Los geriátricos sanjuaninos se preparan para prevenir a los abuelos/as
Luego que se conociera la difícil situación de los geriátricos porteños con respecto a enfermos de COVID-19, en Capital Federal clausuraron dos geriátricos con varios casos de contagio de coronavirus, en los que el SAME debió intervenir para rescatar a los adultos mayores y trasladarlos a los centros asistenciales. En la provincia se tomaron medidas para prevenir situaciones similares en caso de que avance el pico de contagios.
Salud Pública se reunió con los representantes de los geriátricos privados de la provincia para ofrecer recomendaciones con respecto al cuidado de sus residentes por lo que se efectuó un protocolo general. Nadie sale ni nadie entra, excepto el personal que allí desempeña funciones, fue la decisión que todas las instituciones optaron por igual.
«Algunos ya teníamos una especie de protocolo que Salud Pública terminó avalando, mientras que otras comenzaron a confeccionarlo de acuerdo a sus realidades», comentan desde el Hogar Virgen del Valle, aunque reconocer que la situación los tomó por sorpresa y por ello se fueron amoldando a las circunstancias.
En el hogar de ancianos estatal Eva Perón advierten que las medidas preventivas comenzaron a tener vigencia desde el 12 de marzo, cuando la pandemia aún no era tal como hoy se la conoce en el país, con más de 150 muertes como saldo fatal. «Las puertas se cerraron para todos y, a medida que fue pasando el tiempo, las acciones se agudizaron», señala la directora del lugar Sonia Recabarren.
El personal de enfermeros que trabaja en esos lugares se somete a rigurosos pasos de desinfección para garantizar que el virus no ingrese; caso contrario, la situación sería trágicamente calamitosa. Con estaciones destinadas a la desinfección, los empleados de las residencias se cambian de ropa en un lugar para luego pasar a otro sector para continuar con la colocación de los elementos de higiene como así también con el equipo sanitario: ambos, barbijo, cofia, calzado especial, guantes y antiparras o máscaras.
Si bien la decisión de aislar por completo los hogares afecta piscológica y anímicamente a los abuelos que ahí se encuentran, las autoridades admiten que es la única forma de mantenerlos a salvo. Es por ello que los talleres y actividades recreativas resultan de vital importancia para ellos en estos momentos, aseguran. Algunos se valen de la tecnología con las videollamadas para la comunicación con sus familiares y el mundo exterior, como forma de contención.
En el caso del Eva Perón, donde los 150 internos ya fueron vacunados con la antigripal, además se les toma la temperatura corporal a los enfermeros. «Quien supere los 37,5° no podrá ingresar por precaución», informa Recabarren. Ahí mismo, los tres turnos retrasaron media hora su salida para no cruzarse en la zona de desinfección.