El programa de emisión cero de la base monetaria no continuará
El Banco Central lo hizo de nuevo: cambió su hoja de ruta por tercera vez en el año. El programa de emisión cero de la base monetaria no continuará hasta finales de 2019. Los técnicos del organismo lo anunciaron este miércoles a última hora. Desde el inicio de la corrida, en abril del año pasado, la entidad no logra manter una promesa con los inversores. No se cumplieron los objetivos de metas de inflación, no se respetaron las bandas cambiarias y ahora quedó sin efecto la estrategia de no emitir base monetaria. “Esperamos que las reuniones con las autoridades argentinas en las próximas semanas sean una oportunidad para dialogar sobre estos y otros temas”, se limitó a declarar el fondo a través de un comunicado lacónico que llegó después del anuncio.
La entidad a cargo de Guido Sandleris aseguró que el aumento de los precios junto con la incertidumbre financiera de las últimas semanas generó la necesidad de cambiar la meta de emisión. “Las nuevas metas contemplan un crecimiento de la base monetaria de 2,5 por ciento mensual en septiembre y en octubre”. Esta nueva tasa de expansión si se mantiene a lo largo de un año implicaría un incremento de la base de 35 por ciento.
El anuncio de este miércoles incorporó un nuevo ajuste de la tasa de interés en pesos. El rendimiento garantizado para las Leliq se elevó en septiembre de 58 a 78 por ciento y se colocó en 68 para el mes siguiente. “Estas medidas permitirán sostener una tasa de interés real positiva y retomar el proceso de desinflación a partir de octubre”. Desde principios del 2016 que las autoridades del Central aseguran que ocurrirá en un corto plazo.
El titular de la autoridad monetaria había adelantado en su última conferencia de prensa que estaba negociando con el FMI por los problemas para cumplir la meta de circulante. La estrategia de emisión cero había sido uno de los compromisos del equipo económico para ampliar el préstamo stand by del Fondo a más de 50 mil millones. El plan monetario no podía modificarse sin el visto bueno del FMI. Los técnicos del organismo difundieron un mensaje a los pocos minutos del anuncio. Allí se limitaron a decir que esperan la llegada del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, para conversar sobre este y otros temas. Luego cerraron con la frase cada vez más de forma que suele acompañar los últimos comunicados: “Sigue el compromiso con la Argentina y se continuará trabajando con las autoridades para abordar la difícil situación que enfrenta el país”.
Sandleris aseguró que estos anuncios se suman a las medidas que tomó el equipo económico en las últimas semanas para defender la estabilidad monetaria y financieras. “Se busca que la economía pueda transitar de la mejor manera la incertidumbre”, aseguró. La suba del riesgo país, la dificultad para refinanciar las Letras del Tesoro y la devaluación significativa fueron algunos de los principales elementos de tensión para la entidad.
El comité de política monetaria ofreció una justificación técnica para eliminar el programa de emisión cero. “La aceleración de la inflación producida por la depreciación del peso (ajuste del tipo de cambio en agosto) implica la reducción en la oferta real de dinero”, dijeron. Agregaron que “a fin de evitar una contracción monetaria excesiva -en un contexto de liquidez ajustada- fue necesario actualizar las metas de base monetaria”.
Carta de lectores
El Central empieza a guardar en el fondo de los estantes todos sus manuales de macro. Poco a poco comienzan a ceder todos los argumentos del monetarismo. La fuerte contracción monetaria del último año no fue efectiva para controlar el proceso inflacionario pero potenció la recesión del mercado interno. El principal impacto fue sobre el consumo de los privados y la producción de las pequeñas y medianas empresas. El anuncio de este miércoles muestra que el control de la cantidad de pesos en circulación perdió la hegemonía como único instrumento para enfrentar la inflación. La política cambiaria (controles a la compra de divisas) empezó a ganar protagonismo para intentar contener la devaluación y de esa forma reducir expectativa de inflación
(FUENTE: PAGINA 12)