El mercado financiero atraviesa días de máxima tensión
El dólar sigue imparable. Hubo bancos que lo vendieron a 63 pesos para los ahorristas minoristas, aunque el promedio del mercado quedó en 62,37, un peso más que el día anterior. Los inversores en la bolsa porteña lo pagaron hasta 75. El Banco Central enfrentó fuertes presiones desde la primera hora de la mañana e intervino con 600 millones de dólares para intentar contener la devaluación. La autoridad monetaria también participó de los mercados de futuro para reforzar la estrategia de intervención. En el mercado se muestran preocupados por el ritmo de pérdida de dólares de la entidad. Esta semana estiman que las reservas líquidas terminarán con una baja de 2000 millones de dólares.
El dólar paralelo -empleado por las empresas para dolarizar las ventas no declaradas- también subió fuerte cerrando en casi 70 pesos. La lectura de los inversores es que en el Central se quedaron sin capacidad de fuego para poder controlar el dólar minorista y que en los próximos días aparecerán nuevas regulaciones en el mercado cambiario. La fuga registrada en septiembre fue muy elevada y en la segunda mitad de octubre volvió a acelerarse. El riesgo de nuevas rondas de inflación y devaluación acelera la dolarización.
Las reservas internacionales potenciaron la baja en los últimos días. Este miércoles cerraron en 46.151 millones de dólares y marcaron un retroceso de 450 millones. Las caídas en la semana acumularon 1307 millones de dólares y generan una importante presión para el organismo a cargo de Guido Sandleris. Desde mediados de agosto -tras las elecciones- la entidad no pudo encontrar un plan B para controlar la crisis financiera. La pérdida de divisas se explicó principalmente por tres frentes: la salida de depósitos de los bancos, la intervención para frenar nuevos saltos del dólar y el pago de deuda externa.
La autoridad monetaria terminará esta semana con caídas de más 2000 millones de dólares de sus reservas disponibles. Esto se debe a que hubo pagos por más de 830 millones con bonistas y las intervenciones en el mercado de cambio se aceleraron con el correr de los días. El lunes fueron cerca 150 millones. El martes casi 300 millones y este miércoles la cifra se elevó hasta 600 millones. El jueves y el viernes serán dos días claves. El Central parece estar dispuesto a vender todos los dólares necesarios hasta las elecciones.
Los inversores descuentan que a partir de la próxima semana habrá un cambio en el esquema para controlar la fuga de divisas. Existen distintas opciones para modificar la estrategia. La más sencilla sería reducir el cupo para la compra de dólares de los particulares y mantener las operaciones de los importadores. El mes pasado los ahorristas que compraron hasta 10 mil dólares se llevaron cerca de 2500 millones. Cerca del 50 por ciento de ese monto fue cubierto con reservas internacionales. No parece haber espacio para mantener esta estrategia hasta finales del año sin tener una nueva explosión cambiaria.
La otra posibilidad de administración que barajan los consultores es la implementación de un desdoblamiento del tipo de cambio. Esta es la estrategia que se usaba hasta los ’90 para controlar los problemas de escasez de divisas del mercado interno (característica estructural del país que se replica en las economías de América latina). El mecanismo no resulta complejo de explicar. El Banco Central únicamente se concentra en el precio del dólar para importadores y exportadores. El objetivo es contener el proceso inflacionario.
En el desdoblamiento, el Central no ofrece un cupo de compra para los dólares ahorro o turismo. Los inversores, empresas y particulares deben comprar divisas en un mercado libre. Los precios los fija el nivel de la oferta y la demanda. El tipo de cambio financiero puede cotizar arriba de los 100 pesos sin que el Central lo controle. Este esquema esconde distintos problemas. La principal dificultad son las maniobras de especulación de los importadores y los exportadores para acceder a dólares baratos y revenderlos en el libre.
El nivel de incertidumbre se observa también en otras dos variables claves de la economía. Los depósitos en dólares del sistema financiero aumentaron su ritmo de caída. El último dato disponible en el Banco Central es del viernes 18 de octubre. Ese día los depósitos se ubicaron en 20.771 millones de dólares y marcaron un retroceso de 192 millones respecto de la jornada previa. Fue el retiro más importante desde mediados de septiembre. A partir del 11 de agosto se fueron de los bancos 11.729 millones de dólares.
El riesgo país fue otro de los puntos de presión en el mercado financiero. Se ubica en torno a los 2150 puntos y muestra el nivel de volatilidad de los activos argentinos. Los bonos moneda extranjera registraron esta semana una importante caída y en lo que va de octubre acumulan pérdidas de hasta casi 20 por ciento. Por caso, el Bonar 2020 con vencimiento el próximo año cotiza al 36 por ciento de la paridad. En el caso que se pague un inversor que lo compra ahora triplicará su capital invertido el próximo año.
(Fuente: Pagina 12)