Que la crisis la paguen los que se la llevan en pala
1-La emergencia es sanitaria, social y económica
Lo central de la política nacional sigue estando en torno a la pandemia del Covid 19, y sus consecuencias sanitarias, económicas y sociales para las mayorías populares, cuando tenemos más de 60 mil contagios y superamos los 1.200 fallecimientos.Desde La Quiaca en Jujuy a Río Grande en Tierra del Fuego, miles de compañeras y compañeros del PCR-PTP y su JCR, de la CCC, la FNC, el Movimiento ni un Pibe Menos por la Droga y otros movimientos en los que participamos, pelean para que las masas sean protagonistas en la lucha por resolver, en lo inmediato, las necesidades de pan y salud de los sectores populares. Junto a las trabajadoras y trabajadores de la salud están en la primera línea en esta batalla contra la pandemia.
En el AMBA, el Chaco, y los lugares con mayores contagios se tensan las contradicciones políticas sobre las medidas para enfrentar la emergencia sanitaria. El gobierno nacional, en conjunto con el de la provincia de Buenos Aires y el de CABA anunció medidas más restrictivas, para evitar el crecimiento de casos de coronavirus ante el peligro de colapso de la estructura sanitaria. Los prestadores privados de salud de CABA se resisten a recibir pacientes de los hospitales; otra muestra de la necesidad de que el Estado centralice el sistema de salud, por encima de los intereses de privados y prepagas.
Con la cuarentena se salvaron vidas. Pero la situación económica de las masas se agravó. Un informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA consigna que a nivel nacional el 8,2% de las y los trabajadores perdieron el empleo, y el 39,3% está suspendido, y en los hogares pobres estas cifras crecen al 15,4, y 52,8% respectivamente.
El gobierno ha desplegado ayudas como el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), ayuda alimentaria y otras. Pero la situación sigue siendo difícil. Por eso es urgente que se apruebe la ley del impuesto a las grandes fortunas que está demorada en su tratamiento, así como la suspensión de todos los pagos de la deuda pública, para investigarla y no pagar la ilegítima y fraudulenta.
Hemos planteado desde nuestro Partido una serie de medidas de emergencia al comienzo de esta pandemia (ver hoy 1809 del 8 de abril), que contemplan terminar con la indexación de los contratos, una drástica reducción de las tasas de interés y ampliación de los vencimientos de las tarjetas de crédito y todos los préstamos, créditos o contratos financieros que ahogan a las familias populares y llevan a la quiebra a los pequeños emprendimientos y Pymes. En el mismo sentido, propusimos declarar de utilidad pública, como actividad esencial, a la operatoria de los bancos, haciendo que dichas entidades lo hagan por cuenta y orden del Banco Central. Porque sin afectar los intereses de los que tienen más, seguirán pagando más los que tienen menos.
Sectores reaccionarios afines al macrismo y otros siguen jugando fuerte. Hicieron trascender que el presidente del grupo Techint, Paolo Rocca, le dijo a Macri “Reconozco que ya te extraño, Mauricio. Y mirá que te puteábamos, pero estos son inviables”. Aprovechan la falta de resolución oficial hacia sectores de comerciantes y autónomos, para agitar contra la “cuarentena”, en nombre de un supuesto crecimiento económico que los datos desmienten. Tratan de ocultar que, como difundió el Indec en estos días, la desocupación subió al 10,4% y el PBI cayó 5,4% en el primer trimestre, antes que la pandemia atacara a Argentina.
Se va tensando la disputa entre distintos sectores de las clases dominantes. El escándalo de los seguimientos y escuchas de los espías de la AFI durante el gobierno anterior ya toca al entorno íntimo del propio Mauricio Macri. Las relaciones de los servicios de inteligencia con el aparato judicial y mediático grafican la disputa entre un sector de las clases dominantes que defiende sus posiciones y otro que quiere ocupar su lugar. El 24 de junio la policía de Tucumán asesinó a Walter Ceferino Nadal. En Mendoza la policía reprimió a los trabajadores estatales.
2- Vicentin, la deuda y las grandes fortunas
Detrás de las concentraciones el 20 de junio en defensa “de la propiedad privada” y “el estilo de vida argentino” que motorizaron sectores de la derecha macrista y otros, están los intereses de monopolios imperialistas y grandes terratenientes que quieren seguir controlando el mercado agroexportador de granos. Esos dirigentes amenazan y agitan llamando a una nueva lucha agraria como la que enfrentó el proyecto de ley “125” en el 2008. Pero hoy la situación es totalmente distinta. La rebelión agraria contra la “125” se dio porque la medida del gobierno fue equivocada. “Cortó ancho” y al no segmentar las retenciones perjudicaba principalmente a los productores chicos y medianos. Ahora el golpe es a uno de los monopolios que se apropian del trabajo agrario.
La intervención de Vicentin es en defensa de los intereses de cientos de productores y cooperativas a las que no les pagó la producción que la empresa ya vendió. Es una estafa. Frente a los defensores de esta estafa, el 24 de junio el PCR y su JCR impulsamos en todo el país una gran jornada a favor de la intervención y expropiación del Grupo Vicentin. Junto a la CCC, el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, y otras organizaciones sociales, sindicales y políticas, nos manifestamos con banderazos, actos y actividades en las calles y en centenares de comedores y merenderos. El éxito de la jornada de lucha del 24 fue ocultado por los grandes medios de comunicación. A diferencia de la propaganda y difusión que hicieron con la movilización del 20 de junio que tuvo como epicentro Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, San Luis, Mendoza y otras, al que llamaron “el banderazo en contra de la intervención y expropiación de Vicentin”, repudiando la decisión del gobierno de Alberto Fernández. La intervención y expropiación de Vicentin es parte del programa que planteamos para que la crisis la paguen los que se la llevan con pala. Es necesario avanzar hacia un gran movimiento de masas para transformar Vicentin en una empresa pública con control social de trabajadores y productores.
3- La revolución es una necesidad
El Fondo Monetario Internacional estimó que la economía mundial se contraerá 4,9% en 2020, y pronostica estrepitosas caídas del Producto Interno Bruto en las principales potencias. En ese contexto, el imperialismo ruso realizó recientemente un gran desfile militar celebrando los 75 años del triunfo soviético sobre los nazis, con el desafiante despliegue de miles de soldados, tanques, misiles, sistemas antiaéreos y aviones, algunos de los cuales participan en la guerra en Siria. Junto a esto, el presidente de Rusia Vladimir Putin lanzó un referéndum constitucional que le dé la posibilidad de permanecer en el poder hasta 2036. Así la potencia nuclear se muestra, en medio de la disputa de Estados Unidos con China.
No cesan las manifestaciones en Estados Unidos contra el racismo, la desocupación, y la política de Trump. Hay luchas parciales en distintos países donde los gobiernos descargan las consecuencias económicas de la pandemia sobre los trabajadores. En el Líbano se libran grandes protestas contra la política económica del gobierno.
Esta disputa creciente que recorre el mundo se expresa cada vez más crudamente en América Latina. En nuestro país está en curso en distintos gremios y ramas de la producción una gran batalla para impedir que avancen las rebajas salariales, la flexibilización laboral, las suspensiones y los despidos. Esto se da en medio del crecimiento del contagio de coronavirus en muchas grandes empresas, donde los trabajadores pelean para que se cumplan las condiciones de bioseguridad.
Distintos sectores estatales y docentes están desarrollando protestas por las condiciones laborales contra el desdoblamiento del medio aguinaldo implementado por el gobierno nacional y muchas provincias y municipios. Los trabajadores petroleros enfrentan la amenaza de despidos masivos, como planteó el llamado a la unidad de la Agrupación Petrolera 1° de Mayo de la CCC de Neuquén.
El Comité Central de nuestro PCR, ya en marzo planteó la necesidad de impulsar la organización popular contra la pandemia, y comités de emergencia en los lugares de trabajo y vivienda para pelear que todos los recursos del Estado se pongan al servicio de la salud de todos los que habitan nuestro suelo. En estos meses hicimos un recorrido llevando a las masas estas propuestas, y aprendiendo del ejemplo de miles y miles de compañeros y sobre todo de compañeras que sostienen comedores y merenderos en situaciones muy difíciles, avanzamos.
Nuestro pueblo viene siendo gran protagonista de esta batalla contra la pandemia, y avanza en los reclamos por pan, salud, tierra, techo, trabajo y educación en todo el país. Desde el PCR peleamos por encabezar estas luchas fortaleciendo la unidad en los distintos movimientos que integramos: la CCC, la FNC, en el Movimiento Ni un Pibe Menos por la Droga, en el movimiento de mujeres, con los Cayetanos y desde el Frente de Todos.
Sostenemos que la raíz de la crisis que hoy sufrimos la clase obrera, el pueblo y la Nación argentina, está en las cadenas que empuña este Estado opresor para garantizar la dependencia de los imperialismos y el latifundio oligárquico que condena al atraso a las grandes mayorías de nuestro pueblo, en beneficio de unos pocos.
No creamos “ilusiones” en las masas que los sufrimientos del pueblo se van a resolver sin romper esas cadenas y sin terminar con el Estado opresor que las sostiene. Afirmamos que la revolución de liberación nacional y social es una necesidad.
Con este objetivo peleamos para que nuestro PCR y su JCR sean conocidos y reconocidos por las masas en todo el país. Y para avanzar hacia este objetivo peleamos una masiva y exitosa campaña financiera del PCR, con miles de aportes para garantizar la independencia política de las y los comunistas revolucionarios.
FUENTE: PCR-HOY