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«No sé si Macri leyó a Keynes, pero tampoco sé si leyó a Friedman»

El precandidato a gobernador bonaerense por el Frente de Todos, Axel Kicillof, evitó escalar en la polémica con el economista Guillermo Nielsen, quien la semana anterior lo había calificado como un «marxista disfrazado de keynesiano». Así el ex ministro K consideró que Nielsen «hizo un gran trabajo con la renegociación de la deuda», y elogió su formación profesional, destacando que el mismo economista «estudió y escribió libros sobre Keynes».


Con el que no contemporizó fue con el presidente Mauricio Macri, cuestionando sus políticas y deslizando «no sé si (Mauricio) Macri leyó a Keynes, sin chicanas, pero estoy casi seguro que tampoco leyó a Friedman». En el reportaje de Jorge Fontevecchia en los medios, Kicillof se refirió también al exministro del macrismo Alfonso Prat-Gay, autodefinido como keynesiano, considerando que «el presidente Macri no le tenía suficiente confianza como ministro».


«Perón decía que todos son peronistas de un modo u otro en Argentina. La historia parece darle razón. Con el keynesianismo pasa algo similar. Dediqué mucho tiempo de mi carrera a ser investigador y profesor. En ese ámbito, mi tesis doctoral es sobre Keynes. Se publicó hace poco en los Estados Unidos y en Inglaterra, por una editorial bastante prestigiosa, académica, Routledge (Keynes and the General Theory Revisited). Para mí fue un logro. Nunca pensé que iba a llegar a eso, menos habiendo sido funcionario de gobierno», señaló Kicillof.


«Para mí es peronista todo aquel que diga que lo es, no el que yo pienso que lo es. Es un movimiento, una fuente de inspiración: la doctrina, las experiencias son tan amplias que permitió que hubiera peronistas de distintas orientaciones. También hay nortes, banderas, ideas fuerza que tiene un keynesiano. Es el caso de Alfonso Prat-Gay. La Teoría general del empleo, el interés y el dinero, de Keynes, es un libro que revolucionó la historia del pensamiento económico. Es el libro de teoría económica más importante del siglo XX.


Así como tengo libros sobre Keynes (y no es por hacerme el canchero), también escribí sobre Adam Smith, sobre David Ricardo. Tengo una formación clásica, también», insistió. Sobre la supuesta visión de Macri respecto a las crisis económicas con el Estado como responsable por el exceso de intervención, el exministro de Economía apuntó: «El pensamiento clásico pensó que de la crisis se sale salvando a los bancos. Poniendo mucha plata del Estado que metió la pata para salvarlos. Keynes piensa al revés. Que lo que sucede en la crisis es la falta de inversión.


Y para que haya inversión por parte de los empresarios se necesitan elementos que incluso son psicológicos, como la confianza. A veces, el empresario se deprime. Y hay escasez de inversión. Eso, a su vez, genera poca demanda. Y como hay poca demanda y poca venta, hay poca producción».

«A su vez, como hay poca producción hay poco trabajo. Y así la economía entra en un parate», consideró Kicillof, señalando que «un parate del que a veces hay poca salida. Hay momentos en los que el clima de negocios se vuelve muy malo, todo se retroalimenta y estamos frente a profecías autocumplidas. Keynes dice que el Estado puede tener un rol para poner en marcha la economía. Y que eventualmente se tiene que retirar, cuando van bien, que el Estado produce políticas contracíclicas. Hoy hasta un liberal acepta que el Estado tiene una función cuando hay una crisis muy profunda».

Finalmente, volviendo a la gestión de Prat-Gay como ministro de Macri, Kicillof consideró que «no era del grupo que venía trabajando con él. Se habló de cortocircuitos con Marcos Peña, cuestiones palaciegas, Pero no es mi función explicarlo. La cosa es que lo echaron. Sea porque no lo dejaron hacer, porque se la impusieron, no fue keynesiana. Pero si Prat-Gay dice que lo es, no se lo voy a discutir. Cualquiera tiene derecho a asumir banderas, influencias o tradiciones”.

(FUENTE: EL PERFIL)