Cierre abrupto de la Escuela Domiciliaria y Hospitalarias deja a docentes sin empleo y a niños sin educación
En una sorpresiva decisión tomada por la ministra de Educación, Trincado, y la secretaria Ana Sánchez, se ha anunciado el cierre de la Escuela Domiciliaria y Hospitalaria en la provincia de San Juan. Este drástico cambio ha dejado a numerosos niños sin acceso a la educación pública a solo tres meses de finalizar el ciclo lectivo 2023.
El cierre de esta escuela ha tenido un impacto significativo en la comunidad educativa. Algunos niños que no pueden salir de sus hogares y que anteriormente recibían educación domiciliaria pública en su casa se han visto desprovistos de esta valiosa oportunidad. Lo más alarmante es que, hasta el momento, los coordinadores del ministerio no se han comunicado con los padres afectados; la única comunicación provino de los docentes preocupados.
Este abrupto cierre no solo afecta a los estudiantes, sino también a los docentes que se quedan sin trabajo de la noche a la mañana. Se trata de un golpe devastador para aquellos maestros dedicados que han estado brindando educación domiciliaria a estos niños.
Si bien se ha anunciado la apertura de un nuevo centro educativo en un futuro cercano, esta medida no resuelve el problema inmediato. Los niños que recibieron educación domiciliaria este año se ven desafectados del ciclo lectivo 2023, lo que plantea preocupaciones significativas sobre su derecho a la educación.
Una de las voces afectadas por esta decisión es la de Ana Quiroga, madre de Máximo Quiroga, un niño de ocho años que ha estado recibiendo educación domiciliaria durante dos años. Esta situación ha dejado a Máximo y a muchos otros niños en una situación incierta en lo que respecta a su educación y desarrollo académico.
Este cierre ha generado un debate en la comunidad sobre las razones detrás de esta decisión y la falta de consideración hacia los derechos educativos de los niños afectados.