LOS QUE FRACASARON NO ACEPTAN LA DERROTA
El camino es más unidad y protagonismo popular en las calles
El gobierno de Alberto Fernández ha lanzado un plan de emergencias para la crisis. Pone el centro en distribuir recursos a los que pasan hambre, “poner dinero en el bolcillo de la gente”, según sus propias palabras. Lo que reactivará el consumo popular y por lo tanto empujará la reactivación productiva. El odio y el revanchismo de los sectores oli-gárquicos derrotados el 27 de octubre, intenta crear un clima de discriminación hacia ese sector minoritario por la forma en que se sufragarán las medidas tomadas en favor del pueblo. Desde antes de que asumiera el nuevo gobierno se manifiestan amenazantes y proyectan movilizaciones. Las organizaciones populares no abandonan las calles para defender las medias y garantizar que Argentina no vuelva atrás.
Medidas de Alberto Fernández
En los primeros seis días de gobierno Alberto Fernández ya cumplió con muchas de sus promesas de campaña: aplicó una rebaja del 8% en medicamentos y los ha congelado hasta febrero. Otorgó un bono de $10.000 para jubilados en dos tramos en diciembre y en enero, además eliminó la fórmula de cálculo jubilatorio de ajuste regresivo inventado por el macrismo. Dispuso un plan de desendeudamiento a jubilados por parte del ANSES, por lo tanto, los fondos de los trabajadores se van a utilizar realmente para ayudar a los jubilados. Le otorgará una moratoria fiscal a las Py-MEs. Un bono de $2.000 en diciembre y enero a la Asignaciones Universales por hijo. Decretó el congelamiento de tarifas de servicios por 6 meses. Y lanzó el Plan Alimentar que comienza en Concordia, provincia de Entre Ríos, con 4 millones tarjetas para la compra de alimentos para los más necesitados. Dispuso un aguinaldo para todos los que cobran sueldos complementarios de $8500.
Este paquete de medidas de emergencia, que el movimiento popular le reclamó durante 4 años al gobierno anterior, no se va a financiar con la “maquinita”, como despectivamente dicen los liberales. Para su disgusto, la emergencia se va a pagar con el aumento de las retenciones a la exportación de granos, fundamentalmente a la soja, impuesto que se aplica sobre cada dólar que se exporta, un impuesto a los bienes personales y, otra medida para financiar el plan es reasignar los gastos reservados de la Agencia Federal de Inteligencia, que el macrismo usaba sin control para “el espionaje”. Además, el impuesto a las compras en el extranjero, o “dólar turista”, es una medida para proteger la industria y el comercio nacional. Las medidas no imponen exacciones al capital instalado que está ocioso en más del 40%, con el caso el caso extremo de la industria automotriz con el 65% de inactividad.
Las medidas de Alberto Fernández son justas. Apuntan a una redistribución de las riquezas pidiendo un esfuerzo a quienes más se llevan actualmente de la torta. Los clasistas y revolucionarios somos conscientes de que es necesario un proceso más de fondo, que corte lazos con la dependencia, que democratice el acceso a la tierra y ponga al estado a la cabeza de la reconstrucción de la industria. Pero estas medidas permiten transitar el camino correcto. En consecuencia en este momento apoyamos decididamente estas medidas, las defendemos políticamente, y las defendemos movilizados enfrentando a quienes pretenden desde el amparo de sus privilegios desestabilizar al gobierno de TODOS.
Desestabilizadores
Naturalmente, no están contentos con estas medidas los sectores que se benefician con las exportaciones agrícolas, con la desregulación de las tarifas de los servicios públicos y quienes especulan con las divisas. Son la Sociedad Rural, CARBAP, algunas cámaras de empresas y bancos. Estos sectores que apoyaron al gobierno de cambiemos, quieren ver fracasar al actual gobierno y por eso apuestan a que eso suceda. No aceptan el fracaso de las política de Cambiemos e intentan instrumentar a sectores populares del campo para su beneficio. Oportunistamente identifican sus intereses, que son de privilegio, con los intereses de los campesinos que son nacionales y populares.
Por las redes sociales distintos personajes están alentando a movilizarse contra el gobierno. Por ahora no son dema-siados, pero sus discursos son nocivos y tienen muchos recursos para difundirlos. Por suerte organizaciones de cam-pesinos pobres y originarios, ya tomaron la iniciativa de contestar y aclarar al resto de la sociedad que “el campo” no es uno solo. En el campo hay dueños de la tierra y hay desplazados. Hay latifundios de miles de hectáreas y hay campesinos que tiene apenas pueden vender su producción a precios que no son rentables.
Es necesario, más que nunca, tener una política activa para evitar que los sectores reaccionarios logren confundir y atraer a su causa a trabajadores, comerciantes, cuentapropistas, profesionales y empresarios que quiere soluciones para la economía y buscan una propuesta política. La derecha con ayuda de algunos medios de comunicación quiere poner una división entre ladrones y honestos, que no es la real. Sin transar con la corrupción, de ningún gobierno, hay que poner el eje en el fracaso del liberalismo y la necesidad de una política económica que ponga por delante las necesidades del pueblo.
Más unidad
El 19 y 20 de diciembre se conmemora un aniversario del argentinazo del 2001. Fecha en que el pueblo argentino, cansado de las mentiras del gobierno el radicalismo liberal, agobiado por la crisis económica, salió a la calle a decir basta. En esas jornadas murieron 34 luchadores populares. Y finalmente el presidente se fue en helicóptero de la casa rosada.
Dieciocho años después. Las organizaciones populares se movilizan, porque no quieren volver atrás. Que el país vuelva a vivir un 2001, o que la derecha lleve a una situación como la de Bolivia, en donde los sectores oligárquicos, complotados con el imperialismo “Yanqui”, han usurpado el poder por la fuerza. La marcha que en San Juan se realizamos el 19 de diciembre, es en conmemoración de aquella enlutada fecha y en apoyo a las medidas de emergencia que ha tomado Alberto Fernández y su gabinete.
La marcha va a reforzar el espíritu de unidad de los Cayetanos en la provincia, sobre todo de cara a un 2020 que trae grandes esperanzas y desafíos para los movimientos y las economías sociales.
En San Juan hay señales positivas para el pueblo, como esta unidad de los sectores de las organizaciones sociales y con sectores político que pelearon en la batalla electoral del 27 de octubre que están dispuestos seguir unidos en la calle y luchar por un programa solidario. Pero a la misma vez hay señales que nos ponen en alerta, como es la medida extemporánea de aumento del boleto de colectivo o las tarifas eléctricas. Medidas que transitan en contramano de las políticas nacionales.
Además, los clasistas y revolucionarios vamos a festejar la sunción de Juan Carlos Alderete, presidente nacional del PTP, como diputado nacional. Que junto con la compañera Lía Verónica Caliva de la provincia de Salta, cons-tituyen la dupla de diputados del PTP en el Congreso Nacional. Este es un gran logro de todo el partico a lo largo y a lo ancho del país y una recompensa personal a un dirigente que en pos de la unidad del partido y de la Co-rriente Clasista y Combativa.
POR: Federico Agüero