Necesita sumar la mayoría absoluta del Parlamento en la votación de mañana
Ni tiene el voto asegurado ni su campaña ante los grupos parlamentarios le ha dado los resultados que esperaba. Ursula von der Leyen, candidata nominada por sorpresa y en el último minuto, para presidir la Comisión Europea, se juega su destino este martes en una votación en el parlamento que se augura incierta.
La juzgan en base a dos conceptos, por su competencia personal y por el método por el cual fue elegido, y en ninguno de los dos obtiene un balance determinante. Respeto al método, la mayoría de los parlamentarios encaja muy mal el abandono del sistema de los Spitzenkandidaten y los ha predispuesto muy en contra. Sobre sus capacidades, no hay aún valoración clara entre unos grupos que le critican su ambigüedad.
Para salir elegida, la ministra de Defensa alemana necesita una mayoría absoluta de los votos, es decir, 374 síes, dado que actualmente la composición de la cámara es de 747 diputados, por la falta de los tres diputados independentistas catalanes que no han tomado posesión del acta y de un parlamentario danés. La suma de los tres grandes grupos, populares, socialistas y liberales, los que, en el Consejo Europeo, fraguaron su nominación, le daría un confortable resultado, 443 votos, muy por encima del límite fijado. Pero no tiene en absoluto garantizado este apoyo. Más bien, analizando sus intervenciones de la última semana, parece que está buscando los votos del grupo de los conservadores euroescépticos, ECR, donde militan los polacos de Ley y Justicia (PiS) y los tories británicos, para compensar las previsibles fugas por la izquierda.
Demasiada ambigüedad
La critican por intentar complacer a todos sin dar garantías a nadie
El voto cobra mayor emoción porque la candidata tiene una sola oportunidad de salir elegida. Si fracasara, si no sumara suficientes votos favorables, Von der Leyen no sería presidenta y la UE entraría en modo de crisis, con los jefes de Gobierno obligados a proponer a otro candidato en un período de treinta días, añadiendo además dudas sobre el resto de nombramientos acordados. Urgencias y tensiones que no le convienen precisamente.
entraría en modo de crisis, con los jefes de Gobierno obligados a proponer a otro candidato en un período de treinta días, añadiendo además dudas sobre el resto de nombramientos acordados. Urgencias y tensiones que no le convienen precisamente.
La candidata puede necesitar que los jefes de gobierno que pactaron su nombre se movilicen y presionen a sus parlamentarios para que, a pesar de las reticencias de algunos, den el voto favorable. A la encrucijada le añade emoción que el voto sea secreto, con lo cual las directrices que darán los grupos parlamentarios, y que muchos decidirán en el último momento, serán más indicativas que coercitivas. La tradicional escasa disciplina del voto de Parlamento Europeo se diluirá un poco más. Además, en su desfile por los grupos parlamentarios esta semana para intentar convencer a unos interlocutores desconfiados, Von der Leyen se ha mostrado demasiado ambigua para decantar definitivamente la balanza.
El único apoyo que tiene asegurado es el de los populares que, después de expresar en voz muy alta su profunda indignación por el método seguido para nominarla, a renglón seguido y sin pestañear, anunciaron su voto favorable. No deja de ser una de los suyos y les permite conservar la presidencia de la Comisión Europea por cuarto mandato consecutivo.
Fugas por la izquierda
Busca entre los euroescépticos (ECR) los votos que perderá de los socialistas
En cambio, la división es profunda entre los socialistas. Ni se ha seguido el sistema de los Spitzenkandidaten que ellos tanto defendieron, ni Von der Leyen es ideológicamente próxima, ni las compensaciones del paquete de nombramientos –les corresponden el alto representante y la presidencia del Parlamento durante dos años y medio– los convencieron. Los más activos intentando hundir a la candidata alemana son los socialdemócratas de su nacionalidad, que ya impidieron que Angela Merkel pudiera votar a favor de su propia candidata, forzándola a abstenerse en la votación del Consejo Europeo.
En su agresiva campaña, el jefe de la delegación socialista alemana, Jens Geier, envió este viernes a todos los eurodiputados un informe vitriólico bajo el expresivo título de “Por qué Ursula von der Leyen es una candidata inadecuada e inapropiada”. En el documento, al que ha tenido acceso La Vanguardia, se la critica por no conseguir ni el apoyo del ejército alemán que dirigía ni el de su propio partido, además de recordar las acusaciones de plagio de su tesis cuando estudiaba medicina. Con estos precedentes, es fácil deducir que los 16 eurodiputados socialistas alemanes votarán en contra de la candidata, la duda es a cuantos miembros más de su grupo conseguirán arrastrar. Los 20 españoles se supone que darán apoyo al pacto negociado personalmente por su jefe de partido, Pedro Sánchez, pero la posición del grupo europeo no se decidirá hasta el último minuto, y no será un proceso fácil.
Primero analizarán su respuesta por escrito a las numerosas preguntas que le formularon después de una audiencia que los dejó insatisfechos por la falta de concreción, y después, esperarán a escuchar su intervención en el pleno del martes por la mañana. Apurarán hasta el final, vistas las dificultades para consensuar una posición común para la votación de ese día a última hora de la tarde.
Una sola oportunidad
Si no suma los votos, los jefes de Gobierno tienen 30 días para proponer a otro candidato
También los liberales aguardarán los plazos para pronunciarse, aunque la predisposición es más favorable en este grupo ahora bautizado como Renovar Europa. Le han formulado tres reivindicaciones clave, su apoyo para un mecanismo de sanciones a los países que violen el estado de derecho, la convocatoria de una conferencia para reformar el sistema de los Spitzenkandidaten y que la liberal Margrethe Vestager tenga exactamente la misma posición en la Comisión Europea que el socialista Frans Timmermans. Este último compromiso será difícil de asumir por von der Leyen porque a los socialistas les prometió que Timmermans sería su primer y único vicepresidente.
Es precisamente la ambigüedad lo que más han criticado la mayoría de los grupos después de escuchar a la candidata. Según han manifestado numerosos diputados en público y en privado, se quedaron con la sensación de que evitaba comprometerse y que intentaba complacer a todos sin dar garantías de nada. En cambio, otros grupos ya han tomado postura. Tanto los Verdes como la Izquierda Unitaria anunciaron inmediatamente después de la sesión con la candidata que votarían en contra. Por su parte, la extrema derecha, agrupada en torno a Identidad y Democracia (ID) avanzó que “muy probablemente” le darán un no, aunque el posicionamiento aún no es definitivo.
En el 2014, Jean-Claude Juncker fue elegido con 422 votos a favor. Ahora, para Ursula von der Leyen es vital por supuesto rebasar la barrera de los 374 síes indispensables, pero le convendría superarla con amplitud, para no empezar su mandato debilitada por una aprobado demasiado ajustado. Sus primeros pasos en su improvisada campaña no han sido fructíferos, pero le queda su gran oportunidad, el discurso ante el pleno este martes.
(Fuente: La Vanguardia)