Lo siento, no hay encuestas disponibles en este momento.

La nueva batalla entre unitarios y federales

El gobierno nacional tiene como principal objetivo someter a las provincias y al pueblo argentino a un ajuste brutal. Ese es el eje que atraviesa y divide hoy a la política argentina.

socalo

El gobierno de Javier Milei es increíblemente absurdo. En él, la tarea específica del presidente se concentra en polemizar con artistas en las redes sociales y enemistarse cada vez con más personas. No merece un análisis político, es un caso para psiquiatras.

Pero hay otro gobierno, que se debate entre Sturzenegger y Caputo que si posibilita un análisis más cercano a los parámetros “normales” de la política. Ellos tienen un plan de negocios para vender el país y un plan financiero concentrado en hacer un ajuste brutal para lograr el déficit cero. No es un plan económico, es un plan financiero porque sólo les interesa un aspecto, que cierren las cuentas, aunque la economía del país se destruya.

¿Qué esperan lograr después de alcanzar el déficit cero? Lo mismo de siempre: que los acreedores puedan cobrar sus deudas y los monopolios sientan “seguridad” para retirar libremente las ganancias que generan con los recursos del país. Fin del libreto. La casta, las fuerzas del cielo y los mensajes en las redes, son un relato que encubre una receta vieja, mantener un país exportador de materias primas atado al carro del imperialismo pujante de la época.

Ese el proyecto del puerto que somete a las provincias desde 1880. Para reeditarlo se plantearon aprovechar lo que debía ser una luna de miel, los primeros tres meses de gobierno, para ir a fondo. Pero esta luna de Milei es atípica como su estado mental. Las marchas de los movimientos sociales, el paro de la CGT, la batalla en diputados y la presión de los gobernadores justicialistas para resistir este ajuste ha sumado un nuevo actor. Torres, el gobernador de Chubut se plantó y acaudillo a sus pares de Juntos por el Cambio.

Ahora el gobierno nacional tiene de enemigos a todos los gobernadores y los motivos de la pelea son un detalle menor, pero vale la pena sintetizarlos para entender la importancia de esa discusión. Milei, luego del fracaso de la ley ómnibus, decidió quitarle el subsidio al transporte a las provincias. De esa manera mostró cómo quiere gobernar el país: con el rebenque de los fondos públicos.

Renglón aparte hay que decir también que hasta ahora Milei y Caputo han aplicado un ajuste duro a las provincias y un gradualismo en AMBA. Por ejemplo, en las tarifas eléctricas y en el gas, a los usuarios de San Juan ya les llegaron los tarifazos pero en CABA va a ser paulatino.

En estos meses, el gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, ha mostrado una alarmante capacidad de arrastrarse ante el presidente, casi sin necesidad porque no son del mismo color político y tampoco parece que tenga un beneficio especial por hacerlo. Incluso cuando Javier Milei puso a sus diputadas nacionales en la lista negra luego de la votación en particular de la Ley ómnibus, pidió disculpas y se resignó tristemente ante la quita de subsidios.  La contra cara de esta actitud es que se tuvo que poner duro e inflexible para con los sanjuaninos, llámense estatales, movimientos sociales y empresarios sanjuaninos.

¡Entregó sólo un 15% para los docentes que lo votaron masivamente! Y se ahorró la inflación en enero y febrero. Ni propios ajenos pueden entender esa actitud.

Pero por suerte en esta película que se llama Argentina, cuando parece que todo está perdido, aparecen de improviso nuevos “héroes”. Frente a la quita de subsidios para el transporte, Ignacio Torres, gobernador de Chubut, elegido por Juntos por el Cambio, se plantó y llevó el reclamo a la justicia. Por supuesto que su amenaza de cortar el petróleo es impracticable, pero su reclamo es justo y es razonable, y recibió el apoyo de otros gobernadores. Esta pulseada puede hacer caer el DNU del 20 de diciembre pasado.

El gobierno nacional tiene como principal objetivo someter a las provincias y al pueblo argentino a un ajuste brutal. Ese es el eje que atraviesa y divide hoy a la política argentina. Ante eso un camino es subordinarse y otro es ponerse de pies y levantar la frente. Siempre es riesgoso para los gobiernos provinciales enfrentar, pero la primera opción tampoco asegura tranquilidad y recursos. Marcelo Orrego va a tener que recalcular sus jugadas, porque así como la lleva hasta ahora está en el medio, no se planta en defensa de los recursos de la provincia y eso lo indispone con los empresarios del trasporte, y al final tuvo que firmar la solicitada de gobernadores en apoyo a Torres y también lo indispone con Milei.