Marcha federal contra el fascismo, la discriminación y la misoginia
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Romina Castro
Integrante del Movimiento de Mujeres Sanjuaninas
Miles de personas marcharon por las calles sanjuaninas en una jornada que convocó mayoritariamente a organizaciones feministas y disidencias. Pero que tuvo un fuerte apoyo de la sociedad en su conjunto.
El objetivo de la movilización fué visibilizar y repudiar las acciones del gobierno nacional luego de las declaraciones realizadas por Milei en el Foro económico de Davos, en Suiza e inclusive evocar las numerosas y constantes afrentas realizadas contra las mujeres y diversidades previo a asumir su rol como presidente de la nación Argentina.
Es importante tener en cuenta que las mujeres somos el sector mayoritario de nuestro país, conformamos el 52% del total de la sociedad y en un proceso histórico hemos dado lucha en diferentes espacios para conquistar derechos que nos permitan acercarnos a una sociedad más igualitaria y justa.
El presidente en su afán de dividir a la sociedad y tener enfrentados a varones contra mujeres y disidencias, incluye en sus discursos frases como ideas fuerza ridículas, inconsistentes y basadas en falacias. Así lo afirmamos porque nada de lo que expresa está basado en datos reales, ni constitucionales ni históricos.
Las mujeres no tenemos ni queremos más privilegios que varones. Las personas que integran el colectivo LGBTIQ+ tienen derecho a vivir en plenitud, sin discriminación.
El Gobierno busca en primera instancia derogar la figura de Femicidio del Código Penal, eliminar la ley de Cupo laboral trans y suprimir el documento no binario. Pero pretende avanzar aún más en la regresión de derechos, atentando contra la propia Constitución.
Respecto a la figura de Femicidio incorporada en el código penal en el año 2012. Este es más que claro al mencionar como agravante del homicidio el vínculo que computa tanto para un hombre o una mujer homicida. Por lo tanto la vida de un hombre vale lo mismo que la de una mujer. La diferencia radica en las asimetrías sociales, mientras a los asesinos de mujeres antes del 2012 les bajaban las penas por haber cometido un «Crímen pasional», las mujeres vivíamos en un sistema de desprotección y sin la mínima de cuota de justicia en el caso de aquellas familias (hijos/as, padres, etc) que perdieron a una mujer por femicidio.
El presidente comete un grave error al basar sus discursos en el desconocimiento de la realidad que atraviesan las mujeres históricamente y que trasciende fronteras geográficas. La violencia de género es un problema estructural que marca grandes asimetrías en la sociedad entre varones y mujeres y que como consecuencia se cobra la vida de entre 200 a 300 mujeres por año.
El conocimiento acabado de esta realidad hace que los gobiernos incorporen necesariamente políticas de estado mediante acuerdos internacionales como los de la CEDAW y el acuerdo de Belen do Para con jerarquía constitucional. El objetivo es prevenir, sancionar y erradicar la violencia e implementar acciones que eliminen la discriminación hacia las mujeres.
Por ello, no pensamos simplemente resistir ante los agravios del gobierno nacional. No daremos ni un paso atrás en la lucha para garantizar la progresividad de los derechos.
¡Los derechos no se negocian! ¡Ni un paso atrás!