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EL FRACASO DEL PROYECTO LIBERAL

Momento Político

EL FRACASO DE MACRI ES EL FRACASO DEL PROYECTO LIBERAL

La Argentina tiene “dueños”, es decir, terratenientes, grandes empresarios, monopolios extranjeros y bancos, que manejan la producción y la finanzas del país a su conveniencia, se quedan con las ganancias que produce el país con el esfuerzo de los trabajadores de la ciudad y del campo, y se lo llevan fuera del país en forma permanente.

Todo el plan de Macri, desde que asumió el gobierno, fue orientado a congraciarse con esos sectores, de los cuales él es parte, para convencerlos, seducirlos a que devuelvan al país las ganancias que tienen en los paraísos fiscales y las inviertan en reactivar la producción. Ha fracasado. Incluso todo lo que hizo y hace para congraciarse con esos “dueños “del país le sale al revés.

Con el dólar liberado y a casi 30 pesos, los agroexportadores especulan con la venta de la soja, el maíz y el trigo. Con las tasas de interés por las nubes, igualmente siguen sacando el dinero del país y lo llevan hacia otras latitudes.

Sin consuelo ante ésta realidad, Lilita Carrió le pide a la clase media que gaste sus “ahorros”, que de “propinas y changas”, para que circule dinero en la economía y derrame a los más pobres. Hasta parecería una receta con matices keynesianos, pero oculta que los verdaderos ahorros del país, los tienen un puñado de empresas que controlan el comercio de la alimentación (grandes supermercados), las empresas petroleras y mineras, los terratenientes y comercializadoras de granos, las empresas de servicios y los bancos. Esos mismos sectores para los que Cambiemos creó las mejores condiciones y le respondieron con el bolsillo.

Macri aplicó la receta liberal perfecta, ajuste en el estado, bajos salarios y más flexibilidad para los trabajadores, seguridad jurídica para los capitalistas, y por eso fue recompensado por el FMI y el G7 cuando pidió ayuda. Pero no dio los resultados que el pueblo, que lo votó en dos elecciones seguidas, esperaba.

El problema es que las teorías liberales se aplican en benéfico de los empresarios de los grandes países capitalistas, los mismos que hoy nos quitan “el ahorro”, o sea las ganancias que produce el país y sus trabajadores.

Cambiemos culpa a los trabajadores de los problemas del país, culpa a los desocupados, le pide ayuda a las clases medias, pero no ‘toca’ el problema principal. El dinero necesario para reactivar la producción argentina lo produce el mismo país pero un puñado de “dueños” lo saca al exterior permanentemente.

«Desazón ante el fracaso»

Ante la evidente ‘insolvencia’ del Gobierno de Mauricio Macri, en muchos sectores de la sociedad argentina se ha instalado un sentimiento de desazón, de tristeza y resignación. Hay gente que cree que éste no supo hacer las cosas, pero todavía no lo etiqueta de delincuentes como al gobierno anterior, pero, por otro lado, hay gente convencida de que no quiere gobernar para el pueblo. Pero lo esencial es que en mesas de discusión se habla de que esto no va más, que hace falta un cambio, los más descontentos hablan del recambio del presidente.

Con los “micrófonos abiertos” todo el mundo de la política- la oposición- jura que van a ayudar al gobierno a llegar al 2019, pero que quieren ganarle en las elecciones. Parecen sinceros, pero en este país no se puede descartar nada.

Dentro del mismo cambiemos, algunas figuras tratan de diferenciarse de Macri. Es el caso de Maria Eugenia Vidal. En la otra vereda la Iglesia, como grupo de poder, está muy dolida con Macri por el tema del aborto. Dentro de las cúpulas de las Fuerzas Armadas también hay malestar por este tema y entre la sub oficialidad hay bronca por el escaso aumento salarial y el rechazo al proyecto de sumar al ejército en la represión interna. Sectores sindicales peronistas hasta ahora conciliadores se han unido a dirigentes peronistas de centro derecha para reflotar la candidatura del salteño Urtubey.

El kirchnerismo de Cristina, en política mantiene un perfil bajo, pero en lo sindical y en las calles está acumulando fuerzas para ser parte, con Cristina como candidata o como decisora, del gran frente que especula podría formarse para derrotar a cambiemos.

En este contexto Sergio Uñac se reunió públicamente con dirigentes peronistas de la provincia de Buenos Aires, como Fernando Espinoza y Verónica Magario, referente Kirchneristas de la Matanza y, por otro lado, el alfil del gobernador, Emilio Baitrocchi, en una entrevista televisiva realizó críticas a la política del gobierno nacional. Evidentemente Uñac está buscando su lugar dentro de la interna del frente del peronismo que pretende desplazar a Macri.

La desazón y desconcierto que aqueja la gente, incluso en provincias como San Juan donde no ganó Macri, con el correr de la crisis económica y social se puede transformar en bronca. Situación que como ya vivimos en nuestro país no va a diferenciar a gobernantes de ningún color político, se va expresar contra todos. Esto es lo que quieren evitar los distintos proyectos de recambio que elucubran el peronismo de centro derecha, la iglesia y el sindicalismo “de los gordos”. Ellos quieren llevar al pueblo a optar en el 2019, por un cambio pero sin cambio, es decir políticos distintos pero que no discuten programa económico, ya sea porque no lo tienen o porque acuerdan con el proyecto liberal.

«El proyecto popular»

El fracaso de Macri, no se explica por una maldición de nuestro país, por un problema cultural o genético de los argentinos. Es el fracaso del proyecto liberal. Pero existe y tiene una solución popular.

Un gobierno popular que tome las medidas correctas, puede solucionar los grandes problemas del país. Hay que cambiar la política que hoy solo beneficia a un puñado de “dueños” y empezar a gobernar para la inmensa mayoría que trabaja y produce las riquezas del país.

Es posible una política estatal que gestione nuestros recursos naturales de forma que su explotación, ya sea en la agricultura, la minería, la industria o el turismo genere una cadena de valor en el país. Que la explotación de las materias primas sea el puntapié para la industrialización en las regiones y que con las ganancias, administradas por el estado a través de instrumentos financieros propios, sean orientadas a la re inversión en la diversificación de la producción.

Un estado popular, deberá invertir en la producción y en los servicios. Deberá incentivar y apoyar la asociación de pequeños productores, fundamentalmente ayudándolos en la comercialización de sus producciones en el mercado interno y el exterior. Los recursos energéticos y los servicios públicos esenciales deben ser gestionados por el estado y los usuarios, y no dejar a merced al pueblo de la voracidad de los monopolios que nos venden nuestra energía a precios internacionales.

El Gobierno popular, poniendo el acento en reactivar la producción para garantizar salarios y rentabilidad a las grandes mayorías debe avanzar en recomponer el sistema de salud y educación del país.

«El gobierno de Uñac»

En San Juan nos gobierna un heredero. Sergio Uñac es un continuador de la política que llevó adelante José Luis Gioja. Gobierno que en esencia fue liberal, con una impronta populista.

La “segunda reconstrucción” de Gioja fue liberal porque apostó a “generar condiciones” para vender la imagen de San Juan a las grandes empresas extranjeras. Incluso antes de ser gobernador, Gioja, trabajó para darle beneficios a las inversiones privadas en minería, y por esa razón llegó Barrick a San Juan. En su gestión desplazaron de la policía minera a todos los que cuestionaran o pusieran incomodo al monopolio mega minero, como fue el caso de excelentes funcionarios del Estado (Cesar Pelusa Eguaburo, por citar un ejemplo).

Profundizó el modelo de diversificación e inversión capitalista en el campo y proyectó obras hidráulicas en beneficio de los grandes terratenientes. Durante su gestión desaparecieron miles de productores del campo de San Juan.

Desde el gobierno Gioja decidió no enfrentar el poder central del país, sino negociar “obras” para San Juan, mientras que resigno federalismo en el debate de la distribución de los recursos. Tibiamente intentó un proyecto de túnel por el norte de la provincia para romper la dependencia con el puerto Atlántico, pero chocó contra el poder de la pampa húmeda que mantiene su hegemonía en el país.

Sergio Uñac, como heredero de ese proyecto se encontró con varios condicionantes importantes. Llegó al poder de la provincia en el final de la fiesta mega minera, con los yacimientos en vías de cierre y sin perspectivas de nuevas inversiones. Con una actividad agrícola principal como es la vitivinicultura en crisis por la caída del consumo en los mercados nacionales e internacionales. Además que es gobernador de una provincia altamente dependiente de los recursos nacionales y con un presidente de color político distinto.

Él no intentó cambiar la matriz del proyecto giojista, solo darle otra impronta desde la propaganda. Pero continúa apostando al campo sin campesinos, es decir a la inversión de capitales en la actividad agrícola, como por ejemplo la ganadería, de la mano de inversores privados que introducen tecnología y ocupan poca mano de obra.

Hoy el principal capital que tiene Uñac es una provincia con las cuentas ordenadas y algunos fondos que dejó la administración Gioja. Los está gestionando de manera “prolija” y se da el lujo de aumentar salarios un poquito por encima de la media nacional, lo que es insuficiente para el trabajador, pero le permite hacer propaganda. Además con esos fondos, puede “prestar” dinero a la Nación para continuar con obras públicas que no tienen fondos.

Son valorables algunos esfuerzos que hace por ayudar a las organizaciones sociales “amigas” que luchan para paliar el hambre y la pobreza que se vive en San Juan. Pero no alcanza en cuanto no es sincero a la hora de discutir el proyecto provincial, no acepta el debate con otros sectores políticos que no sean de su entorno, y no acepta la crítica.

Desde el PCR, siempre trabajamos por la resolución de los problemas del pueblo y nos apoyamos en todos los que compartan este camino, pero siempre lo hicimos en la perspectiva de una solución política de fondo. Por esto es que impulsamos agrupaciones sindicales, sociales y territoriales con perspectiva de clase. No nos conformamos con que nos cedan algo y una palmadita en la espalda, nuestros esfuerzos apuntan más allá: queremos transformar la realidad con un programa popular. En este camino es que conformamos e impulsamos el Partido del Trabajo y del Pueblo, como ámbito para propiciar la unidad y el debate político con todos los que quieren sumarse a la batalla por gobernar el país y la provincia con un programa popular.

20180711, Protagonismo popular 824

Federico Agüero

Redacción de Protagonismo Popular