SOBRE LAS COLAS DE JUBILADOS PARA COBRAR
La vieja política aplicada en el país y en el mundo no puede seguir. Su fracaso se demuestra a cada rato.
Su agonía la paga el pueblo.
Es preciso avanzar en medidas ante la Emergencia de la Pandemia. Sólo puede resolver la actividad coordinada de VOLUNTARIOS POPULARES, SOCIALES, SANITARIOS, DE ACOMPAÑAMIENTO, etc., que saben lo que pasa en cada sitio, en conjunto con la acción de organismos oficiales, coordinados todos EN CADA LUGAR por Comités de Emergencia. No son medidas de «escritorio».
Esta Emergencia no se resuelve desde un escritorio. Sino lo que ocurre hoy con los bancos pasará luego con las clínicas privadas y prepagas o con el suministro de alimentos o las necesidades logísticas para trasportar alimentos desde los lugares de producción a los lugares de consumo.
A poco que se insinuó que el gobierno podría centralizar la actividad de las prepagas y clínicas salieron los escribas y periodistas «independientes» de siempre, a poner el grito en el cielo. Leuco llegó a decir en su programa de radio que «cómo podía ser que quienes aportaron al sistema prepago iban a ser nivelados para abajo y ser como el sector público».
Señores: el sector privado colapsó antes que el estatal cuando en 2009 tuvimos la gripe A.
No sueñen con que se van a salvar solos. Lo que está pasando en Europa y EE.UU es un ejemplo.
Los Bancos deben atender a turno doble y los dueños de los Bancos deberán pagar horas extras a los empleados. Es hora que pongan algo de lo mucho que se siguen llevando.
No puede ser que hoy, bancos con diez cajas atendían sólo en tres de ellas. No puede ser que ni siquiera tengan baños para lo viejos. Que se pongan baños químicos y que los paguen los banqueros.. No puede ser que haya gente tirada en el suelo, cuando los objetos y superficies son un punto de contacto y contagio.
NO PUEDE SER QUE OCURRA ESTO EN LA GRAVE EMERGENCIA EN QUE ESTAMOS. Que paguen los que que se beneficiaron estos años con la timba financiera.
Dejen de lloriquear los que son como Techint. Se enriquecieron siempre. Son más que ganadores, son usufructuarios de la injusticia social y la entrega y la sumisión nacional.
Por Horacio Micucci