentes que estén atravesando situaciones de stress financiero, como Argentina. Así, surgiría una nueva línea de endeudamiento con menores tasas y plazos más largos, más acordes con las actuales necesidades de financiamiento de la economía mundial, y el gobierno de Alberto Fernández apunta a acoplarse a este nuevo crédito en cuanto esté disponible, por al menos una parte de lo que se debe devolver, mediante la inclusión de una cláusula cuando se firme el arreglo.

We at IMF are proposing SDRs onlending to create a Resilience+Sustainability Trust to support #climateaction.
It can offer lower rates&longer maturities to create fiscal space for mitigation, adaptation, transition, esp. for low-income/highly vulnerable middle-income countries.— Kristalina Georgieva (@KGeorgieva) July 11, 2021

En el Palacio de Hacienda recuerdan que el país “renunció” al Stand-by firmado por Mauricio Macri por 56.000 millones de dólares. De ese monto llegaron sólo 44.000 millones y el oficialismo optó por no tomar los 12.000 millones restantes. Ahora bien, en septiembre y diciembre deben cancelarse 1.800 millones en cada caso correspondientes a los primeros vencimientos de capital, y el año que viene la friolera de 18.000 millones. Una cifra inmanejable.

Los estatutos del FMI sólo contemplan períodos de repago de hasta diez años, en el caso de los acuerdos de Facilidades Extendidas (EFF, por sus siglas en inglés) como el que busca Guzmán. Y si bien esto arrojaría un período de gracia de cuatro años y medio, implicaría fuertes desembolsos en los cinco años y medio siguientes, cuando también recaen los primeros vencimientos de la deuda privada reestructurada en 2020. También inviable.

Es por eso que en Economía podrían utilizar los USD4.300 millones que llegarían en agosto en concepto de los DEG para cancelar los compromisos con el organismo de este año, mientras continúan las negociaciones para transformar el Stand-By en EFF, para luego acceder a la nueva línea que se crearía con el Fondo de Resiliencia, más “aggiornada” a la economía mundial actual, que también estará disponible para otras naciones en situación similar, con menores costos, y más plazos.

En ese sentido, desde el Palacio de Hacienda destacan que “hasta Georgieva reconoce que tanto el Stand by como el EFF están pensados para economías que ya no existen”, más ligadas al siglo XX que al XXI.

Al mismo tiempo, la contundente declaración del G20 del sábado pasado contra las sobretasas del FMI impulsada principalmente por Guzmán -que en el caso de Argentina implican un drenaje de USD1.000 millones anuales en intereses- van en el mismo sentido de aliviar la carga de deuda de los próximos años a los países que cayeron a los pies de la entidad multilateral, un tema que también formó parte de las bilaterales que mantuvo el ministro en Italia, así como el apoyo a la tasa del 15% para las multinacionales.

«Si esto avanza como pareciera ser, y que hay quórum, se romperá la barrera y habrá aperturas a nuevos programas de financiación del Fondo más allá del Stand by y el EFF», se entusiasman en Economía.

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FUENTE: BAE NEGOCIOS