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Lula, durísimo con Milei: «Me tiene que pedir disculpas, dijo muchas estupideces»

Lula ya no esconde su malestar con Javier Milei. Lo que hace un tiempo era conversaciones off the récord de su entorno y desmentidas oficiales para mitigar el riesgo de una mala relación bilateral, ahora el presidente de Brasil lo dijo frente a las cámaras.

En un rueda de prensa, el presidente de Brasil dijo que no va a conversar con Milei porque «tiene que pedirle disculpar, a mí y a Brasil». «Dijo muchas estupideces y por eso tiene que pedir disculpas», disparó. 

El líder brasileño separó su opinión del presidente argentino con su mirada sobre Argentina. «Es un país que me gusta mucho y es muy importante para Brasil y Brasil lo es para Argentina. Un presidente de la República no puede ser alguien que cree cizaña entre los dos países», continuó Lula.

El jefe de estado insistió con que: «el pueblo argentino y brasileño es mucho mayor que sus presidentes. Quieren vivir bien y en paz». 

En otro tramo, lanzó una ironía contra el libertario argentino por sus pretensiones de exportar su pensamiento a todo el mundo y la idea de que es el defensor de la libertad global y sostuvo: «Si el presidente de Argentina quiere gobernar Argentina ya está bien, que no intente gobernar el mundo». 

Las diferencias entre Lula y Milei tienen varias razones. La relación del brasileño con el peronismo y el rol de parte de su equipo en la campaña de Sergio Massa y el vínculo de amistad del libertario argentino con Jair Bolsonaro y su familia, a quien invitó con honores de jefes de estado a la asunción.

Si el presidente de Argentina quiere gobernar Argentina ya está bien, que no intente gobernar el mundo.

En ese sentido, el brasileño dijo que «los prófugos que están en Argentina, algunos ya fueron condenados. Si ellos no quieren venir, que queden presos allá. Estamos tratando de hacerlo de la forma más pacífica posible».

Fuentes cercana al caso de los prófugos bolsonaristas explicaron a LPO que han habido casos casos resonantes de personas detenidas y solicitantes de refugio, pero detenidas con fines de extradición. 

«Si hay un pedido de extradición en simultáneo, en paralelo a la petición le pueden caer a personas que efectivamente son perseguidas y que la modalidad de persecución judicial puede esconder la persecución activa. O, directamente, toda vez que van a ser extraditados por delitos comunes, dilatan el retorno al país interponiendo la solicitud de refugio. Ahí, como hay un pedido de extradición, el que resuelve es el juez, pero no en función de la situación, digamos, el análisis que le cabe como solicitante de refugio, sino en función de la extradición», detalló la fuente.

La fuente concluye que «en ese caso, será el juez el que decide si queda detenido toda vez que pueda haber riesgo de fuga. No por el hecho de que nadie es detenido en otro país por haber cometido un delito en otro país, porque la ley se aplica en el territorio en el que te encontrás. Te van a detener si hay pedido de extradición y hay riesgo de fuga». 

«En atención al número de casos que hay, suena difícil pensar que un juzgado donde tramita una extradición ordene la detención. La prisión preventiva de esta cantidad de personas sería raro», finaliza.