El Momento político: ¿CUAL ES EL PLAN?
La situación política de San Juan está dominada por la espera del pueblo que tiene grandes urgencias económicas con un marco inflacionario que no da tregua a las economías populares.
En lo político lo dominante es el desarrollo de las reñidas elecciones internas del Partido Justicialista de San Juan y que de no mediar ningún imprevisto se definirán el próximo 15 de marzo.
El gobierno nacional sigue sin mostrar la carta que todos queremos conocer: ¿cuál es su plan para reactivar la producción?
Entre tanto, el gobierno de la provincia insiste en realizar gastos fastuosos para carreras y fiestas ‘populares’.
Las organizaciones sociales consolidan su unidad en relación a la economía popular y un programa que resuelva el trabajo y el alimento para todos.
La situación social debe ser la prioridad
El hambre y la falta de trabajo son la urgencia
En el verano conmocionó a todo el país las noticias que llegaron desde Salta: un pueblo entero “muere” de hambre. Los niños Wichis, como titula la prensa, mueren de desnutrición. Por un lado, el rótulo de Wichis, un pueblo originario, intenta ocultar que son salteños y son argentinos, pero a la vez es útil para recordar que el genocidio de la conquista española continua hasta hoy, sustanciado en la expulsión de los habitantes de sus tierras y la destrucción del monte nativo por parte de los terratenientes sojeros. Hubiese sido bueno que el presidente A. Fernández se presente el lugar para dar la nota de aliento a esos pobladores y marcar el sendero que promete seguir.
Esa situación extrema de Salta, es parte del hambre y la falta de trabajo que existe en todo el país. En la provincia de San Juan, la labor de organizaciones sociales como la CCC, la actitud diligente de algunos funcionarios municipales y provinciales ayudan a la contención de situaciones de pobreza extrema. A los locales de los movimientos sociales y partidarios se acercan a diario, cientos de personas que piden ayuda de todo tipo y están dispuestos a hacer cualquier trabajo a cambio de ella. La situación social de la provincia es delicada.
Los trabajadores
Pero los desocupados y precarizados no son los únicos que tienen problemas. La inflación del 3% de enero, no incluye el tarifazo de la luz en la provincia. Los salarios de los trabajadores están nuevamente retrasados y el inicio de la paritaria docente no parece alentadora (ver nota aparte). La paritaria de los docentes, tradicional-mente, es la primera que motoriza el gobierno provincial y el acuerdo, surgido de ella, se aplica al resto de los estatales. Este año el gobierno anunció que se sentará a discutir, pero no va a aplicar la cláusula gatillo, “porque no va a poder pagarla”. El mensaje es malo, quiere decir que sabe que la inflación va a superar el aumento que quiere otorgar. Y, como si eso no fuera poco, desvirtúa la discusión salarial paritaria mezclándola con comisiones para discutir temas pedagógicos. Táctica que recuerda a las prácticas del menemismo. Al final el discurso siempre es el mismo “el problema de la educación es el docente que no trabaja bien y quiere cobrar demás”.
La situación de los jubilados es grave.
El aumento, a través del bono, otorgado por Alberto Fernández en enero fue alentador $5000 para la mínima, en diciembre y enero. Al resto le pidió paciencia. Pero en febrero, después de un ‘eterno enero’ quedaron co-mo al principio y para marzo introduce una escala que aumenta el sueldo por debajo de la tablita de Macri. El resultado va a ser una catarata de juicios contra el estado y un ajuste salarial para los jubilados y pensionados que en su mayoría cobran por debajo del salario mínimo vital y móvil (ver nota aparte)
La salud es otro gran tema, en los hospitales los jefes de servicios rezan para que no llegue el “corona virus”, que no es otra cosa que una gripe fuerte, pero con un nombre espectacular, porque sería una catástrofe para el sistema sanitario. La provincia está declarada zona de alerta amarilla por la presencia de empresas chinas.
Y la vivienda sigue siendo un gran problema. Las lluvias de enero mostraron que en los últimos años se volvió a acrecentar el fenómeno de la precariedad habitacional. Hay más asentamientos.
Los deudores deben esperar
Negociaciones con los acreedores
Los desocupados piden cupos en los planes y aumentos. Los trabajadores y jubilados quieren recuperar poder adquisitivo con sus salarios. Las familias sin vivienda necesitan soluciones. No es justo pedirles esperar.
El gobierno nacional, está abocado a resolver la situación de la deuda pública para luego elaborar un presupuesto y exponerlo a la aprobación del Congreso Nacional, para a partir de ahí arrancar con un plan de crecimiento, lo que implica que con suerte llegarían a poner en práctica a fines de mayo, una eternidad para el pueblo. De esa manera el gobierno nacional cambió el slogan de campaña que decía “vamos a pagar a los acreedores con producción”, pero ahora la consigna es arreglar la deuda para luego crecer. Creemos que ‘arreglar la deuda’ con los bonistas y el FMI no va a dejar margen para gastos en producción.
El problema de la deuda
El problema de la Argentina no es la deuda, es el crecimiento económico. Y el crecimiento no se logra pidiéndole a los empresarios que inviertan. A los capitalistas solo los convencen “las condiciones de mercado” que no son otra cosa que salarios bajos, ventajas impositivas y posibilidad de mover libremente sus ganancias. Esa es una receta liberal y Macri fue un alumno ejemplar en su aplicación, y no obstante fracasó. ¿Para qué insistir por ese camino? En el nuevo rumbo del país la iniciativa en la producción la tiene que tomar el Estado Nacional apoyado en las organizaciones populares.
Con un presupuesto libre de compromisos con el FMI y los acreedores, el gobierno puede tomar iniciativas para recuperar la capacidad productiva del país, fomentar el consumo y direccionar la inversión. Un gran paso sería la expropiación de la empresa VicentÍn, hoy en quiebra y vaciada por los amigos del macrismo luego de ganar for-tunas con contratos y préstamos del Estado.
El gobierno nacional hoy pide paciencia y el pueblo que aguantó cuatro años de macrismo le da tiempo, está esperando, pero no va a ser eterno ese plazo y existe la preocupación: ¿Es real que luego del arreglo del problema de la deuda comienza en abril un plan concreto de reactivación? Es una carta que Alberto Fernández no quiere mostrar porque como dijo literalmente “estamos jugando al póker con tahúres”, entonces su táctica es no adelantar las jugadas y mantener el sigilo. El problema es que no hay un plan, porque incluso si gana la partida de la negociación de la deuda, como le pasa a todos los jugadores, luego va a tener que seguir apostando y a la larga en el juego, como en la timba financiera siempre gana la banca y pierde el apostador.
Hay condiciones para negociar duramente con el FMI y los bonistas acreedores.
El Fondo monetario desembolsó dólares en argentina sabiendo que Macri y sus amigos los estaban fugando para quedarse con el dinero y endeudar a la Argentina. Ellos fueron los que prestaron dinero a un país sin posibilidades de pago. Fueron cómplices. Por lo tanto, es justo hoy pedir la suspensión de los pagos al Fondo hasta investigar la deuda.
En el caso de los bonistas también es justo aplicar una postergación unilateral de los plazos de pagos y una quita de capitales. Es justo así porque los bonos son un negocio de algunos grupos inversores que en los últimos años compraron los bonos de deuda argentina en muchos casos al 20% del valor nominal.
Cuando el estado nacional necesitó dinero lo tomó emitiendo bonos, que fueron colocados en los mercados por bancos y comprados por inversores de todo tipo a un precio nominal y con un interés. Cuando el país entró en crisis, es decir, que corría el riesgo de no pagar los interese ni el capital, esos bonos se desvalorizaron, no cotizan al 100%, y los compradores originales, despavoridos, los salieron a vender. En la actualidad hay cinco grandes fondos de inversión (buitres: Templeton, Ashmore, Fidelity, BlackRock y Pimco) que compraron la mayoría de los bonos a precio muy bajo y quieren que el gobierno nacional pague al 100% ¡Un gran negocio!
La grieta en la provincia
La movilización del 12 de febrero en la provincia, en contra de la visita de la misión del FMI a la Argentina, fue muy grande. La consigna “la deuda es con el pueblo”, concitó una gran adhesión, que demuestra que hay condiciones para realizar negociaciones más duras con los acreedores. No obstante, en esa jornada pudo verse que el gasto de fuerzas no es parejo.
Son los desocupados nucleados en las organizaciones que conforman los Cayetanos y algunos gremios combativos los que protagonizan la lucha ¿Dónde estuvieron la CGT de San Juan, las CTA y algunos partidos integrantes del Frente de TODOS? Hay una gran parte de los militantes de la provincia que están absorbidos por la interna del Partido Justicialista y en muchos casos en búsqueda de un puesto político o beneficio social, sin claridad sobre que ahí se discute realmente. Ese es el camino que no sirve al pueblo.
El país y la provincia necesitan un plan serio para salir de la crisis. A esta altura es poco probable que se puedan recibir más créditos externos o inversiones. Por lo tanto, hoy la discusión del campo popular deber ser diseñar un plan para poner en marcha la economía argentina con los recursos propios, y luego ver si se puede y debe pagar deuda externa.
Es posible movilizar a la industria nacional y al mercado interno. En el país hay recursos para construir viviendas, confeccionar ropa, calzados, medicinas, alimentos, desarrollar minería. ¿Por qué esperar a que lo hagan inversores extranjeros?
En ese sentido resulta inexplicable que el Gobierno de San Juan gasta fortunas en eventos como la vuelta ciclística de San Juan, en los cuales con el presupuesto estatal se paga todo, desde el vehículo que acompaña al corredor hasta el hotel donde se aloja ¿Cuál es la ganancia para San Juan? El balance de gastos nunca se explica lo suficiente, pero se estima que la versión 2019 costó 159 millones de pesos. Pero, por otro lado, a los salarios sociales complementarios que van a limpiar las escuelas el gobierno no les puede proveer de elementos de trabajo por falta de dinero.
Las cooperativas de desocupados pueden ser viables como actividad económica, en el marco de una política integral que las incorpore, por ejemplos en la obra pública, como proveedoras del estado o a un plan agrícola para abaratar alimentos. Es una discusión que hay que ganar en la provincia. Pero no son la única solución para incorporar al trabajo miles de desocupados. Los planes van a seguir, pero son mecanismos de subsistencia que aporta un ingreso en las familias que trabajan en negro, hace falta un plan productivo que abra las puertas de fábricas cerradas y que se generen nueva.
Hoy en San Juan se abre una discusión con la interna del Partido Justicialista y, que por involucrar al gobernador de la provincia, a su gabinete, a la mayoría de los intendentes y a los legisladores nacionales, involucra a todo el pueblo, quiera o no participar de esa discusión. Para algunos esa lucha entre dos listas que compiten por el con-trol del PJ, provincial, por ahora, es una disputa personal entre dos líderes Gioja y Uñac. La pregunta que deben hacerse los dirigentes populares es ¿qué interés superior a ambos impidió que llegaran a acuerdos como venían haciendo desde hace más de 20 años? Hay muchos cambios en la estructura económica de la provincia que tienen su reflejo en esa interna. Pero la premisa que debe guiar al campo popular es no dejar que la interna condicione la lucha, sino que, al revés, buscar poner en el centro las necesidades más urgentes de la gente y a partir de ahí trazar líneas divisorias.
Por: Federico Agüero