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La buena comunicación entre Fernandez y Monzó

Mientras Emilio Monzó sigue distante del oficialismo tras el cierre de listas y es acusado de Elisa Carrió de conspirar contra el Gobierno, el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, lo elogió ayer: «Me siento más cerca de Monzó porque con Monzó se puede hablar. Tiene orígenes en el peronismo. Es un hombre de la política. No es como estos tipos, que reniegan de la política y viven de la política hace años. Porque esta idea de que Macri es la nueva política es casi un chiste», lanzó el candidato opositor quien, no obstante, aclaró que no está por cerrar un acuerdo con el presidente de la Cámara de Diputados. No obstante, cerca de Monzó admitieron que existen conversaciones con distintos sectores del peronismo, incluídos los ligados a Fernández.


En una entrevista radial, Fernández recordó que se conoce hace mucho tiempo con Monzó y que tienen buen diálogo. Y contó una anécdota: «A Emilio lo conozco hace muchos años. Fue alumno mío en la carrera, para que se den una idea de hace cuanto que lo conozco. De sus años de estudiantes. Sacó un diez. Debió haber estudiado mucho, porque no recuerdo haber puesto muchos diez», puntualizó Fernández. «Emilio me contó alguna vez que su padre era médico y lo hizo estudiar medicina. Y se había volcado por abogacía. Pero había empezado la carrera a los tumbos, sacando notas medio bajas: cinco, cuatro, cinco, cuatro. Y entonces se puso una suerte de deadline. Como una línea final: «Si no saco una buena nota en penal, dejo la carrera porque no es para mí’. Y yo justamente en ese momento daba clase en Elementos del derecho penal, que es una de las primeras materias. Y se ve que el tipo se dedicó a estudiar mucho. Y después de mi nota se incentivó ¡Le salvé la carrera a Monzó!», se rió Fernández, que siempre habló de Monzó en buenos términos: «Es un hombre respetable».


De todas maneras, Fernández buscó relativizar las conversaciones con quien fuera el armador de Cambiemos: «Quiero aclarar que hablo periódicamente. No es que hablo permanentemente. De hecho, hace un tiempo que no hablo», dijo en diálogo con FM Futurock. «Es alguien con el que se puede hablar, porque no descalifica. De ahí en más, qué se yo. Si él acompañó a Macri es porque piensa como Macri. No sé si hablando en profundidad, tiene el mismo pensamiento que yo», concluyó, sin decir si lo sumaría o no a su espacio.
Monzó hace tiempo que viene dando señales de alejarse del oficialismo cuando se termine su mandato en el Congreso, que no renovará. De hecho, Macri ya ubicó a la cabeza de la lista de diputados bonaerenses al ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo, en plan de que reemplace a Monzó (si logran la reelección). El cierre de listas dejó afuera a prácticamente todos los dirigentes cercanos al actual presidente de la Cámara baja. Tuvo una reunión con la gobernadora María Eugenia Vidal por ese tema, que terminó muy mal. A partir de allí, el dirigente empezó a decirle a sus fieles que se ya se siente «afuera del oficialismo». Y que está liberado para hacer con su futuro lo que considere mejor.


En el medio, hubo otras señales. La semana pasada en la sesión, Monzó felicitó a cinco peronistas que vencieron en sus distritos a Cambiemos. Elisa Carrió, en tanto, lo atacó en el programa de Mirtha Legrand: lo acusó de enviarle un dirigente peronista a convencerla de romper con el Gobierno. Sostuvo que el mensajero era Julián Domínguez, ex presidente de la Cámara de Diputados. Por su parte, Domínguez salió a desmarcarse: «La diputada Elisa Carrió, una vez más, falta a la verdad respecto a mi persona. Yo soy peronista, creo en un país desendeudado, inclusivo y humanista. Muy diferente a ustedes. Siento que me falta el respeto al decir que yo puedo actuar por instrucciones de Emilio Monzó, por quien siento respeto personal pero de quien me separan diferencias políticas abismales. No me meta en las internas de su gobierno, diputada», le reclamó.
La otra respuesta, furibunda, vino de la mano derecha de Monzó, Nicolás Massot. Sostuvo que Carrió «es muy dañina como oficialista. Miente y desvaría . El Gobierno le teme a esta persona”. El jefe de bloque PRO le pasó factura por las peleas con la Corte Suprema, por los ataques a ministros de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal, y por la derrota en Córdoba, tras la división de Cambiemos, de la que la hizo responsable. Massot y Carrió ya habían tenido un cruce en persona en el que la líder de la Coalición Cívica le dijo: “Sabía que eras pícaro, pero no tan hijo de puta”. Al igual que Monzó, Massot ya tiene destino de salida: tiene previsto, si no hay cambios, aceptar una beca Yale para la que lo recomendó Martín Lousteau y abandonar el país por un tiempo, a partir de diciembre. Habrá que ver en qué lugar se ubica Monzó a partir de ese mes del año, y después de las elecciones nacionales.

(FUENTE: PÁGINA 12)