Los Guardianes de la Revolución de Irán apresan un petrolero emiratí
Aguas todavía más revueltas en el Golfo Pérsico, después de que los Guardianes de la Revolución apresaran hoy un buque petrolero de bandera emiratí y a sus once tripulantes filipinos. La fuerza iraní acusa a la nave de estar cargada con más de 250.000 litros de gasolina diésel adquirida ilegalmente en Irán, para su transporte de contrabando a Emiratos Árabes Unidos. La captura se ha efectuado junto a la isla Mayor de Tumb, en el estrecho de Ormuz.
El apresamiento añade tensión en un día en que el barril de petróleo experimenta su mayor subida diaria desde 1991, a consecuencia del ataque del sábado con drones artillados contra dos refinerías saudíes, entre ellas la mayor del país. Ayer la producción de crudo bajo a la mitad en el reino, lo que supone hasta un 5% menos disponible en los mercados internacionales. Según la petrolera Aramco, a lo largo del día confiaba en reanudar hasta un 40% de la producción, aunque luego moderó su entusiasmo.
En cualquier caso, llevará mucho más tiempo disipar el temor a una escalada en toda regla. El ataque fue reivindicado por los rebeldes hutíes que controlan el norte del Yemen y que han logrado alcanzar objetivos de la industria petrolera saudí en múltiples ocasiones, aunque nunca con efectos tan devastadores. Los hutíes alertaban hace unas horas de que volverán a atacar las refinerías de Arabia Saudí y amenazaba también a las instalaciones de Emiratos si estos países no suspenden sus bombardeos en el Yemen.
Sin embargo, Estados Unidos dice no dar crédito a la reivindicación yemení e insiste en que los aviones no tripulados procedían de Irak, donde operan milicias proiraníes. El secretario de Estado, Mike Pompeo, culpa directamente a Irán. Teherán en todo caso niega cualquier implicación y considera que Washington está “manipulando” y “allanando el terreno para futuras agresiones”. Los Guardianes de la Revolución Iraní se declaraban ayer preparados para una guerra total y recordaban la cantidad de instalaciones militares estadounidenses al alcance de sus misiles.
Irán capturó otro buque emiratí a principios de verano
A principios de verano Irán capturó otro buque emiratí bajo la misma acusación de contrabando, además de un petrolero vacío de bandera británica, como represalia por el apresamiento frente a Gibraltar de un superpetrolero iraní, que solo la semana pasada logró descargar frente a las costas de Siria. Cabe decir que el precio de la gasolina en Irán es mucho más bajo que en otros países de la región, lo que incentiva el contrabando. Irán, además, tiene problemas para vender su petróleo a causa del bloqueo promovido por Estados Unidos.
Precisamente hoy el presidente iraní, Hasan Rouhani, se encuentra en Turquía, donde se reune con Recep Tayyip Erdogan y Vladimir Putin para tratar de Siria y, con toda probabilidad, también de la situación en Arabia Saudí y Yemen. El ministerio de Exteriores iraní ha aprovechado para anunciar que Rouhani no se entrevistará con Donald Trump en Nueva York, al margen de la Asamblea General de la ONU, terminando así con las especulaciones en EE.UU.
El presidente estadounidense un día se muestra dispuesto a concertar una cita y otro, como hoy, se declara “con el dedo en el gatillo” a la espera de que Riad confirme las sospechas de su gobierno sobre la autoría del ataque contra sus refinerías. Rusia y China, por su banda, han lamentado la agresión contra las instalaciones saudíes, pero han llamado a que no se saquen conclusiones precipitadas antes de una investigación serena. EE.UU. y Japón, así como la misma Arabia Saudí, han acordado ya sacar al mercado parte de sus reservas estratégicas de crudo para contener la escalada de precios y la previsible onda inflacionista. Determinados sectores sensibles, como el de las aerolíneas, aguantan la respiración.
(Fuente: Página12)