El gremio AATRAC junto a los trabajadores de Radio Nacional, TV Pública y Correo Argentino piden que no se privaticen, ni se afecten las fuentes de trabajo de los empleados/as
Radio Nacional, se encuentra en todas las provincias de la Argentina, hasta en la Antártida.
La Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones del país (AATRAC), elaboró pautas a considerar, para que no se privaticen, ni se afecten las fuentes de trabajo de los empleados/as:
Trabajadores del Correo Oficial, Radio y Televisión no solo del estado, sino también de las emisoras comerciales, que dependen del Estado argentino.
El gremio AATRAC, lleva 80 años en la lucha sindical, obteniendo la personería gremial N ° 8, una de las pioneras del país.
Si pudiéramos dialogar y llegar a un acuerdo sería fundamental, pero lamentablemente, las decisiones se toman en Buenos Aires, expresó uno de ellos.
Si hay gente ñoqui, que no cumple, que estafó al Estado de una u otra manera, si hay demasiados empleados que no pueden justificar su presencia en las emisoras etc, que se los identifique y se resuelva sobre ese personal.
Hay empleados desde que se inauguró la radio por ejemplo en San Juan, otros con más de 30, 40 años que no entraron por un color político determinado, solo porque hacía falta realmente ocupar puestos.
Si las Radios Nacionales dan pérdida, que se les pague el sueldo a los empleados y que todo lo que necesite la emisora se autogestione, a través de publicidad.
Que la programación tenga como objetivo ser el nexo con la sociedad, para contribuir a resolver inconvenientes. Música de todos los géneros, cuidando el contenido de los mismos, programas diversos.
Los trabajadores de Radio Nacional, entienden que no todo debe salir del Estado, pero tampoco se les da la oportunidad.
Todo país, debe tener una radio, canal, correo, agencia de noticias del Estado, los trabajadores están abiertos al diálogo y a poner el hombro a la radio, preservando lo más digno que tiene todo ser humano, “trabajo”.
Historia de Radio Nacional Argentina
La primera transmisión de Radio del Estado tuvo lugar el 6 de julio de 1937 desde un estudio instalado en el Palacio de Correos y Telégrafos, ubicado en la manzana circundada por las avenidas Leandro N. Alem y Corrientes y por las calles Bouchard y Sarmiento. Aquel monumental edificio que había sido inaugurado después de varios contratiempos por el presidente Marcelo T. de Alvear, el 28 de septiembre de 1928.
Desde allí, LRA Estación de Radiodifusión del Estado comenzó a brindar su programación en la frecuencia de 750 Khz, con una potencia de 15 KW. Sobre el objetivo de este proyecto, el entonces presidente de la Nación Agustín P. Justo, definía en su discurso inaugural el perfil de una radio que se convertiría con el correr de los años, en un símbolo de la cultura nacional: “Es innecesario decir que esa voz oficial será no un acento al servicio de conveniencias subalternas, sino una palabra al servicio de los grandes intereses de la Nación”.
Así fue como la Radio del Estado fue definiendo su perfil a imagen y semejanza de sus intereses y objetivos específicos. Pronto supo ser el escenario para las manifestaciones relegadas en otros espacios: nuevos compositores, programaciones especiales, música, literatura, información, servicio, experimentación, diálogos reflexivos, filosofía, teatro, cine y demás expresiones culturales y artísticas que fueron perfilando su identidad. Transmitiendo en el horario de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 22.00, sin publicidad comercial, Radio del Estado lograba establecer una programación sujeta al gusto de una opinión pública que demandaba un mayor aporte a la cultura y a la educación, como condición principal de la radiodifusión. Aquel hermoso edificio que en 1997 sería declarado Monumento Histórico Nacional, albergó a la radio oficial durante trece años.
Ya en 1950, la Radio del Estado comenzó a difundir su onda desde un petit hotel ubicado en Ayacucho 1556, en el Barrio Norte porteño. Su compra había sido autorizada por el gobierno nacional mediante el Decreto Nº 33.615, del 31 de diciembre de 1949. Firmado por el presidente Juan Domingo Perón y los ministros Oscar Nicolini, Ramón Cereijo, Alfredo Gómez Morales, José Barro y Roberto Ares, se publicó en el Boletín Oficial del 19 de enero de 1950. Desde allí, Radio del Estado comenzó a brindar una programación de catorce horas diarias desde las diez de la mañana, cuando una marcha patriótica identificaba la apertura de la transmisión. Y allí fue que, en junio de 1957, Radio del Estado pasó a llamarse Radio Nacional, transmitiendo como LRA1 Buenos Aires en AM, junto a otra señal en FM y la onda corta de RAE (Radiodifusión Argentina al Exterior).
Las emisiones de Radio Nacional se realizaron, entonces, desde los estudios del edificio de la calle Ayacucho. Aunque entre las excepciones más destacadas al respecto, se recuerda el precario estudio que, con el auxilio de frazadas colgadas de las paredes como aislante acústico, se levantó en un rincón de la Casa Rosada durante la Guerra de Malvinas. Desde allí, cada día un locutor de turno debía instalarse a la espera de los comunicados mediante los que las autoridades militares informaban a la población sobre el conflicto bélico.
El 6 de julio de 1987, al cumplir 50 años, la LRA 1 Radio Nacional Buenos Aires preparó un festejo con la presencia, entre otros artistas, de Mercedes Sosa, que se emitió desde el emblemático edificio de la radiofonía argentina ubicado en Maipú 555. La historiografía asegura que este edificio se construyó a imagen y semejanza de la BBC de Londres y que fue inaugurado en 1935 para albergar a la histórica Radio El Mundo.
Dos años después, en 1989, el presidente Carlos Menem decide que Julio Marbiz sea el nuevo director de Radio Nacional. Y enseguida, Marbiz resuelve la mudanza de todas las instalaciones de Radio Nacional a Maipú 555.
Desde entonces, allí funcionan los estudios y las oficinas de producción y administración de Radio Nacional Buenos Aires, Nacional Folklórica, Nacional Rock, Nacional Clásica y Radiodifusión Argentina al Exterior, que muchas veces ofrecen a sus oyentes emisiones especiales desde el funcional auditorio para 160 personas ubicado en el primer piso.
A continuación la nota enviada al Secretario Gral de la CGT, Héctor Daer.