PRIMERO EL PUEBLO
En el centro de la discusión, la calidad de vida del Pueblo; ¿Quién pagará la cuarentena y la reactivación del País?
Durante el mes de marzo, la emergencia sanitaria en lucha contra el Covid-19 se ha transformado en la contradicción principal que atraviesa nuestro país. Es una lucha contra un virus que se ha transformado en pandemia, con contagios masivos y en escaso lapso ha llegado a la mayoría de los países del mundo. Como dice Jacinto Rol-dan en el Hoy 1807: “La pandemia amenaza a todo el pueblo, no es algo pasajero, está en curso. Nos golpea en un contexto de aumento de recesión económica mundial que afecta profundamente a un país dependiente y latifundista como Argentina, hoy debilitada por la brutal crisis social, con una deuda impagable y una grave recesión en la industria”. La actitud que tomó el presidente, Alberto Fernández, fue la correcta. Es distinta a la de los gobierno de otros países que pusieron el centro en mantener a salvo su economía y retrasaron la emergencia sanitaria. Las medidas del gobierno nacional han ha generado unidad popular ante la emergencia, situación muy positiva que genera esperanzas y condiciones para dar otros pasos, en el camino de resolver los graves problemas que afectan al pueblo.
En esta semana el Estado Norteamericano, que dirige Donal Trump, destinó 6 billones de dólares para salvar a sus bancos y empresas, es decir al sistema, de los efectos de la crisis. Lo hace en la disputa con China, la otra potencia imperialista que quiere salir fortalecida de esta crisis. La situación de Latinoamérica es distinta luego de años de recesión y acumulación de deuda y de grandes bolsones de pobreza. ¿Qué debe hacer argentina? Las clases dominantes tienen miedo de que el aislamiento provoque levantamientos populares, y por eso piden que el ejército salga a las calles.
Hoy el PCR y el PTP, junto con los movimientos sociales en los que milita, están pendientes de las necesidades básicas de los vecinos. El deterioro del estado argentino hace impracticables la distribución de ayuda social sin la intervención de las organizaciones sociales. El comité de crisis constituido a nivel nacional es un gran avance. En San Juan, Sergio Uñac, luego de su interna, ha recobrado la iniciativa con medidas sensibles hacia los padecimientos de los más afectados por la crisis.
Medidas del gobierno nacional
Desde que Alberto Fernández tomo la decisión de aplicar un aislamiento social preventivo, la situación política nacional cambió. El presidente logró unificar al país, por arriba y por abajo, y para eso jugaron un papel importante los medios de comunicación que alinearon el discurso con el lema: “todos juntos contra el coronavirus”.
Las medidas de Fernández cayeron bien en la mayoría de la población, y a medida que fueron pasando los días el acatamiento del aislamiento fue de menor a mayor. Sigue siendo un problema realizar el aislamiento entre los sectores más vulnerables: como por ejemplo los trabajadores que viven ‘al día’, de la tarea diaria, los trabajado-res informales, los obreros rurales, changarines, etc.
Para asistirlo y garantizar las condiciones mínimas de supervivencia de esos trabajadores, es central el papel de las organizaciones sociales. Desde el comienzo del aislamiento las tareas se han orientado a resolver lo funda-mental, que es la comida. El pueblo argentino una vez más muestra su actitud solidaria.
La presencia del Estado es un factor fundamental en estas situaciones, dando amplias respuestas, tanto a los sectores vulnerables, como a los que fueron repatriados por Aerolíneas Argentinas. Es importante destacar como los gobiernos de corte neoliberal, han tomado esta situación priorizando la economía y las grandes empresas en desmedro de la salud del pueblo. Un reflejo de esto son ‘las idas y vuelta’ que han tenido los gobiernos de EE.UU e Inglaterra ante la pandemia. Párrafo aparte merecen las medidas del ultraderechista Bolsonaro, de Brasil, que ha permitido que las empresas no les paguen el sueldo a los obreros por 4 meses.
Alberto Fernández, entre las primeras medidas que tomó, otorgó beneficios a los sectores marginados que no van a poder cumplir la cuarentena sin el apoyo del Estado, y luego avanzó con un bono de $3000 para los jubila-dos, a los SSC (Salario Social Complementario), AUH (Asignación Universal por Hijo), etc. Ahora se encuentra en ejecución el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) que es un bono de 10 mil pesos, por única vez para todos los que no cobran ningún tipo beneficio social, incluyendo a los monotributista de las categorías más bajas. Además suspendió por 180 días los cortes de los servicios públicos fundamentales, como luz, agua y gas, y una serie de medidas para las pymes y de sectores medios. Con esas medidas, el presidente, ha demostrado tener liderazgo, y propuestas que son fundamentales para momentos como estos. Liderazgo que se traslada a la población, desde lo discursivo, en el modo y en el tono de sus palabras.
En San Juan
En la provincia, inicialmente el gobierno se demoró en ponerse en sintonía con la situación, ya que estaba con-centrado en las internas del PJ, pero luego rápidamente comenzó a tomar medidas sanitarias que fueron aumentando en intensidad con el paso de los días. Las mismas están a tono con las medidas nacionales y ha pues-to firmeza en el cumplimiento de la cuarentena por parte de la población.
El triunfo en la interna del PJ, le dio a Uñac un espaldarazo importante. Como así también el hecho de que hasta ahora San Juan es una de las seis provincias sin casos confirmados de Covid-19. Por el momento esto le da solidez como líder provincial, aunque por momentos comete despistes como el aumento de sueldos para la planta política, en medio de la crisis sanitaria, y no ha puesto ‘en caja’ al sistema bancario provincial, que no está a la altura de las circunstancias. Uñac sabe que al final de esta crisis de salud, dependiendo de cómo sea su desempeño, puede quedar colocado como unos de los líderes nacionales del PJ.
Por otra parte, ha quedado de manifiesto la disposición solidaria de los agente de la Salud de la administración provincial, de los docente, que han mantenido una relación virtual con sus alumnos, de la Universidad de San Juan, al mantener activos sus centros de investigación y de las fuerzas de seguridad afectadas a la cuarentena.
Un párrafo aparte merece la actitud militante y solidaridad de los organizaciones populares que, ante la crisis, se organizaron para prestar atención de merenderos y comedores, fabricación de barbijos, distribución de merca-dería, etc. En este derrotero, la CCC, FNC, el MMS, la CEPA, Mus, desempeñan un rol muy importante, ya que no se desmovilizaron y apostaron a organizar a las compañeras y compañeros en el trabajo, fomentando la solidaridad. Esto se da en contraposición de otros sectores que privilegian lo individual, a veces haciendo caso omiso a las recomendaciones dadas en relación a la cuarentena: muchos se fueron de vacaciones en plena cuarentena, otros al regresar no informan de su situación y no respetan el aislamiento (como hizo el empresario Icazati, uno de los dueños de Café América). Los compañeros de las Organizaciones Sociales también enfrentan situaciones desagradables, porque reciben permanentemente la información que ‘comerciantes inescrupulosos’ (algunos), remarcan los precios, entre un 20%, 30% y más, especialmente en los departamentos alejados, don-de, por ejemplo se vende el kg de harina común a $100 y $200 el cartón de huevos. De intendentes que no tienen puesto el oído en el reclamo popular como es: posibilitar medios de transporte para poblaciones muy aleja-das de los Centros Urbano, o los elementos necesarios para hacer frente a las inclemencias del tiempo, como las últimas lluvias.
El partido
El PCR y el PTP han resuelto que es necesario mantener las iniciativas, impulsar a las organizaciones en las que participa a realizar acciones solidarias y de acompañamiento de los compañeros, y como ya se dijo lo central es, y por largo tiempo será resolver el hambre y la higiene.
Mantener abiertos los merenderos y comedores, es una lucha constante y prioritaria porque a medida que pasen los días la situación tenderá a agudizarse. Un caso ejemplar es el de Rawson, donde se organizó un comedor barrial, por el momento limitado algunas familias de una calle, que se organizó por un grupo de whatsapp y se sostiene a diario a través de las donaciones. A la cabe-za están los camaradas del PCR-PTP que militan en los desocupados de las Org. Sociales. En esa experiencia hubo algunos desacuerdos con la policía, hechos que rápidamente fue resuelto y se logró seguir adelante. Se en-tendió que en este momento la contradicción con la policía no es la principal. A partir de ahí los compañeros ajustaron las iniciativas para coordinar mejor, no violar el aislamiento y las medidas sanitarias y realizaron donaciones de barbijos a la comisaria, lo que produjo un cambio en la relación.
Los compañeros en el territorio también han detectado que por estos días también es fundamental priorizar la higiene, dando una mano a los vecinos que no pueden garantizar por sus propios medios, el abastecimiento de los productos vitales. En ese punto también son importante las relaciones que se establecieron con las salitas sanitarias de los barrios, en el camino de formar grupos de voluntarios para ser capacitados como agentes sanitarios, cuadrillas para hacer mantenimiento y limpieza de las salitas. La juventud juega un papel fundamental en esta batalla sanitaria.
¿Quién va a pagar la cuarentena?
El PCR-PTP le “está poniendo el hombro” para resolver la crisis, siempre al lado de los que sufren, y apostamos a la unidad popular para sortear la emergencia. Pero en ese tránsito también es necesario ayudar a generar con-ciencia de que solo con esto no alcanza.
No es un secreto para nadie que, si la situación de aislamiento se prolonga, va a resentir la economía argentina. Hoy el problema más urgente lo padecen los que viven al día, pero ya está afectando a las industrias, la agricultura, las finanzas. El propio Estado pronto tendrá problemas para garantizar sus recursos, que obtiene por me-dio de los impuestos y la emisión, ya que la actividad económica ha caído. Para colmo de males afrontamos la negociación de la deuda que nos legó el macrismos, que se ha vuelto impagable.
El columnista del diario La Nacion, Carlos Pagni, con su instinto propio de columnista de un sector de las clases dominantes, advierte que la situación “mal manejada” puede terminar en un estallido social. Esta preocupación no quiere decir que a ellos les importe, y menos los sufrimientos de los que habitan de los cordones de pobreza de los centros urbanos. Es que las consecuencias de los estallidos pueden afectar sus intereses y previenen pidiendo la intervención de las fuerzas armadas en el control del aislamiento o, mediante la declaración del toque de queda.
Como ya enseño la reciente experiencia boliviana, y la actual chilena, el rol que jueguen las fuer-zas armadas puede definir el curso del gobierno en un país democrático, por eso empujan la imposición del Estado de Sitio. Por ese motivo es fundamental que el pueblo tenga el protagonismo en la lucha contra la enfermedad y que puje por una salida a la crisis con un programa político y económico distinto al liberalismo. Un pro-grama que atienda las necesidades populares con miras a lograr la soberanía económica nacional.
Lo que está en discusión en esto días es si las medidas que ha tomado el gobierno nacional serán efectivas, y si logran sortear con éxito la crisis del corona virus con el menor daño posible para la población. De todos modos va a quedar una situación económica crítica para la Argentina. Porque es indudable que el Estado nacional está disponiendo recursos económicos que no tiene para ayudar a la población. Por lo tanto la pregunta es ¿Quién va a pagar ésta cuarentena?
En estos momentos solo quienes tienen inversiones en las finanzas y algunos cipayos piensan en el precio del dólar o el índice del riesgo país. Ahora, como dijo Alberto Fernández, el centro es resolver la crisis sanitaria. Pero la emisión de pesos para los gastos que ahora realiza el gobierno en algo se debe sustentar. Es el momento oportuno para discutir la renta del campo y las súper ganancias de algunos sectores extractivitas como la mega minería, las petroleras, la energía o los agros negocios. ¿Cuánto van a poner la cerealeras? ¿Se va a obligar a repatriar los capitales argentinos que están afuera del país?
La situación obliga y exige al campo popular ir a fondo en empujar adelante las medidas que solucionen las crisis sanitarias, y a la vez generar la consciencia y las condiciones para tomar medidas económicas que reviertan el modelo económico liberal. En estos momentos están más vigentes que nunca las propuestas del PTP-PCR que piden la creación de un millón de chacras para garantizar la alimentación popular, el fomento a las unidades pro-ductivas para que se transformen en Pymes que garanticen el abastecimiento de productos al mercado interno, el control del comercio exterior y la defensa del peso argentino, y la dirección estatal de las actividades económicas claves para la reactivación de la economía del país.
De la Redacción Protagonismo Popular
San Juan