Alicia Kirchner denunció que Macri discriminó a Santa Cruz por «portación de apellido»
La actual gobernadora de Santa Cruz concedió una entrevista a solas con PERFIL para charlar a agenda abierta sobre varios temas. Los motivos para buscar la reelección, la decisión de no derogar la Ley de Lemas en la provincia, la mala relación con el gobierno del presidente Macri y la influyente figura de Néstor Kirchner en muchas de sus decisiones. Con la mirada puesta en su posible reelección, y entre recorridas y actos de campaña, la gobernadora de la provincia de Santa Cruz, Alicia Kirchner, recibió en su residencia a PERFIL para hablar de la gestión, de por qué piensa en un nuevo mandato y de la fría relación que mantiene con el gobierno nacional de Mauricio Macri. —¿Por qué decidió presentarse a la reelección? —La verdad que cuando me tocó empezar la gestión, fueron dos años muy duros donde nos dedicamos a poner en orden la provincia. No pude consolidar un montón de cosas que teníamos pensadas, como hacer sustentable la provincia. Estaba para abajo, no sólo en lo económico, sino en lo social. La verdad es que quiero seguir construyendo para dejarla consolidada y que otros puedan profundizar el camino, pero dejarla como estuvo alguna vez.
—¿Cristina Kirchner influyó en esa decisión? —No solamente Cristina, todos los compañeros con los que estoy trabajando tuvieron que ver. Pidiéndome que pudiera seguir construyendo. En la vida yo creo que hay determinadas realidades que hacen a tu función o a tu misión. Yo lo hago con mucho amor, con pasión. Creo que cuando haces las cosas con pasión, tienen otro sentido. A mí no me gusta quedarme sentada en un sillón por estar. Quiero seguir gobernando la provincia, para dejarla definitivamente consolidada y que los próximos que vengan puedan trabajar de otra manera, no como me tocó a mí cuando llegué. —Daniel Peralta se enojó por esto que usted repite de que recibió una provincia quebrada. —Lo invité a hablar con el acuerdo, pero la verdad es que uno tiene que hacerse cargo de las cosas. Menos mal que lo dije el primer día cuando vi cómo venía la cosa. Porque no eran los números que yo tenía. Yo no sé por qué habrá sido ni cuándo, pero la provincia estaba quebrada. De hecho, necesitaba asistencia de Nación, con préstamos. Estaba quebrada casi de forma generalizada en todas las áreas. Y estaba quebrada socialmente, que era lo que más me preocupaba.
—La decisión de la Cámara Nacional Electoral de que vayan las boletas por separado, ¿la perjudica? ¿Cree que cambió la elección a partir del arrastre que podía darle la fórmula Fernández-Fernández? —Una cosa es el tema legal. Yo considero que, al ser dos elecciones obligatorias, tenían que ir con la boleta junta. Pero bueno, en última instancia es el Poder Judicial el que define y está bien. Si decidió esto hay que acatarlo. Para mí hubiera sido más simple, en el recuento, en todo. Pero no tiene nada que ver con la política de construcción diaria. A veces se escucha mucho a determinada oposición que la verdad que me preocupa, que no quieran ir con su conductor. Es para pensarlo el que no quieran ir con Macri. —¿Se arrepiente de haber desdoblado la elección en la provincia? —Fue una decisión que se tomó desde el conjunto. La verdad que quizás en octubre podríamos haber mostrado más realizaciones, pero se consideró políticamente que así debía ser, yo acepto las decisiones que se toman con la misma fuerza que si hubiese sido en octubre. —¿Y piensa que va a ganar o perder las elecciones? —Nadie puede ser tan soberbio para creerse que las tiene todas consigo. Yo espero que ganemos, pero el 11 de agosto las urnas van a ser la verdadera encuesta. —¿Tiene diálogo con los candidatos del Frente, con Javier Belloni y Claudio Vidal? —Hablo con ellos. Son compañeros que pensamos con distintas modalidades, distintos pensamientos. Distintas ideas de abordaje. —¿Y con Eduardo Costa? —Con Eduardo cada vez que nos encontramos, en un avión o en algún lugar, obviamente que nos saludamos, si nos conocemos de toda la vida. Pero a nivel político es él el que rehúye la discusión. —¿Nunca tuvo ni un mensaje de él? —Nunca. Son las distintas maneras de construir en política.
—¿Por qué es tan fría la relación con el gobierno nacional? ¿No es perjudicial esto para la provincia? —Tuve una buena relación con el Ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Un poco se cortó cuando él me prometió lo de los docentes que me hizo un adelanto del fondo fiduciario, que me lo iba a reintegrar con un ATN, eso nunca llegó. No creo que haya sido intencionalidad de él, sino que la Secretaria de Hacienda marca los pasos, quizá más arriba. —¿Y cree que esto es por portación de apellido? —Creo que ha habido un destrato a todas las provincias, pero creo que este destrato se dio como decís vos, por portación de apellido. —En esta provincia se dijo siempre que la educación y la salud eran prioridad de gobierno. ¿Por qué hay hoy tantos problemas en las escuelas y en el Hospital? —Tenemos un gremio con muchísimos problemas, el gremio en sí mismo. Obviamente fue necesario arreglar todas las escuelas que estaban mal. Esto fue parte de como empecé también. A mí me gustaría que recorras el país y veas el estado de las escuelas que hay en el país. Las nuestras son mejores que muchísimas de esas escuelas y nadie dice nada. Yo no estoy de acuerdo con que nadie diga nada. Creo que hay que seguir trabajando, seguir mejorándolas.
—¿Pero no fue exagerado lo de “Escuelas de Lujo”? —Creo que, si comparas, podes llegar a hacer esa evaluación. Tenemos escuelas muy buenas, pero hay algunas que necesitan un mejoramiento más profundo porque tienen muchos años y hay falta de cuidado. Muchos de los problemas que surgieron fueron por mal uso de los elementos, de las calefacciones, de los propios que administran el colegio.
—Y en el Hospital, largas esperas para un turno, no hay atención rápida en la guardia… —Vamos a poner un sistema para las guardias emergentes. Vamos a crear ese sistema, porque creo que en eso estamos fallando. La población ha crecido muchísimo, yo he concurrido, pero también estamos haciendo lo mejor que podemos. Se han salvado muchísimas vidas. Por ejemplo, con hemodinamia tenemos lo mejor. El mismo intendente de Rio gallegos, dos veces fue intervenido en el hospital y así muchísima gente que antes no teníamos ese servicio. —Faltan profesionales además… —Es un problema, cada vez hay menos médicos que quieran venir a las provincias. Estudian muchos menos, y los que se reciben han elegido más hacer las guardias en Capital Federal que es el principal centro urbano. Pero es un problema que afecta a todos los hospitales del país. —Santa Cruz no tiene deuda en dólares y eso en parte es gracias al no acompañamiento de la oposición… —Le voy a estar agradecida siempre a la oposición. Yo no me quería endeudar en dólares. En el mes de mayo no recibíamos ayuda, nada. Estaba desesperada. Si bien pedí por 10 mil millones, iba a pedir en realidad por mucho menos. Pasó todo lo que pasó, después lo autorizaron y ahí me di cuenta que los que no querían que me endeudara, era la propia Nación, que mandaba órdenes a la oposición de acá para que no acompañen. Porque cuando ya fui con todos los papeles como correspondía, no me quisieron autorizar el endeudamiento. Salimos adelante con el fondo fiduciario que en su momento me entregaron. Después me ofrecían, cuando la provincia empezó a crecer, endeudamiento y le dije, no gracias. —¿No sería bueno para la provincia tener mayor diálogo con la oposición? —Con algunos miembros de la oposición sí dialogamos. Me gustaría que pudiera haber en la clase política, la madurez que la realidad exige. —¿Qué va a hacer con la Ley de Lemas, la va a derogar o no? —Es una decisión que se tomará a través del cuerpo legislativo en función de las posturas que tengan. Yo respeto lo que decida el conjunto. Yo, la ley de lemas con todos los problemas que puede tener el día de la elección y demás, siempre digo que es una PASO doble. Porque se soluciona todo en un momento. —¿Qué les pidió a Alberto Fernández y Cristina si ganan la elección nacional? —Estamos trabajando muy en conjunto y supongo que ellos van a llevar los destinos del país y nos van a ayudar en lo que necesita la provincia que son las grandes obras de infraestructura. Porque nosotros tenemos que aprender a arreglarnos por nosotros mismos. Pero las grandes obras de infraestructura, como terminar la usina termoeléctrica y recuperar el 19% que nos dejaron afuera del presupuesto nacional. —La gente dice que se ha logrado regularizar el pago de haberes por la campaña. ¿Estamos mejor económicamente en la provincia o es por las elecciones? —Estamos justos, pagando lo justo. Estamos bien, pero sujetos siempre a las variables nacionales. La coparticipación nacional bajó 260 millones este mes. El dólar no me lo liquidaron a 44 sino a 42. Porque esto se maneja así a nivel nacional.
—¿Qué le quedó pendiente de su primer mandato que lo asume como una autocrítica? —Lograr que la provincia sea sustentable en sí misma. Yo siempre digo que nosotros tenemos mucha fuerza para buscar transformar las realidades. El patagónico tiene mucha fuerza. Siempre digo que el viento no nos moldea, sino que nos arranca las fuerzas para sacar utopías y cumplirlas. Tenemos muchas utopías todavía para poder cumplir en beneficio de Santa Cruz. —Su primera elección como candidata a la intendencia de Río Gallegos no fue buena, ¿le hubiera gustado ser intendenta de la capital? —Me hubiese encantado ser intendenta de Rio gallegos, creo que tendríamos otra realidad con la ciudad, pero no fue. Y ahora se me confió una mayor responsabilidad y quiero ayudar a todos los intendentes en esta sustentabilidad que estamos buscando, a que tengan cada uno la ciudad que le corresponde a los santacruceños y santacruceñas. Rio gallegos es mi lugar en el mundo. Acá nací, esta mi vida, mi familia, todo. —¿Qué extraña de su hermano? —No tenerlo. —Cuando toma una decisión o en función de algo que pasa, ¿se pregunta qué hubiera hecho él? —Siempre. No tengas dudas que pienso qué hubiera hecho Néstor. Entiendo que él y yo estamos en un mismo proyecto absolutamente consustanciado, pero con distinta modalidad para la gestión. Pero siempre pienso qué hubiera hecho él. Y me imagino lo que me diría. Acá confunden ser buena con conducción. Yo asumo la conducción con toda su fuerza y voy construyendo. Estoy acostumbrada a trabajar en equipo. Quizás es propio de mi profesión, de mi militancia, no sé. Me gusta mucho el trabajo en equipo. Quizá por ser mi carrera de base trabajadora social, me hace entender muchísimo la realidad de las personas. Entonces eso te hace a veces meterte más en la realidad del otro. Meterse en los zapatos del otro. Pero no quita que tomo todo lo que haya que tomar a nivel conducción y me hago cargo. Jamás le escapo a los problemas. —¿Le preocupa más ser reelegida o que Macri gane la elección nacional? —Qué preguntas que haces. Obviamente que no quiero que Macri sea reelegido, pero yo quiero ser elegida. —¿Escucha las críticas, lee los medios? —Escucho las críticas. Pero me gustaría que viniera la crítica con el aporte concreto para solucionar las cosas. No miro redes sociales, me comentan, porque la verdad es que no tengo tiempo. —¿Si detecta un hecho de corrupción en su gobierno qué hace? —Hago lo que corresponde. La denuncia en la justicia. Que no te quepa ninguna duda. El kirchnerismo gobierna desde hace 28 años la provincia de Santa Cruz. En ninguna elección como en ésta, hubo tanta paridad entre las propuestas de campaña. En la provincia habrá 12 candidatos para la gobernación y uno de ellos será el espacio “Acuerdo Santacruceño” que lidera la actual mandataria provincial dentro del denominado FRENTE DE TODOS que a nivel nacional lideran Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. El primer revés de campaña se dio con el fallo de la Cámara Nacional Electoral que le impidió a la gobernadora santacruceña pegarse a la boleta de la elección nacional que tiene a su propia cuñada como compañera de la fórmula presidencial. La provincia apeló la decisión, pero el Fiscal Federal, Federico Delgado, con competencia electoral no hizo a lugar al planteo por las boletas. Sólo queda la instancia de la Corte Suprema, pero para la mayoría de los juristas, no habría tiempo material para un tratamiento y fallo del máximo Tribunal. (*) Desde Río Gallegos.
(Fuente: Perfil)