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El BCRA perdió 2700 millones

“Desde el 10 de enero el Banco Central acumula una pérdida neta de reservas de 2700 millones de dólares, contra un crecimiento de 8000 millones que había registrado en igual período del año pasado”, señaló a este diario Ernesto Mattos, economista del Centro Cultural de la Cooperación (CCC). La autoridad monetaria debió resignar ayer 1474 millones de dólares para contener la corrida hacia la divisa estadounidense (ver aparte) y en los últimos dos meses realizó ventas por 4500 millones. Los economistas consultados por PáginaI12 alertaron sobre la “bola nieve” que generó el paquete de medidas desregulatorias en el mercado financiero, que favorecen la bicicleta financiera que ofrece el diferencial de tasas de interés domésticas y de Estados Unidos, y que ahora presiona sobre las reservas.

“Ahora todos los que entraron con una tasa interna alta se van porque Estados Unidos subió el rendimiento del bono a diez años al 3 por ciento (su mayor valor en los últimos cuatro años)”, explicó el ex viceministro de Economía y titular de la consultora PxQ, Emmanuel Alvarez Agis. El costo de esa política es la que está resintiendo las reservas. “A esto se suma que el Central ni siquiera tiene los dólares en las reservas porque son producto de deuda, mientras que los exportadores de cereales y oleaginosas aguardan por más devaluación para liquidar sus cosechas”, dijo el titular de la carrera de Economía de la UMET y ex director del Banco Central, Arnaldo Bocco.

Si bien la sangría de reservas comenzó en enero, se aceleró en abril con una fuerte pérdida de divisas. Sólo en los últimos tres días se perdieron 2100 millones de dólares. “Esto también está vinculado con que el sector agroexportador no está liquidando lo suficiente. En el primer trimestre de 2017 había liquidado 4823 millones de dólares y en igual período de este año fueron 4680 millones”, detalló Mattos. El analista del Centro de Economía Política del CCC alertó también que el registro de liquidación es sobre la base de devengado y no sobre lo percibido, lo que implica que “el Central no tiene los dólares sino los papeles de transacción a la espera de que ingresen las divisas”. “Con la libertad que existe al flujo de capitales, sostener el tipo de cambio va a requerir que sigan sacrificando reservas”, agregó el economista.

Para Bocco, lo que se está viendo por estos días es un “mayor apetito por dólares que, algunos analistas, lo vinculan mecánicamente al aumento de las tasas”. “Pero lo que sucede es que los capitales externos están percibiendo que la fragilidad de la economía es muy relevante y los fondos de inversión desarman cartera en el país”, detalló. “Desde que el dólar comenzó la disparada en diciembre hasta acá hubo muchos fondos que se fueron y que no lograron detenerse con mayor devaluación”, afirmó. También alertó sobre la debilidad de las reservas en el Central: “A diferencia de la administración anterior, esta no es plata que el Central tiene, sino que es plata prestada con deuda y que no la puede siquiera poner a trabajar porque hay dos déficit, comercial y fiscal. El gran problema de esta sangría es que no pueden contener la inflación”, concluyó Bocco.

El ex viceministro hizo hincapié en las contradicciones de un modelo económico que “tendría la ventaja de un dólar libre para amortiguar shocks externos pero que, ni bien sube Estados Unidos la tasa, casi tiene que vender todas sus reservas”. “El problema que tiene el Central es que este shock externo se nos monta con una sequía que va a generar menos disponibildiad de dólares y cuando las restricciones para tomar dinero en el exterior son mayores”, aseguró Alvarez Agis. El ex funcionario consideró que “haber desregulado el mercado lleva a que frenar una corrida sea mucho más caro en términos de reservas”. “Por si fuera poco, hay una presión política desde Jefatura de Gabinete para no subir la tasa de interés, pero a costa de resignar reservas”, expresó. “El Gobierno asegura que una suba del dólar va a permitir un boom exportador, pero lo único que va a generar que dejen correr el tipo de cambio es un proceso todavía más recesivo”, concluyó el economista.

Fuente Página 12