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Buenas noticias: el Hospital Rawson suma nuevos médicos para la Terapia Intensiva de adultos

Los nuevos profesionales, pertenecientes a una especialidad con faltantes en todo el país como es la de médicos terapistas, son en su gran mayoría jóvenes formados en diferentes provincias, la mayoría sanjuaninos que quisieron regresar para aportar sus conocimientos en esta situación tan especial generada por el COVID-19.

Los médicos incorporados son: Ernesto Vera Monfort y Leonardo Navas, provenientes del Hospital San Roque de Córdoba; Anahí Acosta y Walter Castro (provenientes de La Rioja); Rodolfo Alvarez Oro (Mendoza); Luciana Barea (residente del Hospital Rawson) y se incorporará en los próximos días la Dra. Estela Lorenzotto (proveniente de Capital Federal).

Para empezar a conocerlos, bueno es el testimonio de uno de ellos, el Dr. Leonardo Navas, quien se presenta orgulloso: “soy médico terapista, nacido en San Juan, tengo 34 años, mi familia es de Chimbas, mi mamá era maestra, mi papá vendedor de diarios, ambos ya jubilados”.

Leonardo se fue un día a La Rioja a estudiar medicina y luego a Córdoba para hacer su especialidad de terapista, donde hizo su residencia en el Hospital San Roque, uno de los principales de la provincia mediterránea. “Cuando terminé la residencia siempre estuvo latente el volver a San Juan, pero la pandemia estiró los plazos, quedé afectado al sistema de salud de Córdoba, ni siquiera podía viajar para acá, además el San Roque se transformó en el Hospital referente para COVID-19”.

“Cuando la situación fue mejorando, bajaron los casos, ya se podía circular entre provincias, una compañera de la Universidad formada en la Terapia del Rawson, la Dra. Cintia Fernández, me hizo el contacto con el jefe de la Terapia, el Dr. Osvaldo Graziani. Él, a su vez, nos contacta con el Director Ejecutivo del Hospital, el Dr. Jorge Girón, y nos ofrecen la posibilidad de incorporarnos al Hospital Rawson, tanto a mí como a mi pareja, que es bioquímica, y tras completar ciertas formalidades nos vinimos. Entramos al Hospital con un contrato y comenzamos a presentar los papeles para el nombramiento”.

Una nueva realidad en su tierra

El regreso de Leonardo fue satisfactorio, pero en poco tiempo la situación del Covid lo volvió a sumergir en el ambiente de trinchera: “Yo hice la residencia con un compañero de la Universidad, el Dr. Ernesto Vera Monfort, él también decidió venir y lo hizo bajo la misma modalidad. Nos incorporamos en diciembre, en ese momento sólo estaba la Terapia Covid, ya se había cerrado una terapia intermedia, estaban disminuyendo los casos, trabajábamos más cómodos, más holgados, pero en este último tiempo, comenzaron a subir los casos y nuevamente quedó la terapia con 24 camas sólo para COVID-19”.

La actualidad del Hospital Rawson dejó gratamente sorprendido al joven médico: “Yo no conocía el hospital, creo que una sola vez vine al hospital viejo cuando era chico, cuando conocimos las terapias nos sorprendimos de la maquinaria y tecnología, de los respiradores, los monitores multiparamétricos, la cantidad de recursos que tienen, todo lo que necesitamos lo tenemos, siempre tenemos insumos y elementos de protección, en Córdoba los hospitales en general no tienen tantos recursos”.

“Aquí se trabaja bien, cómodo, los doctores me recibieron muy bien, los compañeros de trabajo también, con mucha predisposición. Es un sistema de salud nuevo para nosotros, hay que adaptarse a la ciudad, a los nuevos compañeros, a la gente, a la metodología de trabajo, siempre tenemos mucho apoyo de los jefes de la Terapia, siempre están tratando de hacernos sentir integrados y conformes”.

Respecto de la modalidad de trabajo, su incorporación y la de sus jóvenes colegas sirvió de mucho, aunque le realidad sigue siendo difícil: “En la Terapia se intenta que haya cuatro médicos por día, hay mucho trabajo, mucha demanda de pacientes, la terapia está prácticamente llena todos los días. También trabajo en la parte privada en distintas clínicas y en general el sistema está a tope, hay muchos casos, cada vez se ven pacientes más jóvenes y ha aumentado mucho la mortalidad en estos pacientes, antes la media era de 60-70 años hacia arriba, ahora es de 30 a 60 años, con una media de 40 años”.

Precisamente ese cambio de las edades de los pacientes, atribuido en parte por Leonardo a los resultados del plan de vacunación, que fue protegiendo a los adultos mayores principalmente, resulta complicado de afrontar al encontrarse con pacientes de su misma generación, lo cual motiva a los médicos a pedir un mayor cuidado social a sus congéneres: “En estos momentos trabajamos con cierta angustia y tristeza. Aún no sabemos si hay nuevas cepas, si la enfermedad está cambiando su curso, pero estamos viendo pacientes cada vez más jóvenes y de la misma edad que nosotros. Uno, como joven, siempre piensa que nunca le va a pasar nada y la verdad es que sí está pasando”.

“Estamos viendo muchos jóvenes que ingresan con serio compromiso pulmonar, si bien tienen una reserva fisiológica muy superior a una persona de mayor edad, quedan con una fibrosis pulmonar, con alguna patología pulmonar crónica a muy temprana edad, con poco más de treinta años, lo cual te predispone a neumonías o infecciones a repetición a medida que aumentan la edad. Lo que en un principio era enterarte de que algún vecino tenía COVID-19 ahora es saber que amigos o ex compañeros del secundario están contagiados con síntomas severos, es muy duro ver a pacientes jóvenes como uno que hacen una muy mala evolución de la enfermedad y terminan con asistencia respiratoria e internaciones largas”.

Fuente: SI San Juan