Crecen los despidos
Febrero fue otro mes de despidos. El plan de ajuste afectó a 5.608 trabajadores, entre los que fueron dejados cesantes y los que sufrieron suspensiones. En el 65 por ciento de los casos se trató de despidos decididos por el Estado, por ejemplo los que generó el cierre de escuelas en la provincia de Buenos Aires, o el de empresas públicas como Ferrobaires, ambos en el marco de los recortes del gasto público de la gobernación de María Eugenia Vidal. En el sector privado la industria es el rubro que continúa perdiendo más puestos de trabajo.Los datos surgen del último relevamiento de despidos realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que da cuenta de un proceso continuo de expulsión de trabajadores de la economía formal.
El gobierno volvió ser, este verano, el principal motor de los despidos, después de un 2017 electoral en el que Cambiemos cuidó las formas. Los recortes de personal afectaron fuertemente a los empleados públicos de las provincias y municipalidades (en noviembre, sobre el cierre del año, el presidente Mauricio Macri hizo un llamado a la “austeridad” y hubo gobernadores y intendentes que ejecutaron este llamado al pie de la letra).
La provincia de Buenos Aires superó los mil despidos en un mes con el cierre del ramal de Ferrobaires y de escuelas rurales. También sumaron más de mil los puestos perdidos en entes descentralizados como el Conicet (donde por los recortes presupuestarios fue reducido el número de científicos ingresantes a la Carrera de Investigación). Hubo desvinculados en el Senasa, la Lotería Nacional, el Anses, el Sistema Federal de Medios (Paka Paka y Deport TV) y varios hospitales (Posadas, San Roque, Quintana). En una decena de reparticiones que ya habían achicado sus planteles, originando procesos de organización y reclamo de los afectados que todavía continúan abiertos, como el Inti, Radio Nacional y las trabajadoras sociales de CABA, las listas de despedidos se siguieron engrosando.
En los Ministerios del Ejecutivo Nacional y en las municipalidades también hubo una continuidad de las bajas iniciadas en enero: hubo otra vez cesanteados en las carteras de Economía, Interior, Ambiente, Producción, Energía y Defensa (309 en total). Entre las intendencias que dejaron gente en la calle se cuentan las de Pinamar, Santa Rosa, Berisso, Güemes, Fray Luis Beltrán, Cipolletti y Malargüe. A su vez, en las empresas de capital estatal se registraron suspensiones. El caso que marcó febrero fue el de la Fadea, la fábrica de aviones, que tomó esta medida luego de haber implementado un plan de retiros voluntarios y despedir personal.
En el sector privado, la industria sigue encabezando la cantidad de casos de despidos. De las 1927 cesantías en empresas privadas registradas en el último mes, 1115 se dieron en establecimientos industriales. “El sector industrial ha tenido un comportamiento expulsivo en todos los meses desde diciembre de 2015”, señaló Hernán Letcher, titular del CEPA. “Si se compara el número de cesantías con las del mes pasado, la cantidad resulta algo menor, y al contrastar febrero de este año con febrero del año pasado la cantidad es similar. Lo que vemos es la continuidad de una caída: desde diciembre de 2015, momento en que asumió el macrismo, a hoy los despidos y suspensiones en la industria suman 75.105 casos”.
Al interior de la industria, los metalúrgicos volvieron a ser muy golpeados, con casos como los de Bellver, Cinpal, Epson (130 casos), Indequil (120), Jon SRL, PadMet y Torres Americanas. Los 260 despidos de Expofrut colocaron al subsector en el segundo lugar de este ranking negativo. El rubro alimentos y bebidas, en tercer lugar, tuvo despidos en empresas como el Ingenio Ledesma, La Virginia, Olca, Ovaprot y Calsa. Electrónica y electrodomésticos volvió a presentar despidos, en este caso en BGH, Electrolux y SIAM. En el rubro textil, hubo suspensiones de Alpargatas en Catamarca y en Grimoldi.
Los despidos relacionados con cierres alcanzaron los 1220 casos. Como se sabe, cuando una empresa baja la persiana los puestos de perdidos tienen mayor dificultad para ser recuperados.