Las medidas cambiarías del gobierno
En el medio del súper clásico del futbol argentino (River-Boca) el gobierno nacional firmó un decreto con nuevas medidas económicas financieras, la síntesis es que volvimos al cepo cambiario, se imponen restricciones para mover los dólares que están en cuentas bancarias, al control del cambio, los exportadores deben liquidar inmediatamente los dólares y el “reperfilamiento” de la deuda es el nuevo nombre que tiene el default. Es un paquete de medidas necesarias para controlar el dólar, pero que no alcanzar para resolver el problema principal: no tiene ninguna propuesta productiva real.
Un poco de historia
Para entender la situación en que se encuentra el gobierno de Macri, hay que hacer un poco de historia. Cambiemos asumió con la promesa de traer una lluvia de inversiones productivas, que por distintos motivos nunca se concretaron, pero en cambio alentó la llegada de capitales especulativos ofreciendo tasas de interés en pesos muy tentadoras, la “bicicleta financiera”. Así el estado nacional y el banco central emitieron “letras”, así se le llama a un tipo de deuda, y los inversionistas cambiaban sus dólares, pasaban al peso y compraban cupones que les daban una ganancia anual del 60% (hoy a más de 85%). Este circuito produjo una desinversión en la actividad productiva ya que, si alguien invertía 1000 pesos en enero, sin hacer nada, en diciembre obtenía 1600 ¡Una ganancia extraordinaria que de algún lugar debía salir! La solución de los genios de la economía macrista fue tomar más y más deudas, porque a la larga alguien la iba a pagar, o sea la espalda del pueblo. Pero en enero del ’18, los especuladores extranjeros empezaron a dudar y cortaron el “grifo” de los préstamos externos.
El circuito funcionó hasta que se cortó abruptamente en abril de 2018, con una corrida bancaria que casi sorprendió “al mejor equipo económico de los últimos 50 años”. El casi es porque algunos amigos del gobierno justo compraron dólares a 19 pesos antes que aumente en un par de horas a 29 pesos. Para parar la corrida, es decir que los capitales no abandonen el paso argentino y reclamen dólares, el banco central aumentó la tasa de interés (del 26% al 46%), es decir que aumentó el endeudamiento.
Para salvar a la “Argentina”, o más bien a su gobierno amigo, el Fondo Monetario Internacional, a instancia de Donald Trump, le otorgó al país el mayor crédito de la historia del organismo internacional: 50 mil millones de dólares. El desembolso del préstamo se hizo bajo estrictas medidas de ajuste, en varios tramos, pero cada vez que se producía el pago de unos de ellos, los dólares seguían escapando. A los pocos meses la moneda extranjera terminó en 45 pesos y con grandes pérdidas de reservas. Por esa razón el FMI le pidió a Macri que saque a Caputo (el mejor amigo de Macri) de la Presidencia del Banco Central, ubicando a Guido Sandleris del grupo de Nicolás Dujovne, Ministro de economía.
La nueva situación
Luego de la derrota electoral del gobierno en las PASO, el dólar se volvió a disparar llegando a 60 pesos. Macri dijo que “se cayó la confianza en el país”, que los mercados tienen miedo por el triunfo de TODOS. El discurso del presidente, además de un castigo al pueblo, fue una amenaza, ya que por su boca hablan los usureros que temen que el próximo gobierno no pague las deudas contraídas por Cambiemos.
A partir de ahí se abrió una situación donde parecía que el gobierno nacional se encaminaba a vaciar todas las cajas, fundamentalmente las reservas reales del Banco Central y marcharse dejando la tierra arrasada. Pero finalmente cambió de actitud y lanzó este paquete de medidas destinados a proteger las reservas. Entre las medidas del gobierno figura una postergación o “reperfilamiento” de los pagos de deuda con los tenedores de bonos. Eso en economía se llama default, aunque no quieran admitirlo.
¿Qué pasó? Quizás la explicación esté en las masivas jornadas de lucha que protagonizaron los movimientos de desocupados nucleados en los Cayetanos, que son una muestra de lo que puede pasar en este país si se desboca la crisis económica. O en la reunión de Alberto Fernández con la misión del FMI y los acuerdos que en ella alcanzaron. De todos modos, el problema central de la crisis económica sigue estando en la producción. Cuidar la reserva de dólares y frenar su aumento, alcanza para calmar la corrida bancaria y darle garantías a los acreedores que van a cobrar, pero de por sí no es una medida que solucione las urgencias populares.
La actitud de los movimientos de desocupados y de la economía popular ante la emergencia fue muy acertada. Las dos jornadas nacionales de lucha que se realizaron la semana pasada permitieron unir al campo popular para exigirle a Macri soluciones inmediatas.
La aptitud popular
En San Juan los dirigentes de la CCC, CTEP y Somos Barrios de Pie, gestionaron reuniones con los ministerios de la provincia que manejan recursos para el área social, para proponerles aunar esfuerzo para enfrentar la crisis que agobie al pueblo. El lunes 2 de septiembre fueron recibidos por Armando Sánchez Ministro de Desarrollo Humano, con quien compartieron la situación que viven los desocupados y las economías populares, y alcanzaron acuerdos para tomar medidas conjuntas. El ministro contó que están realizando a la Nación un reclamo por 48 millones de pesos que adeudan para tarjetas sociales y merenderos. Además se comprometió a sumarse al reclamo por la extensión de la Emergencia Social y la aprobación de la Emergencia Alimentaria.
La campaña electoral
Mientras tanto la campaña electoral hacia octubre no se detiene. Oficialmente comienza la semana próxima, pero desde el final de las PASO hasta ahora nadie paró de trabajar hacia el 27 de octubre.
Por el lado del oficialismo nacional, se dieron cuenta que la campaña del odio y del miedo no estaba produciendo buenos resultados y a partir del paquete de medidas último, también escondieron a las figuras más urticantes de su gobierno: Lilita Carrió, Pichetto y Bulrrich. Por momentos el trabajo de los trolls macristas bordeó el racismo y la xenofobia con memes que descalificaban a los “pobres”, “negros”, “gordos”, “vagos” etc., por votar al frente de TODOS. Ahora buscan un perfil más “constructivo” basándose en las medidas que están tomando para garantizar la estabilidad.
La militancia del PTP, se prepara para volver a las calles a protagonizar la campaña entendiendo que es la única manera de garantizar que la crisis y la gran deuda generada por el macrismo no la terminen pagando el pueblo trabajador. En las calles con la lucha y la movilización, y en las calles casa por casa sumando votos, es la manera en que se va a imponer en estas condiciones un programa que solucionen las emergencias más importantes del momento: alimento y trabajo.
Con proteger las reservas no alcanza. Es necesario volcar los recursos a la producción, para generar empleo, consumo y parar la inflación con la introducción de bienes en el mercado interno. Es la única manera de recuperar una “Argentina para todos y todas”. Garantizando una alimentación rica y saludable para toda la familia. Cuidar el trabajo y crear nuevos. Frenar el aumento de precios y tarifas. Reactivar los planes de acceso a la vivienda y la tierra. Y privilegiar la educación y la salud pública.