Internet en San juan con buena velocidad y bajo costo: ¿Un sueño o una realidad posible?
El aislamiento social por Covid-19, expuso el grave problema de acceso a Internet que tiene la provincia de San Juan. Ya no es una situación que aparece en las estadísticas, sino que los usuarios vivenciamos con crudeza que, sin la conexión adecuada, no podemos garantizar nuestro derecho a trabajar, estudiar, comprar alimentos, pedir atención médica o realizar otros trámites.
El internet móvil que usamos en los teléfonos celulares, resuelve un aspecto de la trasmisión de información, pero es más costoso que la conexión fija que tiene tarifa plana. Además, los equipos no son óptimos para trabajar, sobre todo si se necesita producir y procesar información. Un Smartphone de calidad puede brindar wifi a una notebook, pero el precio es elevado.
Para el trabajo o estudio es más adecuado el Internet fijo, es decir el servicio que recibe un cliente en un dominio. Precisamente en ese rubro es donde la provincia tiene un gran déficit que permite hablar de al menos tres grandes brechas en materia de conectividad.
La primera es entre quienes tienen acceso a internet fija y quienes no la tienen. Según las estadísticas que publica ENACOM, tienen internet fija 32 de cada 100 hogares sanjuaninos. Y el problema se agrava ya que desde septiembre de 2019 hasta marzo de 2020 se perdieron casi 9000 suscripciones del servicio (12%).
La segunda gran brecha es el precio que se paga por el servicio. La gran mayoría de los hogares que no tienen internet fija usan los datos móviles de la telefonía celular para conectase. El precio promedio de esa conexión es mucho mayor que la tarifa plana de internet fija. Además, quienes pueden navegar con internet fija, pero no tienen el servicio por fibra óptica, también son perjudicados. Las tarifas tienen precios medianamente parecidos, pero la diferencia de velocidad de navegación es abismal.
Ese último aspecto representa la tercer gran brecha que tiene la provincia en materia de conectividad: la calidad. La conexión de internet es medida en velocidad de bajada; y la oferta comercial a la que puede acceder la mayoría de los sanjuaninos va de los 3 a los 15mbps (mega bits por segundos). El servicio de 50 100 o 300mbps, solo está disponible para algunos barrios donde las empresas desplegaron fibra óptica. Según los datos abiertos de ENACOM, la velocidad media de bajada de datos de la provincia está en los 6 mbps. Por debajo de Mendoza o La Rioja que tienen 8, y muy por detrás de San Luis que mide 20 o CABA que tiene 56.
Para que San Juan tenga mayor cantidad de conexiones de buena calidad, es necesario reemplazar las líneas de cables de cobre por fibra óptica que permite mayor velocidad. Esta solución no es posible para la mayoría de los proveedores de servicio de internet (ISP). Instalar fibra óptica en forma masiva es una inversión cara a la que no pueden hacer frente muchas empresas, sobre todo las pymes de capitales locales.
Según la legislación vigente, el mercado de las telecomunicaciones se regula por la competencia, pero en nuestra provincia hay un operador que tiene una posición dominante en el mercado y que no invierte para mejorar la conectividad lo mismo que invierte en otras provincias. Ese operador es Telefónica que posee más del 70% del mercado de internet fija de San Juan. Telefónica compró las líneas de teléfono fijas a la empresa estatal Entel en el año 1991, y con esos mismos cables está vendiendo servicio de telefonía básica e internet desde hace más de 20 años.
Para resolver estas grandes y urgentes brechas que hay en el acceso a internet en San Juan, las políticas públicas tienen dos caminos. Por un lado, exigir que se aplique la ley 27078 y por el otro crear condiciones de competencia real en el mercado sanjuanino.
La primera opción implica al delegado del ENACOM en la provincia. El recientemente asumido José Peluc, en base a la información que ya tiene el Ente, puede pedir al directorio nacional que se aplique a Telefónica el Art. 7, Inc. H de la Ley 27078, y declarar con “Poder Significativo de Mercado” a la empresa incumbente. Esta medida obligaría a Telefónica a realizar inversiones para alcanzar el Servicio Universal, en San Juan, o sea brindar servicios en calidad y precio similares a los que brinda en otras provincias.
Para hacer estos reclamos, el gobierno de la provincia también, cuenta con un representante en el Consejo Federal de Comunicaciones, creado en el año 2015 por el decreto 267, que asesora al ENACOM. Por lo tanto, también tiene posibilidades de realizar presión para esa gestión.
Otra posibilidad, que no excluye la anterior, es que el propio Estado ingrese como actor o facilitador de la competencia en el servicio de internet en el Gran San Juan, región donde se encuentra la inmensa mayoría de los usuarios. En la provincia existen recursos humanos e infraestructura que pueden ser coordinados para la provisión de servicio de internet fija en un corto plazo. Son recursos que administran dependencias del estado, nacional y provincial, y empresas locales que ya demostraron capacidad de asociación.
La Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO), que gestiona la empresa ARSAT, tiene 28 nodos de acceso en la provincia y capacidad para seguir transportando datos, pero no brinda servicio de “última milla”, es decir la conexión con el usuario, para lo cual se asocia ISP y hace de mayorista.
El gobierno de San Juan, posee el trazado de fibra óptica más grande de la provincia, que atraviesa por las zonas urbanas más pobladas. Es la red que una las cámaras de vigilancia de la policía (Cisem 911). Esa red tiene capacidad ociosa y es apta para transmitir paquetes de datos de internet. Si esa infraestructura se asociara a la de ARSAT, podría cubrirse un buen tramo de “la última milla” y acercar la conexión de internet de alta velocidad a muchos barrios a un bajo costo.
Por último, para la venta del servicio, el estado podría crear una empresa pública o licenciar zonas de cobertura a empresas locales que vendan la conexión fija al usuario. Similar al sistema de transporte.
Este camino revertiría una trayectoria de los últimos años donde la iniciativa estatal se abstuvo de confrontar con el sector privado, y se auto impuso el rol subsidiario, es decir, llevar servicios a donde el mercado no es lo suficientemente rentable para la iniciativa privada.
Mejorar la situación de la brecha de conectividad a internet fija en San Juan, no es tarea fácil, pero es posible y requiere decisión política. Esa es la razón por la cual los usuarios deben unirse y ejercer presión para que mejore el servicio. La comunicación es un derecho humano sobre el cual muchas veces no se tiene plena conciencia, sin embargo, el contexto de pandemia ha dejado claro para todos que el acceso a internet indispensable.