La esclavitud del XXI: Las empresas de delivery
«¿Cómo se encuentra el pedido? ¿Está en buen o mal estado para poder ser entregado?» esa fue la respuesta que recibió un repartidor de la empresa Glovo luego de haber sufrido un accidente en el que había sido atropellado el sábado pasado, por un automóvil en Charlone al 500, en el barrio porteño de Colegiales.
Ernesto, de 63 años, trabaja en una de las muchas empresas de pedidos en línea, en el que cada vez, para más personas, es la única solución para poder mantener a sus familias. Ernesto tuvo la suerte de que una periodista (Yanina Otero) fuera testigo del accidente y la preocupación de Glovo hacia la pizza que debía repartir. En su twitter, la periodista publicó una foto del teléfono de Ernesto donde se ve claramente el mensaje “preocupado” de Glovo hacia el repartidor. Esto nos muestra una vez más la alta precarización laboral que viven los repartidores, a quienes ni un seguro de vida y/o obra social les dan. Salen a la calle todos los días por un poco de plata, arriesgando su vida en cada entrega.
La viralización del twitter de la periodista, llego hasta Glovo, quien en un comunicado menciono que Ernesto se encuentra bien, pero “al momento de comunicarse con el área de soporte, el agente no comprendió la gravedad de la situación y su respuesta no fue adecuada. Lamentamos profundamente lo sucedido y estamos trabajando para que no vuelva a ocurrir». Otra respuesta esperada de las empresas de delivery que no quieren ver la realidad que viven sus trabajadores explotados.
Hace menos de un mes, se viralizó la foto de un abuelo de 78 años que trabaja en Pedidos Ya! porque su jubilación no le alcanza. ¿Cuánto más tenemos que ver como esclavizan a los jóvenes, adultos y jubilados? Porque estas nuevas empresas son la nueva esclavitud del siglo XXI, donde les “dan” una mochila y los mandan a trabajar en bicicletas, y el que tiene (y puede pagarlo) usa casco y una campera impermeable.
(Fuente: Noticias Populares)