Para esquivar la inflación, los consumidores se volcaron a las compras mayoristas
Los consumidores cambiaron hábitos de compra durante septiembre, justo cuando la inflación comenzaba a tomar ritmo, y se mudaron de los supermercados hacia los mayoristas. Las estadísticas oficiales mostraron que las ventas en los súper cayeron 2,3% en la comparación con 2019, mientras que los autoservicios de grandes dimensiones observaron una dinámica interanual positiva del 4,9%.
La caída del consumo en supermercados es la segunda consecutiva. «Es una tendencia que venimos alertando desde agosto, cuando comenzó el declive en el consumo masivo producto del impacto en el poder adquisitivo de los trabajadores», recordó un integrante de la Coordinadora de la Industria de Productos Alimenticios (Copal).
Desde el sector privado el análisis cruza varios puntos, además de la caída de los salarios. El boom en las compras on-line y en los comercios de cercanía que habían se había desatado en la pandemia, comenzó a retroceder y ante la posibilidad de buscar precios, los consumidores se volcaron hacia el mayorista, «en donde consiguen precios hasta un 30% más económicos».
Sucede, también, que «los autoservicios mayoristas cobran sus ventas en efectivo, mientras que la cadena de pagos a los productores tienen diferimientos de entre uno y tres meses», se quejó otro empresario de la alimentación que integra la UIA.
Según las estimaciones, la caída del consumo en supermercados continuó en octubre y, según los adelantos de noviembre, la tendencia se «profundizará». «Venimos de cuatro años de recesión y uno de pandemia. Es insostenible», alertaron desde la alimentación.
En los centros de compras o shoppings -que en su mayoría siguieron cerrados por la pandemia-, la comercialización por unidades cayó 81,4% en comparación con septiembre del 2019. Las ventas a precios corrientes, sin descontar el aumento por inflación, totalizaron en septiembre una facturación de $77.126 millones, que representó un incremento del 33,1% interanual.
En los autoservicios mayoristas, las ventas sumaron $13.333 millones, con un incremento del 37,5% en la comparación interanual. En los centros de compras, el sector que más restricciones enfrenta por la crisis sanitaria, la facturación a precios corrientes fue de $3.758,5 millones, con una caída del 71,4% respecto del mismo mes del año anterior.
Las ventas financiadas con tarjetas de crédito aumentaron un 34,8% en supermercados y 40,3% en centros mayoristas, en la comparación interanual.
Durante septiembre, las ventas en los supermercados a precios corrientes por canales online sumaron $3.944 millones, lo que representó un aumento interanual del 295,4%, mientras que en los autoservicios llegaron a $ 88 millones que significaron una caída del 27%.
FUENTE: BAE NEGOCIOS