«Lula creía que estaba por encima de la ley»
Glenn Greenwald, fundador y editor de The Intercept Brasil es el hombre que la semana pasada reveló intercambios de mensajes entre el exjuez Sergio Moro, y el fiscal del Ministerio Público, Deltan Dallagnol. Dichas conversaciones probarían que Moro, actual ministro de Justicia de Brasil, colaboró con el grupo de trabajo de la operación Lava Jato con el objetivo de enviar a prisión al expresidente Lula Da Silva y asegurarse de que el socialista no volviera al poder.
Entrevistado por Agência Pública, Greenwald habla sobre las reacciones de los involucrados y trata también la cobertura de la prensa sobre la operación Lava Jato antes y después de los reportajes de The Intercept Brasil. «Cuando los grandes medios transforman a Moro y al grupo de trabajo de la operación Lava Jato en dioses o superhéroes, se torna inevitable lo que sucedió. Los periodistas pararon de investigar y de cuestionar al Lava Jato y simplemente se quedaron aplaudiendo, apoyando y ayudando», señala.
Greenwald dice estar seguro de que Sergio Moro «va a romper cualquier regla de la ética para lograr sus objetivos». «Moro no rompió una regla una vez, sino que ha demostrado que a él no le importan ni un poco esas reglas», agrega. «Creyó que estaba totalmente por encima de la ley y de las reglas, y es imposible tener a alguien como juez o como ministro de Justicia con esa mentalidad».
A continuación, una selección de las frases más destacadas de la entrevista:
«Esas personas están usando el poder público y deben estar sujetas a procesos de transparencia. Exactamente esto fue lo que ellos hicieron cuando interceptaron y divulgaron las conversaciones privadas de Lula da Silva [en 2016, Moro rompió la confidencialidad de grabaciones telefónicas involucrando al expresidente Lula y personas relacionadas con él, entre ellas Dilma Roussef]. «La gran prensa no ha informado sobre la operación Lava Jato, sino que estaba trabajando para Lava Jato. Con una excepción, que es la Folha de S. Paulo. La Folha, para mí, mantuvo una distancia, una independencia, estaba criticando, cuestionando… Pero Globo, Estadão, Veja han recibido todo el tiempo diltraciones y se han dedicado a publicar lo que el grupo de trabajo de la operación Lava Jato quería que ellos publicaran». «No somos Wikileaks. No estamos simplemente publicando material que nosotros tenemos, sin contexto ni informando sin entender, sin analizar, sin investigar. Estamos haciendo periodismo. Y esos documentos son complejos. Entiendo que todo el mundo quiera ver lo que tenemos porque ese material tiene interés público y el público tiene el derecho de verlo. Pero, por otro lado, nosotros tenemos la responsabilidad periodística para usar el tiempo que necesitamos para confirmar que todo lo que estamos informando es verdad». «Tengo un amigo, de los mejores amigos de mi vida desde los 11 años, que ahora es abogado en Florida y que, después de leer nuestro material, dijo: ‘si un juez hiciera lo que hizo Moro, sin duda, ese juez sería apartado y probablemente no sería promovido porque colaborar con una parte y fingir ser neutral es una infracción muy grave’. Me dijo que todas las decisiones de ese juez quedarían bajo sospecha y que sería impensable que el juez pudiese mantener cualquier cargo público, mucho menos ser ministro de Justicia. Porque ahora todos nosotros sabemos lo que dijo. Sabemos que va a romper cualquier regla de la ética para lograr sus objetivos». «El juez tiene mucho poder, y con ese poder vienen muchas responsabilidades y muchas reglas éticas. Poder condenar a alguien y encarcelarlo es un poder enorme. Y Moro no rompió una regla una vez, sino que ha demostrado que a él no le importan ni un poco esas reglas. Creyó que estaba totalmente por encima de la ley y de las reglas, y es imposible tener a alguien como juez o como ministro de Justicia con esa mentalidad». «La corrupción es muy común aquí en Brasil en la derecha, la izquierda y en el centro. Todo el mundo ha llegado al límite y no aguanta más. Yo entiendo el apoyo a la operación Lava Jato al ver a políticos poderosos y bandidos finalmente en prisión. Es natural, yo también elogié Lava Jato. Pero, exactamente como sucede con todos los humanos, cualquier grupo de personas que tienen poder, como el de Lava Jato, también tiene la capacidad de abusar de ese poder». «Cuando la gran prensa transforma a Moro y al grupo de trabajo de la operación Lava Jato en dioses o super héroes, lo ocurrido es inevitable. Los periodistas dejaron de investigar y cuestionar la operación y simplemente se quedaron aplaudiendo, apoyando y ayudando. Como dije, esto ocurre con la excepción de Folha, que siempre ha estado un poco más distante e independiente y, obviamente, con muchos periodistas independientes».
(Fuente: Perfil)