Alumnos de la Escuela Bilingüe para Sordos fabricaron su propio alcohol en gel
Con variadas estrategias y abordajes particulares, atendiendo la especificidad de los estudiantes de Educación Especial, los equipos directivos, docentes, profesionales y celadores, ante el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia, elaboraron un nuevo formato del proceso de enseñanza-aprendizaje. El propósito fue sostener vínculos con las familias y los estudiantes, repensar las prácticas pedagógicas, lograr que niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos con diferentes discapacidades y/o condiciones, pudiesen continuar su proceso de enseñanza y aprendizaje. Esencialmente acompañándolos desde lo emocional a transitar la vida en pandemia.
Entre las diversas estrategias aplicadas los docentes concientizaron a los estudiantes sobre medidas sanitarias preventivas, primero explicándoles los protocolos y luego haciéndolos seleccionar un proyecto a cumplir. Los alumnos a través de los talleres seleccionaron fabricar uno de los productos recomendados para la higiene de manos como el alcohol con gel de aloe vera.
La profesora Zulma Evelice Nievas, del Pre-Taller de Adolescentes –Jóvenes de la Escuela de Educación Especial Bilingüe para Sordos, orientó a los alumnos y sus familias para que pusieran en práctica todas sus habilidades como grupo unido por el afecto para resolver juntos y concretar el desafío. Investigando, debatiendo, acordando, colaborando para concretar el proyecto. La consigna a seguir era utilizar elementos de fácil acceso, conocidos y aplicar conocimientos ya aprendidos.
Debido a la dispar accesibilidad a medios tecnológicos y conectividad por parte de los alumnos se determinó implementó el uso del WhatsApp, que era el que la mayoría tenía.
Las competencias en juego fueron resolver la nueva situación de aprendizaje en familia y juntos trabajar para hacer el alcohol con gel de aloe vera, comprendiendo críticamente que se trata de una tarea de gran importancia, dada la situación reinante, en la que se pone en juego la creatividad de cada miembro, la comunicación y el consenso.
Alumnos y familia tendrían que poner en práctica todas sus habilidades y coordinar tareas desde la selección de las hojas de aloe vera, lavado para su limpieza. Posteriormente debían abrirlas para extraer el gel de las hojas para mezclar con el alcohol medicinal teniendo en cuenta las proporciones indicadas. Además debían seleccionar envases acordes para conservación y uso. También tenían que diseñar la etiqueta en la que podían agregar una ilustración. A medida que iban realizando el procedimiento compartían la experiencia a través de video y fotos en el grupo de WhatsApp.