Milei amenaza con bajar la Ley Bases si los senadores le vuelven a hacer cambios
Los senadores oficialistas y aliados quedaron desconcertados este sábado cuando escucharon al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, poner en duda la aprobación de la ley bases, en la mesa de Mirtha Legrand. Hasta ese momento el relato del gobierno era que le sobraban los votos para sancionarla en el Senado.
Pero no fue un desliz. Francos intentó transmitir la línea política que le bajó Milei, enfurecido por los nuevos cambios que los senadores negociaban en ese Guantánamo en el que se convirtió la ley bases.
Milei ordenó a Francos que le diga a la vicepresidenta Victoria Villarruel -al parecer no habla directamente con su compañera de fórmula-, que si los senadores dialoguistas le introducían algún cambio más al capítulo fiscal, el RIGI o facultades delegadas, había que suspender la sesión y regresar la norma a comisión, hasta que se asegure los votos en Diputados para insistir con la versión original que salió de esa cámara.
La intransigencia de Milei vuelve a poner en riesgo el trabajo legislativo de meses, del que depende en buena medida la estabilidad de su gobierno: desde el FMI hasta los empresarios, todo el sistema está mirando si está en condiciones políticas de asegurarse la sanción de leyes.
Francos no sabe bien de que disfrazarse porque venía trabajando bien con los bloques aliados, desde que corrió a los libertarios de la negociación y lo empoderó al experimentado ex gobernador salteño Juan Carlos Romero. «Si hay algún capítulo que no tiene los votos, se avanza con el resto de la ley y en otro momento se vuelve a discutir», argumentó a LPO con sentido constructivo una senadora de la UCR dialoguista, que está dispuesta a aprobar la ley, aunque aclaró que el gobierno «tiene que aceptar algunas cosas».
Sin embargo, esa no es la visión de Milei que por estas horas parece haber recaído en su recurrente todo o nada. Un tema que lo saca de quicio especialmente es el protagonismo de Martín Lousteau, que presentó un dictamen en minoría con cambios más ambiciosos que los propuestos por los dialoguistas y que podría abrir la puerta a que se convierta en la versión aprobada, con los votos del peronismo.
Un senador del bloque peronista anticipó a LPO la posición que analiza su bancada: «Los 33 senadores del peronismo vamos a votar en contra de la ley en su tratamiento en general y si se aprueba, es muy posible que apoyemos los cambios que planteó Lousteau».
A esa posición se sumarían los senadores del bloque federal, Alejandra Vigo, Edgardo Kueider, Camau Espíndola, Mónica Silva y Luciana Crexell, que apoyan buena parte de las modificaciones que planteó el presidente del radicalismo.
Pero la presión extra que Milei le está metiendo a la negociación puede generar lo impensado: que la ley sea rechazada. Si al bloque peronista se le suman en su voto negativo la neuquina Luciana Crexell, despechada porque le bajaron la embajada en Paris que le habían prometido; y los santacruceños Natalia Gadano y José Carambia, el panorama es incierto.
La presión extra que Milei le está metiendo a la negociación puede generar lo impensado: que la ley sea rechazada.
Como adelantó LPO, una legisladora patagónica condicionó su presencia en el recinto a un compromiso de la Casa Rosada que Milei no cumplirá su promesa de vetar la nueva fórmula jubilatoria aprobada en Diputados y que el Senado se apresta a convertir en ley.
Falta poco para conocer el desenlace, los senadores están convocados a la sesión del próximo miércoles para tratar la ley bases y este lunes habrá labor parlamentaria donde también se analizará el tratamiento sobre tablas de la nueva fórmula jubilatoria que sancionó Diputados, en un duro golpe político a Milei.