El Papa Francisco se enfrenta a problemas de salud, pero sigue llevando esperanza a los más necesitados
El Papa Francisco recibió con alegría a trabajadores y pacientes del hospital pediátrico ‘Bambino Gesù’, aunque un resfriado le impidió leer su discurso planificado para la ocasión. En lugar de ello, dedicó tiempo a interactuar personalmente con las familias y los niños presentes, algunos de los cuales habían llegado desde zonas de conflicto como Ucrania y Gaza por motivos humanitarios.
«Aunque no me he recuperado completamente y no puedo leer bien mi mensaje, estoy feliz de verlos», expresó el Sumo Pontífice al inicio de la audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano, generando un aplauso entre los presentes. El discurso fue leído por monseñor Ciampanelli en su lugar.
El Papa, quien ha enfrentado problemas de movilidad en los últimos tiempos y fue llevado en silla de ruedas, aprovechó la oportunidad para bendecir, abrazar e incluso firmar autógrafos para los niños presentes, escribiendo la letra «F» en el papel como signo de su cercanía y apoyo.
El hospital ‘Bambino Gesù’, que este año celebra su centenario como propiedad de la Santa Sede, es reconocido por su labor en la atención pediátrica y humanitaria. En su discurso, el Papa elogió el compromiso del personal y la esperanza que brindan a pesar del sufrimiento que enfrentan los niños y sus familias.
«Cuando visito el ‘Bambino Gesù’, tengo sentimientos encontrados: dolor por el sufrimiento de los niños y esperanza al ver todo lo que se hace por curarlos. ¡Gracias por todo esto!», afirmó el Papa Francisco, instando a continuar con esa «bendita obra».
El hospital informó que entre los niños presentes había muchos provenientes de países en conflicto, quienes reciben tratamiento en Roma por razones humanitarias. Antes de concluir, el Papa pidió a todos que recen por él, mientras él también los mantenía en sus oraciones.