Como funciona en la provincia la vigilancia y seguimiento epidemiológico de COVID-19.
Los ministerios de Salud se encuentran abocados a elaborar protocolos y campañas preventivas para evitar que la población esté en contacto con el virus, que como tal lo señalan los profesionales de la salud, se caracteriza por ser altamente contagioso.
Dentro del Ministerio de Salud Pública de San Juan se encuentra la División Epidemiología, que tiene como objetivo estudiar el desarrollo epidémico y la incidencia de las enfermedades infecciosas en la población.
Todas las áreas ministeriales trabajan de manera sistemática, ejerciendo las funciones que le son de su competencia. Y en esta estructura la División de Epidemiología que comanda la Dra. Mónica Jofré cumple un rol esencial, se trata de la vigilancia epidemiológica.
«La vigilancia epidemiológica se define como un conjunto de actividades que permiten reunir información, gracias a la cual la ministra de Salud, Dra. Alejandra Venerando y las demás autoridades provinciales junto a las diferentes áreas, podemos tomar decisiones sanitarias acorde a la situación del momento”, comentó Jofré.
Además, la vigilancia epidemiológica es un proceso que produce información para la acción, el análisis, interpretación y difusión sistemática de datos recolectados.
El término técnico “vigilancia epidemiologia”, no es nuevo, ya en la década del 50 se comenzó a utilizar para designar actividades orientadas al control de enfermedades transmisibles, también relacionadas a avances científicos en bacteriología que producen enfermedades infecciosas y parasitarias.
La actividad de la vigilancia epidemiológica, es la existencia de una observación y recolección continua de datos, desde la División de Epidemiología, la rutina diaria del equipo de trabajo cambió de manera sustancial, expresó Jofré.
El equipo de Epidemiología, está integrado por Lorena Sánchez, Dario Rodríguez, Emilse Vila, Gabriel Núñez, Gimena Romano, Lorena Piran, Mabel Naveda, Verónica Pérez, Marcelo Aguilar, Laura Godoy, Mauricio Pérez Casas, Martín Pallaro.
“Los horarios ya no son los mismos», dijo Darío Rodríguez, miembro del equipo de Epidemiología. «Nuestro trabajo y la dinámica sobre todo ya no es la misma desde que comenzó la pandemia de COVID-19; nosotros recibimos los casos positivos y comenzamos con la investigación epidemiológica, que se basa en el conocimiento de cuales son las personas que estuvieron en contacto estrecho, con el caso positivo. El contacto se realiza telefónicamente, y esa información es remitida a la zona sanitaria (según el departamento provincial) que le corresponda el caso de contacto estrecho y los equipos de salud de las zonas sanitarias, son las encargadas de tomar las acciones de control y seguimiento de los casos».
También recalcó la importancia de la veracidad de la información que oportunamente es entregada a las autoridades, por ejemplo son estadísticas que reflejan la cantidad diaria de casos positivos, grupos de edad, cantidad por departamento, etc, que es lo que se presentan en las conferencias de prensa.
Un punto clave es poder realizar estadísticas de los casos positivos y sus nexos; esto es muy importante porque en el transcurso del brote se puede definir cuál es la circulación viral que existe.
Estos datos son estudiados en la Sala de Situación y se visualizan gráficamente y a partir de allí las autoridades pueden tomar decisiones, por ejemplo un cierre de un barrio, aislamientos e inclusive volver a fases menores.
Un testimonio similar lo brindan Lorena Sánchez y Lorena Piran, que integran la División Epidemiologia y coinciden en que de a poco se están adaptando a estos cambios laborales, en donde los horarios no son los mismos pero el esfuerzo y la dedicación continúan iguales.
Se han desdoblado esfuerzos y cuentan con el apoyo de sus familias: “Las tareas no son las mismas”, dicen y concuerdan en que su labor contribuye a dar esa información que a la vez se transforma en acción.