Mujeres que han viajado al espacio
Desde Hipatia de Alejandría, que diseñó un astrolabio y lo usó para trazar la posición de las estrellas en el cielo, muchas mujeres han asentado el camino de las estrellas.
Hipatia sigue siendo una de las primeras astrónomas conocidas, pero no podemos olvidar a Aglaonicia de Tesalia, Grecia, considerada la primera mujer astrónoma en la antigua Grecia que centró sus estudios en los patrones cíclicos de la luna; a la reina Seondeok de Silla (Corea del Sur), que fue fundamental en la construcción del Observatorio Cheomseongdae («torre de observación de las estrellas») de 9,4 metros de altura, siendo la estructura más antigua de Asia de este tipo-; a Sophia Brahe, que criada como una noble danesa porque su padre ejerció de asesor del rey de Dinamarca, ayudó a su hermano, Tycho Brahe, con sus observaciones de las estrellas y también a crear lo que serviría de base para las predicciones actuales de las órbitas planetarias. Como Sophia era noble, su familia expresó su desdén por su interés en las ciencias, por lo que invirtió su propio dinero traduciendo textos en alemán y latín para poder continuar sus estudios de astronomía. También estudió horticultura y se interesó por la medicina y la química. Tycho y Sophia descubrieron conjuntamente una supernova en la constelación de Casiopea, que se llamó «Nova Stella».
Después de ellas llegaría Wang Zhenyi, astrónoma, matemática y autora chino de textos sobre el cosmos, incluyendo “Sobre las Procesiones de los Equinoccios”,“Sobre la longitud y las estrellas”, “Sobre la explicación de los eclipses lunares” o “La explicación del eclipse Solar” que, de forma autodidacta, estudió medicina, matemáticas y geografía, además de astronomía. Uno de sus experimentos más destacados consistió en crear un modelo de la Tierra, el Sol y la Luna (que hizo usando elementos cotidianos como una mesa y un espejo) para ayudar visualmente a las personas a saber cómo funcionaban los eclipses.
Maria Mitchell, que fue la primera mujer astrónoma estadounidense y descubrió un cometa en 1847, algo que la convirtió en una celebridad de la noche a la mañana y la llevó a su elección final como parte de la Academia Americana de Artes y Ciencias. Fue la única mujer que ocupó un puesto en la academia hasta 1943. También hay que recordar que cuando descubrió que sus colegas masculinos estaban ganando más dinero que ella, pidió un salario igual, y lo consiguió. Un asteroide, Mitchella de 1455 y un cráter en la Luna (Mitchell) fueron nombrados para recordarla.
Gracias también a las ‘Computadoras de Harvard’, pasando por Katherine Johnson, Nancy Roman, la madre del Hubble, Valerie Thomas o Margaret Hamilton… con todas estas contribuciones nos dirigimos a las féminas que han estado en el espacio.
(Fuente: Muy Interesante)